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Probamos a fondo la app de Steam Link para Android

¿Qué tal funciona la tecnología de streaming de Valve para smartphones y set-top boxes?

Valve publicó recientemente la beta de la funcionalidad Steam Link para Android, con una aplicación descargable gratuita que permite conectar tu dispositivo móvil a cualquier ordenador con Steam que se encuentre en tu red local. Los juegos se envían a través de streaming del ordenador al smartphone o tableta, pasando por el router, o bien a un receptor conectado al televisor. Esto es una extensión del actual sistema de streaming local para Windows y Mac - uno extraordinariamente bueno, por cierto - pero, ¿qué tal funciona la nueva app en comparación?

Para empezar hay que decir que la configuración resulta ser extremadamente sencilla a nivel de software, pero quizás algo más compleja en cuanto a hardware si quieres obtener los mejores resultados. Steam Link y el sistema de streaming local de Steam requieren una buena cantidad de ancho de banda para producir una buena calidad de imagen, y además la transmisión de datos debe ser fiable y consistente. Para lograr un resultado óptimo os aconsejamos que el PC que haga la función de host esté conectado vía cable Ethernet al router, o por lo menos a un adaptador powerline de buena calidad y alta velocidad si lo primero no es posible. A partir de aquí Valve recomienda una conexión Wi-Fi de 5GHz en el dispositivo receptor para garantizar un gran ancho de banda y buena consistencia. De hecho, si vas a usar un set-top box Android en la tele del salón y tienes la opción, opta directamente la conexión por cable.

Configurar el software es sencillo: simplemente conectas tu teléfono o tableta a la red, cargas Steam Link y la app detectará automáticamente tu PC. Asegúrate de tener conectado un mando, realiza el test de velocidad de red, conéctate y listos. En términos de seguridad, no tienes siquiera que hacer login en un cliente móvil; en vez de eso te dan un PIN que debes introducir en el PC. A partir de ahí se sincroniza y ya puedes acceder a tu cuenta y a tu biblioteca de juegos. La interfaz es la del modo Big Picture de Steam, con compatibilidad completa con pantallas táctiles y mandos. Selecciona el título al que quieres jugar y ya lo tienes todo listo.

En la app hay disponibles tres opciones de calidad de imagen - rápida, equilibrada y mejor - y cualquiera de las dos últimas opciones es suficiente para la pantalla de un smartphone. Sin embargo, cuando ves la imagen en un televisor de 55 pulgadas la calidad se queda corta: los títulos con detalles de alta frecuencia presentan un notable macroblocking, y la opción a usar debería ser sí o sí la tercera y más alta. Las opciones avanzadas permiten mejorar un poco las cosas, usando una codificación HEVC más avanzada (tu dispositivo debe ser compatible con ello, por supuesto) y desactivando el limitador de ancho de banda, aunque esto puede introducir más latencia y requiere una conexión Wi-Fi todavía más potente. El menú avanzado es bastante interesante, en cualquier caso, y al igual que con el streaming local tienes en él gráficas de rendimiento que te muestran dónde se produce el lag dentro del proceso de codificación/transmisión/decodificación.

¿Juegos de PC en la palma de tu mano? Eso es lo que promete la app de Steam Link, aunque la realidad es un pelín menos práctica, porque sigues necesitando un mando para que funcione.

Pero a día de hoy la experiencia no está exenta de problemas. Actualmente el sistema está en fase beta, con lo cual mentalízate que puedes sufrir algún que otro quebradero de cabeza. Al probar la app Steam Link en un Samsung Galaxy S8 hemos notado algunos tirones al jugar, situaciones en las que se distorsionaba el sonido y algunos problemas de compatibilidad con el mando Bluetooth de Xbox One S. Este último defecto puede que se deba al teléfono y no a la app, puesto que usando el Steam Controller de Valve la experiencia era más sólida. Otro bug molesto era que al entrar y salir de Steam Link (para mirar las notificaciones, por ejemplo) mientras se hacía streaming se producían pantallazos a negro que requirieron el reinicio de la app.

También tenemos la sensación general de que la conectividad Wi-Fi con el S8 no era tan sólida como en el streaming local de Steam en un Mac (y presumiblemente en PC) incluso cuando hicimos las pruebas con ambos a escasos metros del router. A modo informativo, hemos usado durante nuestras pruebas un router Asus RT-N66U con el PC que ejercía de host conectado vía Ethernet, con lo cual las diferencias de rendimiento son extrañas e inesperadas.

Pese a que la llegada de esta app ha sido calificada por algunos como la mejor opción para un cliente móvil de Steam, lo que ofrece realmente es la migración de la funcionalidad Steam Link del hardware propio de Valve a una multitud de dispositivos Android (había una versión para iOS/tvOS en proceso de validación, pero Apple decidió rechazarla a mediados de la semana pasada). La idea es ofrecer más opciones para jugar, y eso solo puede considerarse como algo bueno. Sin embargo, tenemos la sensación de que el objetivo real son los receptores como la Nvidia Shield TV; nada impide que uses la app con un smartphone, desde luego, pero el mando sigue siendo necesario. Se ha implementado un rudimentario control a través de la pantalla táctil, aunque no es suficiente como para controlar los juegos.

Esta nueva app, en cualquier caso, resulta ser una opción interesante, y el sistema ofrece cierta flexibilidad. Pude pasar de jugar localmente al smartphone y luego a un Mac casi sin transiciones ni tener que cerrar el juego en el ordenador que actuaba de host. El sistema de monitorización de rendimiento también confirma el uso de la codificación de vídeo por hardware de tu tarjeta gráfica, con lo cual no hay un impacto en el rendimiento ni consumo de recursos de la CPU. En general es una opción más a tener en cuenta si eres usuarios de Steam, pese a que nuestras pruebas sugieren que, de momento, todavía se necesita un poco más de trabajo para que el sistema funcione según los estándares del sistema de Valve.


Traducción por Josep Maria Sempere.

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