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Análisis del MSI GT80 Titan SLI

¿Es posible ofrecer la potencia de una Titan X en un ordenador portátil?

El subtítulo de este artículo parece ciencia-ficción, pero una vez empezamos a ver los resultados de nuestras pruebas vimos que era una descripción bastante veraz de lo que esta increíble pieza de tecnología es capaz de ofrecer. El GT80 Titan SLI de MSI es un enorme reemplazo del ordenador de escritorio, el cual - en la versión que nos cedió el fabricante durante una semana para hacer las pruebas - monta en su interior un procesador Intel Core i7 4980HQ de cuatro núcleos, 32GB de memoria RAM y dos GPUs GTX 980M de envidia en SLI, acompañadas por cuatro SSDs configurados en RAID-0. Son una especificaciones impresionantes, incluidas dentro de un chasis igualmente destacable.

Lo primero que salta a la vista en el GT80 Titan es su teclado mecánico retroiluminado SteelSeries de tamaño completo, con interruptores Cherry MX. Con una duración de cincuenta millones de pulsaciones - en comparación con los entre cinco y diez millones de un teclado de membrana - está claro que la durabilidad del diseño es un aspecto importante, pero todavía lo es más la sensación que da cuando tecleas y ese sonido tan característico. Aquellos de nosotros que hemos utilizado ordenadores de gama alta de la década de los ochenta sabemos lo buenos que son este tipo de teclados. A nivel funcional diríamos que son además un poco más precisos, pero realmente lo que emociona es ver el regreso de los teclados 'de verdad' tras años usando los de membrana de todos los portátiles. Es ese tipo de teclado que usarías para salvar el mundo cada 108 minutos.

Al lado del teclado tenemos un trackpad - capaz de transformarse en un pad numérico retroiluminado con la pulsación de un botón - que responde muy bien y que tiene dos botones en la parte inferior. Son los únicos botones que encontramos en el ordenador aparte del de encendido, el de GPU y el de ventilación. El primero se explica por si solo, mientras que el segundo permite alternar entre la GPU integrada y las dos dedicadas, requiriendo un reinicio (por desgracia la solución Optimus por software no funciona con configuraciones SLI). El botón de ventilación te permite poner al máximo el sistema de refrigeración, algo que no parece afectar al rendimiento pero que sí se nota bastante a nivel de ruido.

En general la interfaz de la máquina es fantástica, salvo por el hecho de que el teclado y el ratón están en la parte más frontal de la base y eso implica que usar el GT80 Titan como portátil es un poco más incómodo de lo que debería. Afortunadamente MSI incluye un reposamuñecas para colocarlo en tu mesa, solucionando el problema. Tratándose de un portátil con una pantalla de 18.4 pulgadas y 4,5 kilos de peso es poco probable que vayas arriba y abajo con él o lo uses en el sofá, pero recomendaríamos hacer el experimento: es una experiencia casi surrealista y extrañamente épica.

Su gran tamaño permite que tampoco vaya corto de conectores. Los habituales jacks de micrófono y auriculares se ven acompañados por una salida óptica Toslink SPDIF, y además tenemos cinco puertos USB 3.0, un puerto Killer gigabit LAN y una salida HDMI 1.4. Teniendo en cuenta sus brutales especificaciones la inclusión de una pantalla 1080p a 60Hz parece un poco extraña, pero en la parte posterior tienes dos puertos Mini DisplayPort, con lo cual puedes sacar 4K a 60Hz sin problemas. Los hemos usado para capturas los benchmarks FCAT a 2560x1440, una exigente resolución que pone en apuros a la GTX980M, pero que aquí no supone ningún problema gracias a que el portátil lleva dos tarjetas funcionando juntas en SLI.

Para terminar, el diseño físico del portátil incluye elementos actualizables. Quitando un par de tornillos se puede retirar el panel superior, lo cual te permite reemplazar los SSDs, la memoria RAM y la unidad óptica. Retirando el panel inferior puedes acceder a otros dos slots de RAM y a las dos tarjetas gráficas. Ahora mismo no hay nada en el mercado más rápido que la GTX 980M, pero es un añadido muy interesante de cara al futuro - y algo que MSI considera muy importante en esta máquina. Curiosamente la CPU no es actualizable, pero basándonos en nuestras pruebas solo uno de los juegos - Crysis 3, por supuesto - muestra signos de cuello de botella comparado con un Core i7 4790K de escritorio overclockeado a 4.6GHz. Nuestra unidad de pruebas incluía un i7 4890HQ, capaz de alcanzar los 4.0GHz (pese a que normalmente suele funcionar a 3.2GHz, según las pruebas con la CPU).

En definitiva, el GT80 Titan SLI es un sistema francamente destacable, como cabría esperar dado su estratosférico precio (4.299€), pero eso no serviría si no diese un rendimiento increíble con juegos. Y eso es exactamente lo que ofrece. Últimamente nos ha preocupado la reducción en la relación calidad-precio de la gama más alta de GPUs, ya sean las GTX 980 de escritorio en SLI o la alucinante Titan X. La GTX 980M, sin embargo, es más modesta que su alternativa de escritorio. Está más o menos al nivel de la vieja GTX 780, pero no llega a tener la potencia de una GTX 970. Pero si montas dos en SLI la situación cambia radicalmente y se vuelve mucho más interesante, como podéis ver en los siguientes benchmarks a 1080p:

La configuración SLI con dos GTX 980M del portátil de MSI frente a la Titan X, la GTX 980 de escritorio y el mismo portátil pero con SLI desactivado. Usamos resolución 1080p, la nativa de la pantalla del GT80.Ver en YouTube
1920x1080 (1080p) GTX 970 GTX 980 GTX 980M 980M SLI Titan X
Battlefield 4, Ultra, 4x MSAA 74.6 86.5 61.5 113.5 111.2
Crysis 3, Very High, SMAA 71.4 81.5 57.2 88.7 105.0
Assassin's Creed Unity, Ultra High, FXAA 51.7 62.4 42.0 82.6 77.6
Far Cry 4, Ultra, SMAA 77.4 87.4 61.6 115.5 101.5
COD Advanced Warfare, Extra, FSMAA 117.8 128.0 103.4 117.8 149.9
Ryse: Son of Rome, High, SMAA 65.1 75.8 53.1 101.9 99.2
Shadow of Mordor, Ultra, High Textures, FXAA 80.8 91.7 65.8 115.5 118.9
Tomb Raider, Ultimate, FXAA 102.4 118.2 84.0 163.4 150.4
Metro Last Light Redux, Max, Post AA 79.4 91.3 64.7 114.1 117.5

Full HD es una resolución importante para el GT80 Titan SLI, ya que es la resolución de la pantalla que monta el portátil. Como podéis ver en los benchmarks, una única GTX 980M tiene suficiente potencia para ofrecer una experiencia excelente. Con dos en SLI tienes gameplay a la resolución y refresco nativo de la pantalla con todos los juegos y el detalle al máximo, siempre y cuando se use anti-aliasing por post-proceso. Lo que no se ve en los benchmarks es el frame-rate mínimo - todos los juegos aquí probados excedían los 60FPS, excepto uno, Crysis 3, que aún así tenía unos más que respetables 54FPS.

La escalabilidad que ofrece el SLI es impresionante. Cuando usas dos GTX 980 de escritorio los beneficios no son tan obvios, hasta el punto que una Titan X overclockeada ofrece prácticamente ese rendimiento bruto en muchos juegos. Sin embargo, el factor de multiplicación al usar dos GTX 980M es increíble: Assassin's Creed Unity, Far Cry 4, Tomb Raider y Rise ofrecen mejoras del 90% en el rendimiento. El que menos - como podéis adivinar - es Crysis 3, ofreciendo 'solo' un 55% de mejora. Aquí excluimos a Call of Duty: Advanced Warfare y su mejora del 14%: la compatibilidad SLI en este juego está totalmente rota, y se añaden unos tirones que nos hacen recomendar desactivar el SLI para jugar con él. Si tomamos los ocho juegos en los que el SLI está bien implementado, la mejora en los frame-rates tiene una media del 83%.

También vale la pena mencionar la consistencia del rendimiento, destacada en las métricas de frame-rate de nuestros vídeos. En la mayoría de caso - excepto Call of Duty - la entrega de los nuevos frames es tan fluida en esta configuración SLI como en la Titan X. Esto nos hace llegar a una conclusión: este portátil para gaming supera (aunque por poco) a un PC de escritorio con la GPU de un único chip más rápida del mercado montada junto a un i7 overclockeado en cinco títulos: Battlefield 4, Assassin's Creed Unity, Far Cry 4, Ryse y Tomb Raider. En Shadow of Mordor y Metro Last Light Redux se comportan casi igual. Una vez más, sin tener en cuenta CoD, la configuración portátil en SLI supera fácilmente a la GTX 980 de escritorio, aunque por un margen muy pequeño en Crysis 3. Hacer una prueba de gameplay con Crysis 3 a 1440p ilustra esto muy bien: la Titan X se queda muy cerca de los 60FPS estables, pero la GTX 980 SLI ofrece una mejora modesta respecto a la GTX 980 de escritorio. Puede ser que la CPU más limitada del GT80 Titan tenga parte de la culpa, pero lo cerca que están la GTX 980 y el GT80 SLI sugiere que la causa es más bien de la GPU.

En nuestras pruebas con Crysis 3 la idea no es funcionar al frame-rate más rápido posible, sino sincronizarlo lo mejor posible con la pantalla en términos de resolución y refresco - en este caso, 2560x1440 a 60Hz. Estamos usando la opción de detalle más alta, con texturas en Muy Alto, SMAA T2x y v-sync.Ver en YouTube
Crysis 3 1440p60/V-Sync Gameplay GTX Titan X GTX 980 GTX 980M SLI
Frame-Rate más bajo 44.0fps 31.0fps 35.0fps
Caídas de frames (de un total de 18650) 477 (2.56%) 3852 (20.66%) 2841 (15.23%)

De forma similar a 1080p, Crysis 3 a 1440p es de los títulos que menos se beneficia de la escalabilidad del SLI, pero en términos generales el Titan GT80 SLI sigue rindiendo de forma increíble a 2560x1440. Hay resultados fenomenales, como los obtenidos con Assassin's Creed Unity, Battlefield 4, Ryse y Tomb Raider, todos ellos casi doblando el rendimiento de una única 980M. En Far Cry 4 el rendimiento es más del doble, algo que parecía imposible pero que hemos comprobado realizando varias pruebas. Es importante recordar que, más allá del anti-aliasing, estamos haciendo las pruebas con todo el detalle al máximo, así que hay posibilidad de cambiar alguna opción si fuese necesario, con un impacto mínimo en la calidad de imagen.

Puede parecer un desperdicio tener tantísima potencia en la GPU para una pantalla 1080p, pero las posibilidades son emocionantes de todas formas. Para empezar, nada evita que conectes el GT80 Titan a un monitor externo capaz de alcanzar una resolución más alta. En segundo lugar, Nvidia tiene su propia solución de escalado, DSR. Con ella, el driver te permite seleccionar resoluciones mucho más altas en el juego para luego escalarlas dinámicamente a la pantalla 1080p. Este proceso se conoce como super-sampling, y es de lejos el método más efectivo de anti-aliasing que puedes usar. Es pura fuerza bruta, pero las dos GTX 980M tienen potencia de sobras para ofrecer resultados sólidos. El único problema aquí es que los drivers para portátil de Nvidia todavía no tienen compatibilidad con DSR, algo muy extraño si tienes en cuenta que el chip es idéntico a su equivalente de escritorio.

Sin embargo, lo limitado de la ganancia con Crysis 3 y los problemas con Call of Duty: Advanced Warfare nos recuerdan que la potencia bruta de esta máquina depende en gran medida de la calidad de la implementación del modo SLI en cada juego, lo cual claramente varía de un caso a otro. No olvidemos que Titanfall, por ejemplo, tardó meses en ser compatible con SLI, y mientras los jugadores con dos o más tarjetas de Nvidia debían usar solo una o utilizar hacks inestables creados por usuarios de la comunidad.

A 2560x1440, la configuración con dos GTX980M sigue ofreciendo un rendimiento excelente, más rápido que una GTX 980 y a la altura de la Titan X en varios títulos muy exigentes.Ver en YouTube
2560x1440 (1440p) GTX 970 GTX 980 GTX 980M 980M SLI Titan X
Battlefield 4, Ultra, 4x MSAA 48.9 57.0 40.8 77.2 75.1
Crysis 3, Very High, SMAA 43.0 50.0 35.3 55.6 67.0
Assassin's Creed Unity, Ultra High, FXAA 32.8 39.4 26.8 53.6 51.6
Far Cry 4, Ultra, SMAA 53.9 61.3 42.7 93.5 78.6
COD Advanced Warfare, Extra, FSMAA 87.0 98.2 75.7 91.3 114.6
Ryse: Son of Rome, High, SMAA 46.3 54.1 37.7 72.7 71.4
Shadow of Mordor, Ultra, High Textures, FXAA 57.0 66.0 47.1 82.0 85.3
Tomb Raider, Ultimate, FXAA 65.5 76.7 54.8 103.9 101.7
Metro Last Light Redux, Max, Post-AA 48.9 58.3 40.8 68.0 74.5

Resumiendo, el MSI GT80 Titan SLI es una bestia a nivel de rendimiento, la cual ofrece unos resultados impresionantes. Siempre y cuando el SLI funcione bien con el juego, estás ante una máquina que supera las posibilidades de un equipo de escritorio con una GTX 980, o incluso la Titan X dependiendo del título. Lo que también es impresionante es su consumo energético. El ordenador viene con una gran fuente de alimentación de 350W, y según nuestras mediciones el consumo llega a alcanzar los 310W. Teniendo en cuenta que nuestro equipo con una Titan X (usando una CPU 4790K overclockeada) consume hasta 346W en esas mismas pruebas, el hecho de que el portátil obtenga resultados similares consumiendo menos es un logro considerable. Pero 310W es una cantidad de energía considerable para cualquier equipo móvil, así que a toda potencia los ventiladores son muy ruidosos - 60dB en el teclado. Además, conviene tener en cuenta que al usarse con la batería, sin estar enchufado a la corriente, los frames-rates caen en picado, ya que la batería de ocho celdas simplemente no es capaz de entregar tanta energía. Los frame-times también se ven afectados, y la tecnología de Nvidia para maximizar la batería hace poco para mejorar la experiencia.

El tema de la batería nos lleva a otra queja que tenemos del Titan GT80 SLI: la autonomía es bastante pobre. Incluso con tareas básicas la batería suele durar unas dos horas con la tarjeta gráfica dedicada, mientras que con la integrada llega más o menos al doble. Pero cuatro horas con tareas muy básicas no es un buen resultado. Evidentemente un equipo como este, destinado a sustituir el de sobremesa, estará casi siempre enchufado a la corriente, y siendo un portátil de cuatro kilos y medio rara vez lo usarás por ahí. Aún así, queda la sensación de que los chips de cuatro núcleos de Intel no son para nada tan eficientes como los de dos. Tener mayor autonomía estaría bien, pero imaginamos que habría añadido aún más peso.

Un detalle que nos ha decepcionado un poco es la pantalla. Aunque su calidad es estupenda, al usar la tecnología PLS de Samsung y poseer muchísimo brillo, parece raro que MSI se limite a montar un panel de resolución 1080p. Teniendo en cuenta el precio del equipo y, sobre todo, que su hardware es capaz de ofrecer frame-rates altísimos a resoluciones superiores, se hace extraño que el GT80 SLI no venga de serie con una pantalla 3K o 4K. Siempre puedes conectarlo a un monitor externo (tres, de hecho), claro, pero no es lo mismo.

MSI GT80 Titan SLI: el veredicto de Digital Foundry

MSI buscaba crear el reemplazo definitivo a un ordenador de escritorio con el Titan GT80 SLI, y por lo general ha cumplido con creces. El rendimiento es francamente increíble para ser un equipo móvil, la pantalla es buena y la interfaz - especialmente el teclado - excelente. La velocidad de Windows es extremadamente rápida gracias a la configuración RAID-0 con cuatro SSDs, y también queda espacio en el chasis para un disco duro de 1TB de 2.5 pulgadas y una unidad óptica que, seguramente, se podrá sustituir con un caddy para otro disco duro. Aunque las posibilidades de expansión siempre son limitadas en un portátil, MSI dice que ofrecerá actualizaciones de la GPU durante dos generaciones, con lo cual - en teoría - el que ahora es el portátil de gaming más rápido del mercado seguirá siéndolo dentro de dos o tres años. La pregunta, claro, es el precio que tendrá reemplazar estas GPUs, porque los módulos MXM siempre han sido mucho más caros que sus equivalentes de escritorio.

Evidentemente el precio a pagar por todo esto también es enorme: hablamos de 4.299€ para el modelo con las especificaciones analizadas en este artículo. Se agradece que vengan extras como el ratón, la mochila o las teclas WASD de metal, pero aún así es caro para la mayoría de bolsillos. Tampoco hay duda de que puedes montar un cubo mini-ITX con una Titan X y un Core i7 Devil's Canyon y que te sobre dinero para comprar un ultrabook, pero esta no es la idea. Lo que aquí tenemos es un equipo que, sencillamente, está hecho para reemplazar al ordenador del escritorio.

Evidentemente parece que hay un mercado para este tipo de productos - por muy de nicho que sean - y cuando pruebas el GT80 Titan SLI entiendes porqué. Pese a su precio, discutible autonomía y ruidosos ventiladores, este ordenador supera los límites técnicos de forma emocionante. Parece casi increíble que pueda contener tanta potencia bajo su carcasa, y su capacidad de actualización e impresionante teclado lo hacen bastante único. Es una locura que dejará estupefacto a buena parte del público, pero para ese acaudalado nicho al que va dirigido seguramente sea una propuesta irresistible.

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