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WipEout HD

Puro amor en 1080p.

Pero en cualquier caso, e insisto, ver correr las naves de WipEout en una televisión Full HD es gloria. Todo el juego tiene tantas capas de pulimento que resulta francamente difícil encontrar una sola aspereza que echarle en cara. El catálogo de naves es amplio y está perfectamente equilibrado. Las seis pistas, una selección de los dos WipEouts de PSP que correremos en sus versiones normal e invertida, son suficientemente variadas y carismáticas (sí, para que una pista sea realmente buena tiene que tener carisma) e incluso la ingeniosa estructura en la que se nos presentan las carreras anima a repetir sin fatiga esos seis circuitos. Como ya ocurría en la entrega Pulse para PSP, las carreras están representadas por hexágonos dentro de parrillas de distinta morfología en cada una de las clases a las que accedemos, de modo que para desbloquear un conjunto de careras es necesario haber completado anteriormente el “hexágono” que las precede. La gracia es que estos “hexágonos” proponen distintos tipos de reto, que van desde las tradicionales carreras hasta las contrarrelojes por vuelta o por tiempo total de carrera, sin olvidar las ya clásicas “zonas”, donde tenemos que sobrevivir el mayor número de vueltas mientras sube la velocidad de nuestra nave. Y, por supuesto, los torneos.

Destaca además el excelente equilibrio de dificultad al que se ha alcanzado. Quizás por la elección de los circuitos, quizás por los ajustes de balance de las naves o quizás por los retoques en el control, todas las careras suponen un reto pero todas dan la impresión de ser realizables. La frustración de anteriores WipEouts, en los que a ciertas velocidades éramos poco menos que proyectiles colisionando contra todos los vértices del mundo, no existe en WipEout HD. En esta entrega, además, repite el desplazamiento lateral que ya vimos en Pulse, que bien controlado es como acariciar amorosamente las curvas. Y sobre todo se ha implementado un uso absolutamente genial del sensor de movimiento del Sixaxis. Éste nos permite, de forma sencilla y eficaz, controlar la inclinación de la nave hacia adelante y hacia atrás, algo elemental para exprimir cualquier WipEout y que por primera vez no nos pone en un aprieto al combinarlo con cualquier giro. Por último, se ha añadido un modo de conducción asistida que ayuda a los novatos a no sentirse terriblemente frustrados en las primeras carreras (nos ha pasado a todos jugando por primera ver a WipEout), pero a costa de convertir el juego en un auténtico aburrimiento.

Así que, ¿qué tiene de malo WipEout HD? Demonios, nada. Pero ¿qué tiene de nuevo WipEout HD? Doblemente nada. ¿Y es eso necesariamente malo? ¡Absolutamente no! Podemos definir este juego como el punto álgido y el perfeccionamiento de la serie hasta un nivel de excelencia como pocas veces hemos podido ver en un videojuego. Es un homenaje a sí mismo, glorioso en todos y cada uno de los aspectos que lo componen, y como tal debe ser considerado. Pero no puedo evitar hacer un doble viaje en el tiempo e imaginarme revisitando el juego dentro de tres o cuatro años, cuando el aspecto técnico no sea en absoluto impresionante. Me pregunto si causará en mí entonces el efecto que sí causa en mí ahora el WipEout original.

En cualquier caso esta entrega es, como hemos comentado, el mejor homenaje que se puede hacer a un título que definió, en cierta medida, los videojuegos tal y como los conocemos ahora. Debe ser el último exponente de los WipEouts de la vieja escuela, porque el diseño que en 1995 era ultra moderno hoy es casi manierismo retro, y porque quizás la saga ha dado ya todo de sí tal y como ahora la conocemos. Estamos seguros (y esperamos ansiosos) que Sony ponga a nuestra disposición packs de circuitos que ayuden a completar este extraordinario juego, que es una compra obligada (apenas 18 euros) para cualquier poseedor de una PlayStation 3.

8 / 10

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