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Exposición Vida Extra

Sobre la cotidianidad de los videojuegos.

El Espacio Cultural de Caja Madrid en Barcelona acoge hasta el 19 de julio la exposición Vida Extra, una muestra visual e interactiva que intenta abordar la influencia que tienen hoy en día los videojuegos en nuestra sociedad y la cotidianidad del hecho mismo de jugar con ellos.

En nuestro particular tour por la muestra nos acompaña David Casabuerta, comisario de la exposición y profesor de filosofía de la Universitat Autònoma de Barcelona. Él mismo nos explica la reflexión que quieren transmitir con Vida Extra: “Nuestra intención era hacer una exposición de videojuegos que no se centrase en los aspectos críticos y negativos ni tampoco en la espectacularidad tecnológica. Era simplemente mostrar los videojuegos como una cosa cotidiana, como una cosa más de nuestras vidas, como lo son los teléfonos móviles, los coches o los espaguetis a la carbonara. Los videojuegos están ahí, mucha gente juega con ellos, pero por lo general están olvidados por el mundo de la cultura. Siempre se los presenta como cosas extrañas, cuando en realidad son algo muy cotidiano. La exposición pretende celebrar esta cotidianidad”.

No se trata de la primera muestra de estas características que vemos en nuestro país, tampoco será la última, ni podemos decir que sea la más original , pero lo cierto es que algunas de sus ideas –y sobre todo cómo han sido expuestas– son realmente interesantes. Sin ir más lejos, nada más entrar topamos con una instalación donde se proyectan (dentro de una especie de cubículo) entrevistas realizadas en plena a calle a aficionados de los videojuegos. En ellas, estos narran su experiencia a los mandos de decenas de títulos, pero en ningún momento se dice a qué juego pertenecen ni tampoco se las acota dentro de unos límites. Explicadas de esta manera, desprovistas de todo contexto, las experiencias se asemejan a las batallitas que nos contaban nuestros abuelos pero pasadas por el filtro de la era digital. La explicación con todo lujo de detalles que hace un chico del enfrentamiento final que le llevó a luchar a muerte contra su maestra en un campo de amapolas, o la escena que nos relata otra chica sobre sus dificultades para conseguir una estrella que hay encerrada en un barco son –explicadas de esta manera– vivencias únicas e irrepetibles.

Esta parte de la exposición, llamada “Quiero Jugar”, corresponde a uno de los cinco ámbitos en que se divide la Vida Extra. Estas cinco áreas temáticas se vertebran como respuestas para la siguiente pregunta: ¿Por qué no podemos vivir sin los videojuegos? Así, otra de las respuestas la encontramos en “Mueven Mi Mundo”, donde se trata la industria del ocio electrónico desde la óptica de datos sociológicos, como que el 83% de los jugadores españoles cree que su vida social ha mejorado gracias a los videojuegos; datos económicos, como la manida afirmación de que facturan más que el cine y la música o la gran influencia que tienen en el PIB de algunos países; o bien declaraciones de varias celebridades, como Steven Spielberg, quien declara que si “volviera a empezar, lo haría en el mundo de los videojuegos”.

En “Invento Mi Tiempo” se aborda el tema desde la óptica de los procesos psicológicos que hacen que muchas veces los videojuegos consigan que nos sumerjamos en mundos abstractos que nos atrapan. Los sistemas para conseguir enganchar al jugador, como el llamado mecanismo del Flow (curiosísimo) son explicados aquí, donde además también se trata la cuestión de la construcción de identidades. Diferentes plafones explican estos procesos de forma muy visual a lo largo de la exposición, realmente es agradable descubrir como hasta el más sabiondo descubre algún dato interesante que desconocía.