Skip to main content
Si haces clic en un enlace y realizas una compra es posible que recibamos una pequeña comisión. Lee nuestra política editorial.

Leisure Suit Larry: Box Office Bust

Gatillazo.

El ataque de las muñecas de plástico mutantes

Las famosas secuencias de diálogo son el momento en el que se pone más de manifiesto la vertiente “seductora” del título y a la vez son la mejor parte del juego. De hecho, no podemos decir que no nos hayamos reído nada con este Box Office Bust, ya que cuando el jugador tiene la suerte de toparse con una de estas secuencias (interactiva o no) lo cierto es que muchos gags tienen su gracia. Al fin y al cabo, es un tipo de humor erótico-guarrete muy directo que no se ve en muchos juegos (en consola menos) y se agradece.

A lo largo del juego deberemos seducir a las diferentes muñecas de plást... –ejem– señoritas que pueblan el estudio de cine. Para hacerlo simplemente deberemos conversar con ellas escogiendo la respuesta más adecuada entre cuatro posibles. Lo malo es que (además de ser escenas aburridas por ser muy lentas) si fallamos la respuesta tampoco pasará nada, la chica simplemente se mosqueará un poco y nos dejará volver a intentar otra frase, y así hasta llevárnosla a la rulot que nos sirve de piso franco y donde guardamos la partida. Nuestro triunfo no supone un reto, por lo que tampoco experimentas nada especial si lo consigues.

Las parodias de películas que sueña Larry son de lo mejor, pero ni con esas te seducirá.

A todo esto, no podemos decir que el diseño de los personajes (especialmente de ellas) ayude a que aumente nuestro interés por superar las misiones más que por conseguir los Logros/Trofeos. Los personajes femeninos parecen salidos del siniestro laboratorio de un científico loco. Sus proporciones están alejadas totalmente de lo atractivo y se nos presentan como una especie de circo freak de muñecas de plástico con defectos de fabricación. El mismo diseño de nuestro protagonista también nos echará atrás. Algo que no ocurre con los escenarios, que aunque son algo vacíos se levantan sobre el suelo con un toque cartoon agradable que salva visualmente este título en las fotos. Y debemos destacar también el trabajo con el sonido, puesto que desde la banda sonora hasta las voces están son de calidad.

En el juego no veremos nada de sexo explícito, algo que no es nuevo y que de hecho se agradece, pero es que tan siquiera habrá ni la más ligera escena subida de tono, puesto que con el objetivo de llegar al mayor número de mercados (algo que no pasó con Magna Cum Laude) se han suprimido estas escenas. Es por lo tanto, una especie de juego picante que tiene vérselas con todo el rollo ése de ser políticamente correcto, algo con lo que sólo se consigue perder irreverencia más allá de los ingeniosos diálogos y los chistes sobre genitales.

Sobreviviendo al bug

Si el juego ya petardea en su planteamiento jugables no hablemos de los aspectos técnicos. El motor que arrastra el juego es el Unreal Engine y la verdad es que lo de “arrastrar” no es gratuito. Box Office Bust és un cúmulo de bugs y problemas técnicos. Más allá de los típicos fallos de tearing que tantas veces vemos hoy en día, de que aparezcan objetos de la nada y de que las texturas de se carguen ante nuestros ojos, lo más molesto de todo son las constantes caídas de frames, causantes de que el juego pierda toda fluidez y se vuelva tosco hasta producirnos sensación de mareo. Esto es especialmente pronunciado si nos desplazamos en cochecito, quizás por esta razón haya tan pocos vehículos. ¿Os podéis creer que cada vez que nuestro personaje salta el juego pega un tirón?

Que triste...

No habrá partida en que un bug no se interponga en nuestro camino, entre los más frecuentes, quedarnos encallados en distintas partes del escenario. Pongamos un ejemplo, hemos de ir con nuestro cochecito a un lugar determinado del mapa, pero de repente el coche se encalla entre un poste y un objeto invisible. Para sacarlo (si es que podemos bajarnos del coche) deberemos ingeniárnoslas... ¿Coger otro coche para estamparnos contra el nuestro? No es la opción, lo más probable es que acabemos con los dos vehículos encallados. Y todo esto por no hablar de lo incómoda y frustrante que resulta la cámara, especialmente en las secciones de plataformas. Todos estos defectos no son admisibles en un juego actual, y tampoco nos sirven que digan a que sale a la venta a precio reducido.

Por segunda vez han querido actualizar a Larry para que llegara a las nuevas audiencias, pero nuevamente se han perdido por el camino, esta vez más estrepitosamente si cabe. Y es una pena, porque aunque el plateamiento de mini-juegos no es el más adecuado sí que tiene sus momentos de lucidez y hasta puede llegar a brillar en algunos diálogos o situaciones cómicas. Desgraciadamente, sufrir durante media hora para dos minutos de risas no es un precio justo a pagar por el esfuerzo de jugar a este juego. Leisure Suit Larry: Box Office Bust es pura tensión sexual no resuelta.

4 / 10

Read this next