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Los Cazafantasmas: El Videojuego

Fuimos, vimos y les dimos una patada en el culo.

Al final, hay un encuentro con un pequeño jefe final, el fantasma de la biblioteca de la primera película, y un vistazo a la dimensión paralela que antes vimos en la nevera de Sigourney Weaver. Desde luego, Terminal Reality no va a perder ninguna oportunidad de evocar las películas - la primera en particular, naturalmente.

Se nos prometió una gran variedad de interacciones, puzzles y acciones con el entorno a lo largo del juego; pero no esperamos que nada de ello sea demasiado novedoso respecto a lo que estamos acostumbrados a ver en los juegos de combate habituales. Pero eso está bien. Los Cazafantasmas no necesita ser un juego revolucionario, necesita ser Los Cazafantasmas.

Todo gira en torno a la periferia, el guión, los pequeños detalles y, como hemos dicho, algunos son perfectos - pero otros son simplemente planos. El personaje que controlamos, sin ir más lejos, parece fuera de lugar entre esta famosa galería de excéntricos. Conseguir a los actores de la película original para poner sus voces en el juego es un gran plus, pero las instrucciones y escenas cinemáticas que vimos no eran ni mucho menos excelentes.

Puede que nos echase hacia atrás la monótona interpretación que hacía Harold Ramis de su personaje - especialemente cuando a Dan Aykroyd se le notaban muchas más ganas - pero el doblaje de Bill Murray todavía no estaba presente. Al menos en Terminal Reality son conscientes y admiten que las animaciones faciales, el sonido y el ritmo de juego necesitan mejoras (realmente lo necesitan), y es en lo que están trabajando con la extensión de tiempo que les otorgó Atari.

También nos mostraron aparte la versión para Wii, que está siendo creada por Red Fly, los desarrolladores de Mushroom Men, y portada a PlayStation 2. Aunque comparte el guión, historia y doblaje de la versión principal, es un juego bastante diferente, con uno atractivos gráficos tipo dibujo animado (afortunadamente más fieles a la película que no la serie Real Ghostbusters: Egon no es rubio) que son más fácil a la vista que el extremo detalle de las versiones de 360, PS3 y PC.

Sigue siendo un juego de acción en tercera persona con compañeros controlados por la IA, pero los niveles y el diseño de los enemigos se ha adaptado a las capacidades de Wii. Con una perspectiva por encima del hombro, se usa el puntero para mover la cámara, apuntar y señalar, y se mueve el wiimote para golpear a los enemigos; una opción natural, y que en el encuentro con Moquete que probamos resultó espectacular y con un funcionamiento más que correcto. Abrir las trampas con un pequeño gesto en el nunchuck es menos novedoso, pero en general esta versión es tan sólida como la de sus hermanas mayores.

De hecho, es mejor en un aspecto: ofrece la opción de un modo cooperativo a pantalla partida para toda la campaña, algo que no está presente en el juego de Terminal Reality. En su lugar hay un misterioso modo cooperativo/competitivo que consiste en pequeños escenarios que, según Terminal Reality, se juegan como si fuesen escenas de la película. Finalmente, hay en preparación un juego para DS con los elementos de microgestión del juego de 8 bits, aunque no pudimos verlo.

No hay nada que nos lleve a pensar que Los Cazafantasmas vaya a ser un mal juego en ninguno de sus aspectos, aunque tampoco hay ninguna evidencia que nos haga pensar que será la octava maravilla. Pero lo único que realmente importa - no sólo a Atari, Terminal Reality y los fans, sino seguramente a las posibilidades de que haya una tercera película, ya que podéis apostar a que Columbia mirará este proyecto con ojos de halcón - es si será o no un buen Cazafantasmas. Y sobre eso no estamos del todo convencidos... todavía.

Traducción de Josep Maria Sempere.

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