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Need for Speed: SHIFT

Volantazo en la buena dirección.

Estos estilos se ven reflejados en tu perfil de conductor. Tu progresión indicará si eres preciso o agresivo. En cada carrera hay varias acciones que definen hacia dónde te decantas. Una vez más, y por desgracia, esto no influye de ninguna manera más allá de la anécdota en el desarrollo del modo historia. Lo mismo pasa con las medallitas que vas ganando por completar distintos retos. Eso sí, es curioso y para algunos puede suponer una excusa para alargarlo unas horitas más.

Ponte el cinturón, lleva siempre el casco

Need for Speed: Shift es de los pocos juegos en los que me he sentido terriblemente cómodo conduciendo desde la vista interior, la de la cabina, y es algo que no me suele pasar. Desde un primer momento uno ya intuye que el juego se ha hecho pensando en que tiene que jugarse así. Y es que han introducido unas cuantas mejoras de esas que dices santo bendito, cómo no se le había ocurrido nunca a nadie. La más importante: la cámara es ligeramente dinámica y móvil. En vez de estar fija dentro de tu casco parece que se mueve con el movimiento del coche, como si estuviese sujeta por un par de gomas. Parece una tontería pero esto hace que la sensación de velocidad que transmite Need for Speed: Shift sea la más impresionante que he visto nunca en un juego de carreras. Ayudan también los distintos efectos de desenfoque cuando pisamos a fondo el acelerador o el efecto de mareado y pérdida de color cuando sufrimos un impacto. Visualmente, como habréis visto en vídeos y demás, es fantástico. Quizás los escenarios podrían estar algo más trabajaditos y las deformaciones de los coches un poco más cuidadas, pero estas son dos pegas completamente menores si valoramos este aspecto en su globalidad.

La vista interior es tremenda y muy recomendable.

Y ahora viene lo difícil: ¿merece la pena comprarlo? Si eres fan del género, sin duda, es prácticamente obligatorio. Ahora bien, si tienes que elegir uno de entre todos los que vendrán este tiene sus pros y sus contras. A nivel de variedad de pruebas y vehículos está un poco por debajo de DiRT 2 pero, en cambio, visualmente aporta más novedades y, sobre todo, es mucho más rápido; no tienes que ir parándote horas y horas en menús. Tampoco tiene la opción de rebobinar algunos segundos si cometes un error, ni en función de la dificultad que eliges, y creo que es algo ya bastante obligatorio en los juegos de carreras. Pero, en cambio, sí que tiene un multijugador muy entretenido en el que destaca la prueba de uno contra uno. Tampoco esperes encontrarte un nivel de realismo parecido al de Forza Motorsport 3… pero si esto no te importa y prefieres una diversión más en plan show seguro que te quedarás con este Need for Speed.

En definitiva, estamos ante un volantazo dentro de la saga, y un volantazo en la mejor de las direcciones. No sabemos si el año que viene tirarán por este camino pero desde luego serían muy necios si no aprovechan algunas de las grandísimas virtudes que inventa este muy buen juego de carreras.

8 / 10

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