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Love

Bello y misterioso.

Sin duda hay una especie de “karma” que dirige el desarrollo de los juegos: por cada docena de juegos genéricos y predecibles que se crean, siempre brota una rareza sobresaliente. Como un píxel extraño en el cielo, estas delicias esotéricas acaparan nuestra atención y hacen más interesante el mundo de los juegos. En el género de los MMO esta rareza singular es LOVE, un MMO de escala reducida que está siendo desarrollado por una sola persona: El “gurú” de los gráficos Eskil Steenberg. Lo más impactante de este proyecto es su claramente estilizado y abstracto aspecto visual. No se trata de realismo ni de funcionalidad, sino de belleza artística. El talento de Steenberg se reparte por igual entre tecnología y visión artística, y Love es un MMO que contiene tanto un novedoso aspecto gráfico como un diseño inusual.

Este erudito sueco se ha pasado los dos últimos años de su vida desarrollando una serie de herramientas y sistemas gráficos que le han permitido crear un mundo absolutamente espectacular para su juego. Y para ello, en vez de centrarse en ingeniosos mapeados o conocimientos arquitectónicos, se ha concentrado en las matemáticas. En Love todo se genera de forma procedural: Steenberg teclea unos números en sus herramientas y éstas le crean un mundo. Y los resultados hablan por si mismos.

El juego en si mismo es un creador de ciudades “moderadamente-multijugador”, con elementos de “shooter” al estilo Quake. Steenberg lo describe como un juego “multijugador de acción-aventura” enfocado hacia las actividades de los jugadores, siendo una ciudad comunitaria, levantada por ellos mismos desde los cimientos. Una vez más, Steenberg depende de elementos externos para generar gran parte de los contenidos y actividades dentro del juego.

Unos pocos cientos de jugadores en cada servidor de Love serán los que construyan las ciudades en las que vivirán. Todos los jugadores podrán levantar muros y columnas, o cavar túneles en la roca para crear habitaciones y pasillos. La ciudad será, tal como explica Steenberg, como un sistema de inventario comunitario, donde los jugadores guardan su botín colectivo y las herramientas que descubran por el mundo. Según crezcan las necesidades de la comunidad crecerá la ciudad en si misma. Es un título en el que la cooperación entre los jugadores será la mecánica principal de la jugabilidad. Lo que alcances a ser en Love puede entretenerte individualmente, pero realmente se trata de hacer crecer tu ciudad y mejorarla para todos sus habitantes.

Steenberg aún está desarrollando el estilo visual, y dice que puede que nunca llegue a estar terminado.

El afán de descubrir los secretos de este peculiar mundo será lo que impulse al jugador a adentrarse en Love. Gracias al sistema de generación procedural, Steenberg es capaz de crear un inmenso mundo de belleza impresionista para que lo exploremos los jugadores. Mientras nos encontremos en medio de la naturaleza salvaje nos enfrentaremos a monstruos y recolectaremos el botín, generalmente algo que resultara útil para la ciudad. Las recompensas recolectadas podrían servir para defender la ciudad de las fuerzas enemigas que hay en el mundo. Uno de los conceptos clave de Steenberg es la creación de un sistema de radio, el cual permitirá que los jugadores se comuniquen entre si a distancia, pero también permitirá la interacción con ciertos aparatos en el mundo. Una bomba activada por radio, por ejemplo, podría detonarse sintonizando la frecuencia correcta y enviando una señal prefijada para la secuencia de detonación. O podría aplicarse a la apertura de una puerta, o interceptar comunicaciones del enemigo.

La idea del combate que tiene Steenberg contrasta bastante con toda la creatividad, exploración y construcción comunitaria que destila el juego. Prefiere una vuelta a los origenes, afirmando que la acción vista en los primeros Quake y en los juegos de disparos en 2D se acerca más al combate que le gustaría ver en un juego multijugador. Ir saltando de lado a lado reventando cosas es algo que definitivamente podremos hacer en Love, resultando una rareza no solo en su creación y su concepción, sino también en su mezcla particular de jugabilidades dentro de un mundo persistente.

La exploración de este hermoso mundo se verá interrumpida por batallas con criaturas enemigas extrañas.

Steenberg también tiene algunas buenas ideas sobre como se generarán las misiones y la historia dentro del mundo del juego. Ha examinado detenidamente algunas de las historias clásicas más populares, como Star Wars, y ha analizado como se desarrollan. Es posible, según afirma, crear sistemas para transmitir historias como esas dentro de un juego, sin escenas de vídeo no-interactivas, ni ninguno de los lastres que estamos acostumbrados a ver en un juego de aventura. Por supuesto, como en todos los proyectos esotéricos e independientes, hay muchas cosas que podrían estar, o no, en la versión final del juego. Love es en gran parte un experimento para Steenberg, que lo bautizo por “el amor al diseño de juegos” – la razón para comenzar este duro proyecto, en vez de hacerse con un puesto bien pagado en una empresa de desarrollo. Steenberg no pierde ocasión para recalcar que el juego esta evolucionando constantemente, y que podría tener un aspecto distinto y jugarse de manera diferente cuando por fin llegue el momento de dejarnos probarlo.

De hecho, Eskil no pretende hacerse millonario con su fascinante creación. Espera tener solo unos pocos cientos de jugadores cuando finalmente salga el juego (que será cuando este terminado), pues eso sería todo lo necesario para pagarse sus gastos y continuar con el desarrollo del mundo. Incluso piensa ceder sus asombrosas (aunque ciertamente difíciles de usar) herramientas como código fuente abierto, por si quieres ver como se hace el juego. Incluso en el 2008, un año de fascinantes e intrigantes desarrollos en el mundo de los videojuegos –y la escena indie de los juegos de PC no es la excepción– Love sobresale como una antorcha en un pajar. Tan solo esperamos que las energías y la inspiración de Steenberg le duren lo suficiente para prenderle fuego al mundo cuando alcance la vital fase beta.

Traducción de Jon Torre.

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