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Pro Evolution Soccer 2011

Vuelven los cracks.

Pero hablando de animaciones, algunos cracks tienen, además, una forma de moverse hecha a medida. El estandarte es, evidentemente, Messi, pero Cristiano Ronaldo o Robben también están en ese saco. En total no hay más de 15 jugadores que estén ahí. Corren más, es complicado quitarles el balón y, sobre todo, tienen una conducción muy pegada al cuerpo y unos cambios de ritmo brutales, incluso con el botón de correr apretado. Nos hemos sorprendido a nosotros mismos buscándolos continuamente, buscando sus desmarques, construyendo, básicamente, el equipo a su alrededor. Y los rivales, en cambio, se tienen que dedicar en cuerpo y alma a evitar que traspasen sus líneas y a marcarlos duramente. Tal y como pasa en la realidad. Muy bien llevado y para nada desequilibrado; si Messi o Cristiano son mejores que los demás eso se tiene que ver en el juego. No es imposible pararlos, pero sí más difícil de lo normal. Un acierto total.

No lo es tanto el control de 360 grados; a falta de ver si eso cambia en la versión final, todavía nos movemos por diagonales. Tiene su parte positiva, que es que puedes jugar con la cruceta, pero es una limitación evidente que debería ser solucionada.

El sistema de pases también ha cambiado. Apretando el gatillo izquierdo y el botón de pase raso o de centro lanzamos balones totalmente manuales, aunque si no lo hacemos ya lo son bastantes. El balón no va teledirigido al pie del deportista más cercano, hay que darle un puntito extra de dirección y controlar la potencia. Eso complica un poquito el juego, pero añade versatilidad y profundidad, y complacerá a aquellos jugadores que tengan un poco más de visión y anticipación, porque podrán aprovechar mucho más los espacios.

La defensa, por su parte, también tiene sus nuevos trucos. Además de la entrada fuerte y floja, ahora se nos permite seguir de cerca al contrario y mantener la distancia; cuando lo creamos oportuno podemos atacarle e intentar robar la pelota. Es más efectivo, pero si nos hace un quiebro en ese momento nos dejará bastante vendidos.

Y ay, los quiebros. Escabroso tema. Además de poder hacerlos manualmente, existe la posibilidad de grabar una serie de movimientos y asignarlos a una dirección del stick derecho. Cuando pulsamos L1 + esa dirección, el futbolista enlazará automáticamente todos los movimientos que hayamos grabado. Hasta cuatro secuencias de cuatro movimientos. Y eso es peligroso: como es tan tan tan fácil hacer cucamonas, es posible que los partidos parezcan más una actuación de los Globertrotters que algo serio. No está mal tener esa posibilidad, pero un abuso puede resultar en una perversión del espectáculo y, más grave todavía, en el desmerecimiento de algo que en teoría tendría que ser difícil. Marcar un gol tras haber hecho una bicicleta, una ruleta, una elástica y un sombrero tendría que salir una de cada mil veces y debería ser lo más complicado del mundo.

En los próximos días seguiremos repasando más funcionalidades y modos de juego de PES 2011, y en cuando podamos capturar vídeos -ahora, por cuestiones de la compañía, no se puede- os ofreceremos un buen surtido audiovisual.

El caso es que el reto más complicado que tiene el equipo de Shingo "Seabass" Takatsuka es, sin duda, evolucionar la jugabilidad manteniendo el estilo Pro Evolution Soccer. Un giro demasiado radical hacia la simulación lo acercaría a un FIFA que le daría demasiada guerra, y un paso hacia lo arcade lo alejaría de ese realismo que todos esperamos. Creemos que van en la buena dirección, que están evolucionando y no sólo limitándose a avanzar, y ahora falta por ver si PES 2011 es sólo una transición o un producto con fuerza y valor por sí mismo. De momento nos decantamos por esto último.

Pro Evolution Soccer 2011 sale para PC, PS2, PS3, PSP, Wii y Xbox 360 este otoño.

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