Test Drive Unlimited 2

Dejando de lado el escenario, la progresión en TDU2 se estructura en misiones y retos dentro de un intento de historia en la que nuestro avatar pasará de ser el mindundi del chófer hasta uno reputado miembro de la high-class ibicenca, en lo que viene a ser un retrato de la versión más tópica y hasta cierto punto desagradable de un grupo de jóvenes con mucho tiempo libre y dinero. Así, después de obtener las licencias correspondientes al estilo Gran Turismo se nos irá dando acceso a diferentes competiciones que a su vez nos propondrán diversos retos al volante. Estos van des de la clásica victoria en la carrera hasta conseguir el mejor tiempo o alcanzar la mayor velocidad posible.

Ganando en estos retos iremos obteniendo puntos de Competición, pero tampoco hemos de descuidarnos del resto de habilidades como Descubrimiento (que nos premiará por explorar la isla), Colección (que obtendremos al ampliar nuestro garaje) y Social (que conseguiremos al acudir al Club y relacionarnos con el resto de jugadores online). Solamente trabajando con estas 4 habilidades en mente podremos hacer que nuestro avatar suba de nivel y acabe teniendo una casa tan aberrantemente descomunal como las que podemos ver en programas de televisión como SuperCasas, y ya de paso montar en ella fiestas locas como las de los famosos reportajes al estilo Callejeros, que tantas veces han tenido a Ibiza como protagonista. Si lo que se ve en este tipo de programas te da vergüenza ajena más te vale estar preparado porque TDU2 va en esa línea, pero con el agravante de que los avatares al estilo Second Life podrían estar entre los peor diseñados de esta generación, cosa que da cierta grima.

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Afortunadamente los coches sí que gozan de una acabado más que notable tanto interior como exterior. No es tan bueno el sistema de daños, que es bastante sutil ante auténticos choques a más de 200 por hora. Por otro lado, su control ha sido depurado con respecto al título anterior y cuenta con tres modalidades de conducción: asfalto, off-road y clásico. El pilotaje está a medio camino entre el arcade y la simulación, los coches tienen diferentes dificultades pero en general su respuesta es bastante parecida entre unos y otros. Sí que se notan, en cambio, el tipo de pista sobre el que corremos y factores como que el suelo esté mojado, ya que perdamos agarre. Y a todo esto no hay que olvidar algo tan importante como una tasa de frames que aunque se mantiene estable alrededor de los 30fps sufre ligeros bajones, especialmente cuando competimos en entornos urbanos con más coches. Cabe decir que lo he estado jugando en Xbox 360, habrá que ver que tal el resto de versiones.

Y por supuesto no podemos olvidarnos del multijugador, uno de los elementos primordiales de la saga Test Drive Unlimited. Hasta un total de ocho jugadores pueden conectarse para explorar la isla, competir entre sí, o simplemente pasear por este bello mundo de juego mientras conversa. Recuerdo que un amigo que siente auténtica adoración por la primera entrega me dijo en una ocasión que para él Test Drive Unlimited era la sala de chat más bonita del mundo, y hay que decir que sí que tenía gran parte de razón. Prueba de esto es la nueva modalidad que permite a dos jugadores montarse en un mismo coche para que uno conduzca y otro haga de copiloto y de las indicaciones del GPS. En cualquier momento podemos encontrar a otro jugador deambulando a sus anchas por Ibiza y podemos retarlo o proponerle una partida cooperativa encendiendo las luces delanteras. Todo ello sin olvidar un editor de retos con el que podemos preparar desafíos personalizados sobre el trazado que queramos. No dudéis que de cara al análisis definitivo le daremos más caña a esta importante modalidad.

Después de estas primeras horas al voltante de Test Drive Unlimited 2 si algo ha quedado claro es el hecho de que estamos ante un juego muy completo en cuanto a opciones, lo es tanto que esta característica puede convertirse en una ventaja respecto al resto como también en su talón de Aquiles. El factor exploración es un gran punto a favor, pero por otro lado esa imagen del glamour casposo y esa personalización más externa que interna puede pasar factura a este título. Sin embargo, de momento mi experiencia con el juego está siendo satisfactoria, y más allá de esos pequeños detalles que he comentado, sigo dándole caña al juego, descubriendo peluquerías nuevas y compitiendo contra niñas de papá con un objetivo bien claro, poder decir que tengo ese Ferrari California que una vez soñé conducir por Ibiza.