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Medal of Honor

La guerra de hoy.

La forma de combatir de los Rangers es más salvaje. El rifle de asalto acaba sin ningún esfuerzo tanto con los enemigos que tenemos cerca como con los que están más lejos – pero sin poder poner mis manos en el mando tampoco puedo asegurarte si esta demostración ha sido pre-ajustada, o si tenemos al típico chico talentoso de este tipo de demostraciones. De momento no hay nada asombroso o inesperado.

Llegamos a un campamento devastado. Muros de piedra rotos soportan un esqueleto de madera que antes debía ser el techo de una casa. Girando 90 grados a la derecha nuestro soldado acaba con un soldado afgano que había salido de detrás de una roca. Es duro ver a nuestro enemigo soldado convertido en una simple marioneta saliendo brutalmente despedida.

El discurso oficial que justifique que el juego se ambiente en un conflicto actual es que Medal of Honor siempre ha contado la historia desde el punto de vista de un soldado, con fuertes elementos de autenticidad y respeto. No soy un fan del realismo absoluto, que parece que esté imperando hoy en día, y tampoco me preocupa mucho si el juego logra transmitir la emoción exacta que debe sentir un soldado, pero teniendo en cuenta que estamos en medio del escenario de un conflicto actual, quizás sería más reconfortante si las físicas de los cadáveres enemigos no fueran tratadas de un modo tan fantasioso y poco digno. Piernas no hagáis eso, por favor.

Nuestro personaje pide munición a su compañero, pero parece que no quiere que le molesten –al fin y al cabo vamos a enfrentarnos a toda la artillería enemiga. Me da cosilla pensar que pronto vamos a encontrar un lanzacohetes, que en lenguaje universal de videojuegos es lo más parecido a decir que vamos a enfrentarnos a un helicóptero. Da la impresión de que esta escena es para asegurarnos de que tenemos armas suficientes para acabar con cualquier cosa que se interponga en nuestro objetivo – que, como hemos dicho, es acabar con esa ametralladora antiaérea DshK. Nuestro héroe avanza su posición lo suficiente como para que sus compañeros pueden resguardarse tras una roca, es entonces cuando lanza la bengala que marca el lugar donde la fuerza aérea soltará toda la artillería.

Las reacciones de nuestro pelotón tras la gran explosión son diversas. Atemorizados: "Holy s***!" Asombrados: "Esto es una locura." Retraídos "Nunca más quiero estar tan cerca". Es la primera vez que hemos tenido la oportunidad de sentir como cada personaje de nuestro equipo expresaba sus sentimientos individuales. Y finalmente, algo de bromas entre Favreau, Ybarra y Hernandez. Aunque algunos de estos comentarios son más adecuados que otros para un conflicto como este, este es el tipo de cosa que busco en un juego de guerra actual. Un poco de conexión emocional.

Seguimos andando a través del campamento bombardeado cuando Ybarra vacila al golpear sin querer un cadáver tendido en el suelo. No sé si es que es muy fuerte o que simplemente tiene las físicas de una marioneta, pero el cuerpo del soldado afgano empieza a rodas colina abajo. Me encuentro a mí mismo imaginando lo duro que debe ser empujar un cadáver de esta forma solo con el tobillo. Es difícil de imaginar, así que lo dejo.

Después de un poco más de eficiente trabajo de soldado – acabando con unos portadores de RPG que bajaban de la colina, acabando con los tíos que se cubrían en el valle, y todo ese tipo de cosas – llegamos al pie de la montaña. Es el momento de ver los páramos de Afghanistan en todo su poco poblado esplendor. El paisaje es mortífero y bello al mismo tiempo – lo único que rompe un poco, y de hecho es la cosa en la que inmediatamente fijamos la mirada, son un par de cabañas. Iremos hacia allí.

No son como el resto de edificios. Sus paredes y tejados están intactos. Parecen deshabitadas. Nuestros chicos adoptan su posición habitual de cobertura a ambos extremos de la puerta. De repente ocurre algo inusual. Un teléfono móvil empieza a sonar. Es algo totalmente anti-climático. Como oír un teléfono en medio de un concierto de música de cámara, siempre acabas buscando en tus bolsillos para ver si eres tú. Es entonces, cuando uno se da cuenta del motivo de aquella llamada, pero ya es demasiado tarde para escapar de la tremenda explosión.

Me miro a mi mismo y me siento un poco estúpido. Volvemos a la misma pantalla en negro con la que habíamos abierto, solo que esta vez no sé si aquel niño que jugaba a fútbol se ha quedado sin padre. Es el fin de la demo.

Medal of Honor saldrá para PC, PS3 y Xbox 360 el próximo 15 de octubre.

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