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Avance de Super Mario RPG - Un juego de rol moderno, incluso dos décadas después

Hemos podido jugar un poco; Luigi jugaremos más.

Los jugadores de Europa tenemos un poquito más de interés que los japoneses y los estadounidenses en este remake de Super Mario RPG; al fin y al cabo, nuestra región - la PAL - es la única en la que no se publicó nunca oficialmente este peculiar título de Nintendo. Un juego que nos ofrece una idea que, entiendo, en el año 1992 sonó extraordinariamente llamativa: ¿qué pasaría si Super Mario fuese un juego de rol?

No es que, ahora mismo, el concepto nos llame menos la atención; es que, tras la publicación posterior de títulos como Paper Mario o la saga Mario & Luigi, los fans de los videojuegos somos plenamente conscientes de que hay mucho que rascar en esta idea. Sin embargo, en su lanzamiento, y como siempre le pasa a los juegos que son pioneros en algo, Super Mario RPG tenía mucho que demostrar.

Quizás fue esa presión, o quizás simplemente fue el cariño que el equipo de desarrollo del juego y la propia Nintendo parecen tenerle al universo del fontanero italiano, pero este remake - que se publicará próximamente, el día 17 de noviembre para Nintendo Switch - resuelve todas las encrucijadas que se le plantean con mucha entereza. Y precisamente por eso, este remake, que mecánicamente es bastante fiel al juego original, nos sorprende en sus primeras horas por ser fresco, agradable y sorprendente, incluso después de todo este tiempo.

El cambio más notable en este remake es el apartado técnico. Todos los escenarios, mazmorras, ciudades y demás elementos de su mundo han sido remodelados desde cero. El juego se ve bonito, limpio y agradable, con un estilo artístico que, eso sí, destaca más en las cinemáticas que en los escenarios, ya que estos últimos respetan la estructura de los originales, que tenía hueco para menos virguerías visuales. Incluso así, hay fases en las que la reinterpretación de este remake se deja ir un poco más, y sorprende por lo vívido y poblado de sus fondos. Como mínimo, es una delicia ver algunas de las escenas más icónicas del juego, como el inicio en el que Peach está sentada sobre un campo de flores, o la batalla contra Bowser sobre el candelabro, recreadas con una estética más actual. La banda sonora también es nueva, si bien sigue de cerca la original, compuesta por Yoko Shimomura (Street Fighter II, Kingdom Hearts); podemos cambiar entre la versión del remake y la del juego de Super Nintendo desde el menú principal del juego. Cual nos guste más será cuestión personal: para mí, la original sigue siendo superior.

El resto de mejoras son fundamentalmente de calidad de vida: ahora, además de la posibilidad de guardar manualmente en puntos concretos del mapa, el juego hará guardados automáticos al entrar en una fase o antes de ciertos enfrentamientos, lo que nos facilitará volver al lugar en el que estábamos si morimos. Además de eso, se ha añadido un modo fácil que los usuarios menos experimentados o que busquen una experiencia más relajada pueden activar en cualquier momento.

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En lo que respecta a las mecánicas, casi todas, por no decir todas las novedades están en el combate. El aspecto más idiosincrático de este título, el combate por turnos que integra pequeñas interacciones que nos permiten mejorar la potencia de nuestros ataques, brilla más que nunca en este remake. Se ha añadido una funcionalidad por la cual, si pulsamos el botón de acción en el momento exacto en el que nuestro ataque está a punto de impactar, podemos no sólo aumentar el daño sino también golpear al resto de enemigos en pantalla. Esto hace que haya un incentivo bastante grande para intentar cogerle el tranquillo al tempo de cada uno. En general, el juego parece ser bastante más permisivo con nuestros inputs que el original, y es más sencillo obtener la bonificación incluso en los ataques con patrones más complejos. Para facilitar aún más que podamos introducir la pulsación a tiempo, se ha añadido una pequeña marca visual, en forma de exclamación, de cuál es el momento óptimo para pulsar para conseguir el bonus.

Este aspecto en concreto, la pequeña notificación del momento para pulsar, es el elemento que he sentido que quizás aporta menos a la experiencia. En ocasiones la marca aparece con poco espacio para reaccionar o en momentos de la animación que no parecen tener mucho sentido; si por accidente pulsamos algún botón antes de que el ataque comience, no aparecerá en absoluto. Entiendo que es un añadido bienintencionado, y puede servir en los ataques más complejos, pero en otras ocasiones acaba confundiendo más que ayudando, y al menos en mi caso agradecería poder desactivarlo.

Los ataques con pulsaciones correctas que encadenemos durante el combate aumentarán un medidor de combo que nos dará mejoras en distintas estadísticas; otro elemento que tampoco estaba en el juego de Super Nintendo. Es cierto que la mayoría de cambios están enfocados a hacer el combate más sencillo, pero no creo que sea algo que juegue en detrimento de la experiencia. El título original pecaba un poco de exceso de combates contra enemigos similares, o de secciones un poco confusas a la hora de avanzar. Estas características se han mantenido intactas, pero ahora es más rápido enfrentarnos a ellas si nos atascamos y nos vemos obligados a dar alguna vuelta de más.

En nuestro primer contacto, lo que hemos encontrado en este remake de Super Mario RPG es un juego que añade el nivel justo de novedad para convertir a este clásico en un juego que parece que se hubiese lanzado ayer. El universo de Mario está recreado con mucho mimo, la localización al castellano es muy graciosa y se toma las licencias justas para acompañar el tono del juego y, en general, el cariño con el que está recreado el universo de Mario es contagioso; es difícil no morirse de ganas por seguir jugando.

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