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Battlefield: Bad Company 2

Post-modern warfare.

Multijugador

Era la gran incógnita: ¿está a la altura? ¿Supera a Modern Warfare? Esta última pregunta no tiene una respuesta clara porque los planteamientos son bastante distintos. Los mapas de Battlefield son más abiertos, la destructibilidad de los edificios tiene un papel predominante y, sobre todo, los vehículos tienen una importancia clave, y eso convierte las partidas en algo muy distinto.

Hay un total de 10 mapas que se dividen entre cuatro modos de juego. Tenemos Conquista, que vendría a ser el capturar la bandera. En Asalto hay que ir destruyendo o defendiendo torres de comunicación. Patrulla: Asalto junta equipos de cuatro personas que han de ir a por estaciones de comunicación móviles y luego está Patrulla por Equipos, que enfrenta cuatro grupos de cuatro personas que luchan entre sí.

Nunca podrás ser demasiado precavido. Siempre habrá un malo por ahí.

Ni la cantidad de mapas es espectacular ni los modos de juegos demasiado variados, pero eso se suple con el gratificante sistema de puntos de experiencia y especialización.

El multijugador permite partidas de hasta 24 jugadores en PS3 y Xbox 360 y de 32 en PC. La cifra nos parece adecuada y los mapas, que son bastante grandes, no dan la sensación de estar medio vacíos. Al contrario, siempre hay acción; en Battlefield: Bad Company 2 el multijugador es tan frenético como el single player.

Como es habitual en el género, cuantos más puntos ganemos —con victorias, consiguiendo determinados logros y retos… pero sobre todo matando a mucha gente— más rápido desbloquearemos armas, mirillas, accesorios y mejoras. Y ojo porque si queremos ser competitivos es preeminente obtener equipo nuevo, que con el inicial vas cortísimo.

Este es un de esos juegos en los que tienes la sensación de que siempre hay alguien detrás de ti. Y suele ser verdad.

Lo ideal es centrarse en mejorar una de las cuatro clases: asalto (metralletas, rifles), médico (puedes curar y reanimar a la gente), ingeniero (perfecto para arreglar vehículos) o reconocimiento (francotirador), ya que si te dispersas demasiado el crecimiento es excesivamente lento.

La verdad es que esta modalidad cumple y está bastante bien, pero que te guste o no depende de tus preferencias personales. No es un multijugador tan preciso como el de Modern Warfare, en el que sientes que siempre tienes el control. Aquí no paran de llover misiles y balas de tanque y los helicópteros hacen destrozos desde el aire. Es, por tanto, bastante más loco, pero la estrategia siempre es fundamental para conseguir la victoria.

En definitiva, Battlefield: Bad Company es un muy buen producto que mejora a su predecesor y que innova en puntos clave como, por ejemplo, la destructibilidad del escenario. Ofrece una campaña para un jugador bien pensada y amena—sin cooperativo—, pero a la que le falta un poco de brillo y tiene un multijugador divertido y perfecto para hacer el cabra. Si crees que Modern Warfare es un juego para estirados lánzate sobre Bad Company, porque está hecho para ti. Un gran shooter.

9 / 10

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