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Linger in Shadows

Demoscene nextgen.

Claramente, no hay una manera tangible de catalogar este producto utilizando el tradicional sistema de puntuación numérica, pero al menos podemos medir su éxito como obra de arte computerizada y estandarte de la demoscene para la actual generación de consolas.

La secuencia se divide en cinco secciones cortas, pudiendo retrasar o adelantar el tiempo en cada una de ellas. Algunos momentos permiten interactuar con el paisaje, ya sea utilizando los botones o agitando y moviendo el mando. Encontrar la combinación correcta para avanzar a la siguiente fase es lo más cercano a hablar de jugabilidad, aunque la disponibilidad de trofeos hace sentir una experiencia más gratificante.

El control es algo torpe, a lo que no ayuda la deliberada falta de instrucciones. El sensor de movimiento del Sixaxis, utilizado para dirigir la cámara mientras el juego está en pausa, es algo farragoso. “Surca a través del tiempo, hacia delante y atrás”, dijo el productor Rusty Buchert a principios de mes, “mira más allá de la imagen que ves. Hay elementos ocultos con los que puedes jugar, desbloquear y obtener trofeos si los encuentras”.

Es fácil entender por qué Sony quiso tranquilizar a sus clientes diciendo que no sólo estaban jugando a una vídeo-fantasía, pero tampoco ofrece el tipo de exploración que sugiere la propaganda de sus relaciones públicas. El movimiento de la cámara se limita a un área pequeña fuera de la vista predeterminada, y el que espere poner el juego en pausa y poder moverse a través de las hermosas imágenes se verá decepcionado. Todo con lo que puedes “jugar” son simples objetos que giran según mueves el mando, mientras que los elementos ocultos (anuncios saludando a otros miembros de la demoscene) sólo son visibles manipulando la cámara en momentos precisos. Es poco probable que estos logotipos que acechan en el fondo signifiquen algo para quien no sea un fiel seguidor de la demoscene, y la mayoría de usuarios ni siquiera se darán cuenta de que han descubierto un secreto.

Es evidente que no es algo interactivo para buena parte de los jugadores y sin embargo puede resultar todo lo contrario para los puristas de la demoscene. Ciertamente, la respuesta de la comunidad a este lanzamiento es silenciosa y sin repercusión en sus foros. No en el sentido de que hayan habido multitud de criticas, sino de falta de entusiasmo y discusión en general. Extraño, teniendo en cuenta que posiblemente este sea el título más relevante de la escena en años.

Si bien ha habido un montón de elogios por las imágenes y su presentación, también hay confusión en cuanto a si los elementos de “juego”, menos de lo que deberían, lo descartan como una auténtica demo. Esa ética puritana es muy común en los pequeños rincones de la escena, donde existe un incomprensible recelo a que esta subcultura florezca en el seno de una entidad corporativa como Sony. Después de todo, no sería la primera vez que el gigante de la electrónica ha tratado de captar a un movimiento clandestino para sus propios fines. Ya en 2005, la PSP comenzó a aparecer en los murales de graffitis en Estados Unidos, pintados por artistas en un encargo de la compañía. La respuesta de muchos graffiteros reales fue previsible y truculenta, con piezas desfiguradas y cubiertas de comentarios despectivos.

Linger in Shadows seguramente no sea tan cínico como algunas de sus socarronas frases en los créditos finales junto a la breve lista de los miembros de Plastic, antes de la numerosa mención a los empleados de Sony. Estas intrusiones empresariales no ayudan, pero chocan contra la ética demoscene, particularmente cuando la demo en cuestión es la primera que incluye una etiqueta con precio, aunque este suponga mas bien calderilla.

Por tanto, Linger existe en un extraño reino entre el hardcore y la demoscene, pidiendo que pagues para jugar con su peculiar concepto. Es un movimiento interesante si con ello se abre la puerta para que Sony sea una plataforma para demos, y que así logren llegar a un público más amplio. Pero quizás no si antes tienen que ser aprobados por el “stablishment” para llegar ahí. Este experimento al menos debería tentar a unos cuantos de la “demoscene Google” y, dejando a un lado el hecho de pagar, es refrescante ver algo tan esotérico ser defendido de manera pública. No veréis nada como esto en Xbox Live o Wii Store. Eso, al menos, hace de Linger in Shadows algo bastante especial.

Traducción de Rodrigo de la Hoz

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