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Grand Theft Auto: Chinatown Wars

Larga vida al rey.

La nueva dinámica de conducción es también bienvenida porque los policías se han vuelto más listos y patrullan en grupos más numerosos para que robar coches no sea tan fácil. Una vez los tienes enganchados detrás ya no será suficiente con jugar al escondite dentro del radio de búsqueda; hay que empujarlos para que choquen contra barreras y esquinas para cargártelos. Todavía puedes elegir evadirlos o re-pintar, pero neutralizar a tus perseguidores normalmente te da ventaja y permite que te escondas en un callejón hasta que se calme la cosa.

Y querrás hacerlo cuando estás traficando. A un nivel superficial la habilidad de comprar y vender una gran variedad de drogas de varias de las fraternidades de Liberty City puede parecer un reclamo publicitario algo cínico, pero después de varias horas es obvio que no sólo es vital para la progresión en el juego sino que también es altamente adictivo. Aparte del stock de unos cuantos traficantes bien posicionados (cada uno con sus preferencias de compra y venta) el mail de tu PDA vibra constantemente con ofertas para comprar y vender a precios especiales durante un periodo de tiempo limitado, y eso te hace conducir rápido por las calles para conseguir sacar algo de provecho.

Las recompensas de las misiones son más bajas de lo normal, por la cual cosa el asunto del narcotráfico es importante y a veces casi obligatorio. Y claro, aunque puedes apagar la PDA, muchas veces me he encontrado a mi mismo matando durante más de media hora, comprando pastillas o polvo barato, escondiéndolas y luego yendo a buscar un suculento premio en metálico cuando recibo el mail adecuado. Ahora que puedes pedir a través de la PDA que Ammu-Nation te traiga armas a pisos francos cercanos y, lo cierto, es que con un montón de tipos malos con los que acabar en las docenas de misiones de la historia, el tema del tráfico de drogas de Chinatown Wars encaja perfectamente.

Puedes detener taxis silbando. No suelo ser un fan del micro de la DS, pero ha merecido la pena porque así he vacilado a los compañeros de la oficina.

Nuevamente está prácticamente todo, no falta casi nada de aquello a lo que la saga nos tiene acostumbrados. Se mantienen las misiones estilo vigilante (a las que accedemos desde los ordenadores de la policía), las misiones de taxi y los servicios de ambulancia también están de vuelta, pero también puedes secuestrar los cargamentos de drogas que verás en furgonetas marcadas (y descubrir lo que has ganado cuando llegues a tu escondite), asaltar almacenes, participar en carreras y, en fin, meterte en un montón de líos. Hay vendedores que te venden billetes de “rasca y gana” (con los que puedes sacar una buena tajada), salones donde hacerte tatuajes y gasolineras donde llenar botellas que te servirán para fabricarte tus propios Molotovs y de paso ahorrar un poco.

Hay también 100 cámaras de seguridad que puedes buscar y destruir, y eso afecta al precio de las drogas. Gracias a la Nintendo Wi-Fi Connection puedes avisar a tus amigos de sitios interesantes e intercambiar drogas, mientras que con el sistema inalámbrico local puedes jugar con otro amigo. Con sólo una copia del juego a mano no he podido probarlo, pero la verdad es que sea bueno o simplemente normalillo tampoco afectaría demasiado a la nota.

La pérdida de voces reduce el drama, así que los guionistas optaron por lo divertido y han acertado. Destacan el arrogantemente psicótico Zhou Ming y el tío de Huang.

Pero Chintatown Wars tampoco está libre de fallos. El escenario a veces tapa por completo a Huang a pesar de la opción de centrar la cámara con el gatillo izquierdo, y el combate puede ser extraño en ocasiones: el sistema de apuntado automático a veces no pasa al siguiente objetivo lógico y lanzar granadas o Molotovs parece requerir más dedos de los que tengo, aunque normalmente no supone un problema. También hay alguna ralentización puntual, y a pesar de que los gráficos son excelentes a veces es difícil distinguir a los polis cuando robas un coche, lo cual puede ser frustrante. También te quedarás encallado alguna que otra vez. No es demasiado difícil, pero hay ocasiones en las que sólo hay una misión disponible.

Pero en líneas general Grand Theft Auto: Chinatown Wars es un triunfo, no sólo en términos de llevar un juego difícil a una nueva plataforma de forma intacta, sino porque además lo mejora en el proceso, y muestra un excelente conocimiento de la DS y sus funciones. Los que esperen otro juego serio y de compleja narrativa en un mundo abierto pueden sentirse defraudados con este frívolo Chinatown Wars, pero incluso los más cínicos acabarán aceptando las excelencias de este denso y profundo título de acción. Éste es como el primer GTA, pero con toda la sabiduría adquirida por la saga desde entonces, pulido con todo aquello que deberíamos volver a ver en el GTA del futuro.

10 / 10

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