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Singularity

¡Malditos cerdos capitalistas!

Los muchachos de Raven han dotado el juego de un armamento variado, tenemos desde una escopeta, hasta una gatling. Eso sí, han querido desmarcarse creando alguna que otra arma alimentada por el poderoso E-99, por ejemplo un rifle que al disparar nos permite seguir la trayectoria de la bala y guiarla hasta la cabeza de nuestros enemigos a cámara lenta.

Hemos hablado un poco de los enemigos pero... ¿Qué tal se comportan? Existen dos tipos de enemigos, monstruos y soldados, y dentro de cada tipo encontramos varias clases. Los monstruos, por normal general son directos y no piensan mucho, en cambio los soldados se mueven en equipo, se cubren y utilizan bien las coberturas. Además de los patrones generales, dependiendo de la clase cada una de ellos tiene distintos comportamiento respecto a sus camaradas, dependiendo del armamento que tengan en el caso de los humanos o del tipo de poderes en el caso de las bestias.

Pasando al tema técnico, pese a que el juego no sea un "triple A" cumple sobradamente a nivel visual gracias a una buena dirección artística que dota al juego de personalidad propia. Pequeños detalles de la ambientación como los que vemos en colegios, parques y viviendas nos transmiten a la perfección ese control totalitario que era predominante en la antigua Unión Soviética. Pero aún así se nota demasiado que el Unreal Egine 3 ya no da para muchos trotes. Texturas planas, otras que tardan en cargar, e incluso hay momentos en el que una vez abatido el enemigo y ya en el suelo, tardan unos momentos en aparecer las marcas de las balas. En este sentido se agradece que el juego sea bastante visceral, y es que el arrancar extremidades y hacer estallar cabezas está a la orden del día.

Sobre la duración es una lástima que el juego sea tan corto, ya que cuando conseguimos actualizar al máximo nuestra arma DMT ya nos quedará poca partida para sacarle partido. Como contrapunto a esto disponemos de tres finales diferentes, en mi opinión todos igual de satisfactorios, que si bien te invitan a rejugar el juego para los que os sintáis perezosos tan solo hay que cargar el último punto de control para poder volver a escoger final. Además, los desarroladores no han puesto el freno a la hora de hacer referencias y han escondido algunas sorpresas para los amantes de la ciencia ficción, entre ellas alguna que otra referencia a la reciente Lost para disfrute del público.

En cuanto al multijugador, los chicos de Raven han creado un par de modos directos, rápidos y divertidos. Uno es un Deathmatch de toda la vida, pero el otro es un Monstruos contra Solados, todos ellos con poderes. Se nota claramente la inspiración de la saga Battlefield, pues la partida consiste en ir capturando una serie de estaciones y al hacerlo nos da acceso a una nueva zona del mapa con otra estación que conquistar.

En definitiva, estamos ante un producto sólido, con una buena historia y un notable diseño artístico. Con carencias más que evidentes pero que no empañan el buen trabajo realizado por Raven. Lástima que la aventura no dure un poquito más y algún que otro enemigo no se aproveche del todo. Singularity no es título excelente en todos sus apartados, pero divierte y sobre todo en ningún momento se hace pesado. No creo que pille a nadie por sorpresa si el juego no entra en la lista de los mejores del año, pero es una buena opción ante la falta de títulos veraniegos. ¡Viva la Madre Rusia!

8 / 10

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