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SOCOM: U.S. Navy SEALs: Fireteam Bravo 3

Sigiloso y letal.

El título de Slant Six Games premia a los valientes dispuestos a adentrarse en un territorio hostil repleto de enemigos que portan mirillas de francotirador en lugar de ojos y lanzan granadas en lugar de blasfemias; cuanto más imposible sea la misión personalizada, más puntos recaudará el jugador. De este modo, el usuario podrá "comprar" armamento o personajes nuevos para el multijugador y fardar con sus amigos. Por esta regla de tres, los gallinas serán muy fáciles de reconocer: serán aquellos que lleven el uniforme estándar. Asimismo, el juego incluye ciertos retos que desbloquearán más premios e insuflarán más satisfacción personal a los presentes.

La IA de los compañeros, curtida en mil batallas, se ha convertido en sinónimo de contundencia y eficacia en cada una de sus acciones: pegar una patada en la puerta y barrer la zona, eliminar a un enemigo a distancia con un certero disparo en la sien... El problema es que la predisposición de los subordinados a llevar la iniciativa da la sensación de que son éstos quienes hacen el trabajo sucio, aunque esa no sea la intención de su líder. No deja de ser desconcertante entrar en un edificio con ganas de acabar con terroristas y quedarse con el cargador intacto debido a que la faena ha acabado en un santiamén. Menos mal que la misión es sigilosa y por lo tanto no hay ningún superior presente que tome nota del asunto...

Los planes no se hilvanarán en suntuosas salas repletas de monitores, sino que se improvisarán sobre mesas clandestinas y en papeles dibujados a mano

La sensación que tendrá el jugador de quedarse relegado a un segundo plano desaparecerá si decide completar la campaña en cooperativo con hasta tres amigos más, ya sea mediante infraestructura o en adhoc. El equipo sigue estando formado por profesionales con alías ridículos –"Toro", esto va por ti– pero el factor humano será portador de momentos imprevisibles y de errores fatales. En principio, esto podría ser algo negativo, mas sólo aquellos que sobrevivan a un encuentro enemigo en desigualdad de condiciones mediante la eliminación sistemática y gracias a una idea brillante de última hora descubrirán lo deliciosamente gratificante que es verse rodeado por meros mortales.

No obstante, la experiencia y la rutina irán puliendo la técnica del usuario; señal inequívoca de que habrá llegado el momento de enfrentarse a otros jugadores. Los modos habituales en este tipo de refriegas hacen acto de aparición: todos contra todos, por equipos, capturar la bandera.... Para añadir un circense "más difícil todavía", las opciones por defecto anulan toda posibilidad de renacer: una bala significará el final de partida, acrecentando la sensación de encontrarse inmerso en un conflicto bélico. Cierto, esta trampa mortal puede ser desactivada, pero rechazar un desafío tan interesante sólo será propio de aquellos con el uniforme estándar... ¿verdad, lectores?

Algunas misiones están adornadas con momentos jugables atípicos como utilizar una torreta o derribar un helicóptero. Por desgracia, los controles son un tanto erráticos en estas situaciones.

Fireteam Bravo 3 saca a relucir su artillería más contundente en el apartado gráfico. Al ser de dimensión reducida, los mapas están repletos de detalles –se nota que la desarrolladora ha estado meses investigando los parajes de este país imaginario– y las animaciones están bien realizadas. Las voces dobladas al español cumplen su cometido sin llegar a un nivel excelso, y el único detalle negativo en este ámbito es que en ocasiones los sonidos van desincronizados con la acción; este inconveniente se nota bastante durante los momentos de destrucción gratuita.

El asalto de Slant Six Games a la consola portátil de Sony tiene más fuerza que aquellos realizados por su predecesora, pero aún así hay detalles todavía por pulir que perjudican la experiencia bélica. Por un lado, el apuntado automático amenaza con convertir la campaña principal –estrella invitada: una trama convulsa– en una atracción de feria. Uno de los fallos más importantes de las entregas anteriores era la IA de los aliados, e irónicamente la mejora de ésta relega al líder a un mero observador si no decide boicotear a su propio equipo. Asimismo, no deja de ser extraño que la franquicia todavía se vea exenta de un sistema de cobertura que refuerce el aspecto táctico de la serie.

SOCOM: U.S. Navy SEALs Fireteam Bravo 3 ha logrado demostrar que su franquicia todavía no se ha oxidado cual arma abandonada en el almacén de suministros; la personalización de la campaña principal, su vertiente multijugador y todo el abanico de extras son buena prueba de ello. Ahora bien, la desarrolladora ha pecado en situar las inconsistencias de su título en las torres de defensa de esta fortaleza llamada PlayStation Portable para alertar sobre un posible contraataque. Más le vale que los refuerzos estén preparados.

7 / 10

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