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Perfect Dark

Resistiendo el paso del tiempo.

Quienes no conocían el Perfect Dark que apareció en 2000 tienen la posibilidad de mirar atrás y ver cómo era uno de los máximos exponentes de los 64 bits de Nintendo. Para entendernos, un juego muy similar a Quake pero con ciertos momentos cinemáticos, un argumento más sólido, menos sangriento y con algunos objetos especiales que nos recuerdan que Joanna no sólo está preparada para matar, como las gafas de visión nocturna, la cámara autónoma o el localizador. Un modo historia a base de misiones y un buen puñado de armas diferentes. Un modo para dos jugadores en los que debemos repasar las mismas misiones que en el modo historia pero con la mitad de riesgo. Un “todos contra todos” bastante divertido y el plato fuerte, el “todos contra Joanna”, donde un usuario encarna a la protagonista y el resto a los enemigos para evitar el éxito de Joanna. Y todo esto sentados delante de la misma consola –como antaño- o a través de Internet, anulando el tic de mirar a la pantalla para saber dónde están los enemigos.

Debemos por tanto valorar en su justa medida una conversión de la que lleva hablándose mucho tiempo. Las licencias propiedad de Rare y no de Nintendo –Killer Instinct es la otra que esperamos– van a ser portadas tal cual a la plataforma Xbox Live como ya ha sucedido con Banjo, y Perfect Dark es el ejemplo perfecto de juego cuya relación calidad precio es inmejorable pero que no demuestra cómo veríamos un juego de 2000 con la potencia de cálculo de ahora. No, porque 4J Games se ha limitado a limar las molestas ralentizaciones del original y ofrecer 60 frames robustos, a subir la resolución en pantalla y a dejar el resto tal cual.

El argumento de Perfect Dark alcanza cotas rocambolescas con una lucha interespacial entre aliens incluida.

Los mapas ahora se me antojan pequeños, las tramas en la Inteligencia Artificial demasiado previsibles y los objetivos no siempre claros. La sensación de ver todo tan “cuadradote” agobia y desentona con mis recuerdos. A menudo hay que revisitar ciertas partes de los escenarios para poder avanzar, algo que parecía superado y que alarga la vida del juego pero agota la paciencia. Y los errores en la parte jugable –¿a quién se le ocurre poner un interruptor de la luz en una habitación por la que hay que volver a pasar si mueres?– no han sido subsanados.

¿Queríamos el juego original? Entonces Perfect Dark es una conversión perfecta. Pero a título personal he de decir que no hubiera estado de más añadir nuevos mapas acordes con la tecnología actual y que se hubieran mejorado las texturas. Los jugadores de PC acostumbrados a emular las consolas seguramente quedarán fríos con la conversión, por eso me temo que siendo Microsoft propietarios de la licencia oficial, habiendo tenido años para acoplar el cartucho en la Xbox 360 y tratándose de un juego mítico entre millones de jugadores, merecíamos alguna cosa más.

El tiempo pasa pero el juego de Joanna Dark continúa fresco como el primer día.

Aún así es una compra casi obligada, pocos juegos hoy en día tienen una dificultad tan ajustada y unos mapas tan bien estudiados. Cada vez que se supera un obstáculo aparece otro nuevo que requiere una estrategia diferente, y el “paso a paso” para avanzar rezuma el sabor clásico de los 16 y 32/64 bits. No sale bien parado comparándolo con la evolución del videojuego en estos diez años, pero no creo que haya nada mejor en el Live Arcade ahora mismo. Dispones de una demostración gratuita de Perfect Dark, así que si dudas dale una oportunidad.

8 / 10

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