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God of War III

Saca la bestia que llevas dentro.

Y hablando sobre gráficos, dejadme empezar con un golpe como los que asesta el propio Kratos, y es que –y permitirme la osadía– creo que God of War III no es técnicamente posible en una Xbox 360. Así de claro lo digo, y es que creo que este es uno de los juegos que empiezan a marcar la diferencia entre las dos consolas. No obstante, no os lo toméis al pie de la letra, es solamente mi opinión, la percepción que tengo como jugador y siendo un completo ignorante en temas técnicos. De hecho, quisiera matizar un poco antes de que me saltéis a la yugular. No tengo los números en la mano para poder asegurar a ciencia cierta mi anterior afirmación (Digital Foundry ya nos iluminó sobre esto mismo hace unos días), pero sí que salta a la vista que visualmente se nota que God of War III ha sido un juego creado en exclusiva para PS3. Tiene “ese-no-se-qué” que caracteriza los juegos de la casa, utiliza esos recursos gráficos, esa iluminación, ese brillo, ese volumen en los personajes y objetos, ese tono... Y lo mismo pasa a la inversa con juegos como Fable o Halo, que tienen un claro aspecto de Xbox.

Pues bien, centrándonos en God of War III solamente se me ocurren unas pocas palabras para de definir el apartado visual: BRUTAL, MASTODÓNTICO, y demás. Todo se mueve suave y fluido, el personaje de Kratos es demencial y sus animaciones quitan el hipo. Tres cuartos de lo mismo con los enemigos Y ya no hablamos de los final bosses, auténticas masas de polígonos que parecen estar vivos en la pantalla. Sí que se nota un salto entre la perfección extrema de Kratos, con sus poros de la piel impecables, y algunos personajes más secundarios y no tan detallados. Pero igualmente, hasta el personaje más secundario de este juego ya es el no va más de otro título. Y la misma definición podemos aplicar a los escenarios, aunque cabría destacar que la iluminación, aunque está bien lograda y crea una ambientación muy conseguida también es un poco oscura en general. De hecho, es la entrega más oscura de la saga.

Nada que objetar a nivel musical ya que está en la línea de las anteriores entregas. Volvemos a tener los temas míticos de la saga, se combinan grandes descargas de percusión para la acción con coros melancólicos para las zonas más relajadas y por lo general mucha calidad. Ahora bien, el doblaje al español de la voces continua dejando que desear, quizás su principal lastre es que Sony se haya visto obligada a mantener el mismo casting por cuestiones de coherencia, pero lo cierto es que el doblaje en inglés es mucho más acorde con los personajes y lo más importante: contundente.

Resumiendo, si has llegado hasta aquí amigo lector y no has salido todavía corriendo a comprar el juego debe ser o 1) porque estás atado a la silla o 2) porque vas justo de dinero y quieres asegurarte de que la inversión es buena. Pues bien, yo te puedo decir que este juego vale todos los euros que pagues por él. Si te gustaron los otros dos este te gustará todavía más, y si no los jugaste no te preocupes, como hemos dicho antes aquí todo es cuestión de espectáculo y acción directa, no hace falta venir con los deberes hechos. Sus únicos defectos además las cuatro minucias de diseño comentadas son ser lo mismo y no incluir novedades (¡ansiamos un multi a dos jugadores online!) pero es que el punto de partida era tan y tan bueno, que solamente tocando un poco por allí y ajustando un tornillo por aquí ya han conseguido un juegazo. Lo dicho, que estoy harto de hablar, me voy a la mío...

...y TOMA! TOMA! TOMA! TOMA! TOMA!

9 / 10

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