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Trine

3 maneras distintas de enfrentarte al peligro.

Historia genérica, plataformas de desarrollo 2D, un pequeño estudio detrás... Cosas que desanimarían a cualquiera a probar un juego hoy en día, sin lugar a dudas. No es el panorama más atrayente para el videojugador actual. Añadamos más cosas: puzzles con varias soluciones, un motor de físicas genial, y una estética de fábula preciosa. ¿Mejora un poco? Pues es sólo la punta del iceberg...

Trine es un juego de puzzles y plataformas adornado con toques de rol, pero también es el artefacto que da nombre al juego. El argumento es simple: el rey de un poderoso país ha caído preso de maleficios, enfermedades y demás, y como es habitual en la fantasía medieval, se ha montado una de cuidado para ver quién se convierte en su sucesor. Los muertos se levantan de las tumbas, y los que aún viven tienen prisa por dejar de hacerlo. Al parecer, la clave de todo está en tres artefactos mágicos, cuyo propósito no se conoce muy bien, capaces de restaurar la paz al reino y devolver la prosperidad que lo caracterizaba. Nada nuevo en el horizonte, vamos.

Éste es el punto de partida para el encuentro de los tres personajes que nos acompañarán a lo largo del juego: el guerrero, la ladrona y el mago. Los tres coinciden por “casualidad” en la sala del tesoro del castillo, que es donde estaba escondido el Trine, el primero de los tres artefactos. Al tocarlo, las almas de los tres aventureros quedan unidas irremediablemente, y se ven obligados a seguir adelante como un único ser.

Es la excusa perfecta para poder utilizar a tres personajes en uno. Como en aquel clásico atemporal llamado The Lost Vikings, pulsando un botón podemos intercambiar en cualquier momento el personaje actual por cualquiera de los otros dos. Cada uno de ellos tiene habilidades únicas que van mejorando con el tiempo —de ahí el toque de rol—, y que en algún momento resultan imprescindibles para pasar alguna zona.

¿Quién no se ha acordado de ICO al ver esta imagen?

En primer lugar, está el guerrero: fuerza bruta, es el personaje ideal para cargar contra los enemigos cuerpo a cuerpo, ya que dispone de un escudo para defenderse, y más adelante consigue un martillo muy majo capaz de chafar tanto las pretensiones de los enemigos como ellos mismos. Sus habilidades para resolver puzzles están algo capadas, cosa que limita su radio de acción al combate y poco más.

La ladrona es el personaje ágil por excelencia. Dispone de una cuerda para colgarse de superficies de madera, muy al estilo de la cuerda ninja de los Worms clásicos en 2D, además de un arco que va mejorando sus prestaciones a lo largo del juego. A decir verdad, el arco es capaz de lidiar con casi todos los enemigos en los niveles más avanzados del juego, convirtiendo al guerrero en poco más que un personaje destinado a absorver daños severos.

Y por último, el mago. Es sin duda el que mejor aprovecha el motor físico del juego. Es capaz de crear cajas y plataformas, haciendo accesibles lugares que sin él serían imposibles de alcanzar. Además, es capaz de mover a distancia cualquier objeto que no esté fijado al escenario, ya sean naturales o creador por él mismo. No hace falta decir, pues, que sin él muchos cofres del tesoro caerán sin remedio en el olvido.