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Dark Souls II: Jefe final - Carro del Verdugo

Guía Dark Souls II - Te ayudamos a vencer al Carro del Verdugo.

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Guía Dark Souls II: Jefe final - Carro del Verdugo

La batalla contra estos jefes tiene diferencias respecto a los anteriores. Vas a necesitar concentración a lo largo de toda la batalla, una de las más divertidas que encontrarás en Dark Souls II.

Cómo matar al Carro del Verdugo

La primera diferencia que vas a notar con el Carro del Verdugo es que solo empezarás a pelear después de que pase algún tiempo. Primero deberás atravesar un largo pasillo curvo. El enemigo pasará cerca de ti cada diez o quince segundos aproximadamente, y la única forma de evitar su ataque pasa por que te protejas en una de las esquinas que hay a lo largo del camino.

Cuando empieza la batalla, ignora a los esqueletos que hay por el túnel y corre siempre hacia adelante. Ten en cuenta siempre dónde se encuentra la siguiente esquina, para evitar el ataque. Cuando veas que el fuego se aproxima, sabes que el enemigo está cerca, así que prepárate para desviarte fuera del camino. Sigue este proceso a medida que avances, matando a todos los esqueletos que no logres evitar.

Cuando estés cerca del final del pasillo, verás una puerta bloqueada por la niebla. Tras llegar cerca de la puerta usa la palanca que hay a la izquierda para que descienda un portón y acabe con el enemigo.

Ahora deberás enfrentarte al caballo. Mantente a uno de los dos lados, en caso contrario estarás expuesto a sus ataques. Cuando se eleve sobre sus patas traseras desvíate inmediatamente hacia la izquierda o a la derecha para evitar su violento ataque. También es necesario que evites la embestida que realiza, y que sucede justo después de que se detenga un momento. Recomendamos encarecidamente evitar estos dos ataques, ya que tu escudo no logra absorber el daño que generan.

Ten cuidado con la niebla que el caballo escupe de su boca de vez en cuando. Normalmente esta es la mejor oportunidad para atacar por los dos lados, ya que se mece lentamente mientras intenta lanzar la bocanada en tu dirección. No tengas piedad y ataca con todas tus fuerzas en cuanto el animal esté ocupado.

Cuando termines la lucha con el Carro del Verdugo, mata a todos los esqueletos que hayan quedado por ahí y recoge las almas. Ve hasta el final del pasillo captura el Alma de soldado valiente, luego avanza por la puerta que estaba bloqueada por la niebla.

Desciende por el pasillo y luego sube las escaleras hacia donde viniste. Enciende la higuera de la izquierda y habla con el hombre que hay delante. Ya has visto todo lo que el Purgatorio de no muertos tiene por ofrecer.