Trials HD

De Trials HD, a decir verdad, esperaba poco más que un par de horitas de diversión, las mismas que te dan los juegos gratuitos en flash de la misma temática. Sin embargo me he encontrado con uno de los juegos más sólidos que se pueden comprar, ahora mismo, en Xbox Live.

Si sois de aquellos que, como yo, ha gastado cientos de docenas de horas laborables con jueguecitos flash, es posible que alguna vez os hayáis encontrado con uno de esos de trial. Trials HD es prácticamente lo mismo pero ultra-evolucionado.

El control de este juego de RedLynx es simple y huye de toda complicación: con un botón se acelera, con otro se frena y con el stick controlas hacia dónde dirige el peso el motorista. Bueno y con la Y puedes salir disparado de la moto y pegarte unos santos tortazos, pero eso ya sólo es para reír un buen rato.

El juego, entonces, que tiene gráficos 3D pero que se desarrolla en entornos completamente 2D, te empuja a que aprendas a dominar a la perfección el control. Al principio sólo tienes que ir de una rampa a otra, acelerando y frenando, pero a lo largo de los 50 niveles que incorpora el juego la dificultad va aumentando de forma progresiva y con una curva de aprendizaje ejemplar. Lo que al principio te parecía imposible al final te sale solo y ahora los retos serán otros.

Poco a poco tendrás que aprender a levantar la rueda, a mantener el equilibrio en subidas pronunciadísimas, a caer de pie tras saltos gigantes, a redistribuir tu peso para llegar a plataformas elevadas… y esto cuesta tiempo y desgasta los nervios que no os podéis ni imaginar. Por suerte existe el milagroso botón de “back”, que te transporta al principio de la pantalla, y el botón B, que hace lo propio en el último punto de control. Y sin tiempos de espera, algo que se agradece debido a las cientos de miles de veces que tendrás que acudir a ellos.

Sí, efectivamente cada escenario está dividido en varios tramos delimitados por unos postes. Cuando los traspasas automáticamente se guarda tu progreso y si te caes de la moto —porque si tu cuerpo toca el suelo o alguna pared “te matan”— puedes volver a empezar desde ahí. Esto sirve, además de para no desesperarte, para practicar los tramos más complicados.

De todos modos si eres un auténtico profesional intentarás ir a por las distintas medallas, que requerirán de toda tu delicadeza, habilidad y comprensión de los distintos matices de los niveles. Las de bronce y plata son relativamente fáciles; las de oro, en cambio, te harán sudar sangre. Para conseguirlas tienes que completar las pantallas con un solo reinicio o ninguno y en un tiempo concreto. La recompensa por ir coleccionando los metales son nuevos vehículos y acceso a unos divertidísimos minijuegos.