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El Señor de los Anillos: La Conquista

Batallas épicas en go-motion.

Pero todo no van a ser defectos en La Conquista porque una de las cuestiones que le suman atractivo al cartucho, a parte del siempre divertido modo multijugador cooperativo, es la variedad de clases disponibles para seleccionar antes y durante las misiones, intrínsecamente relacionadas con la forma de acometer los objetivos marcados. No será lo mismo matar un troll de las cavernas con un mago que hacerlo con un guerrero, de la misma manera que no es tan efectivo un guerrero estándar que Gimli o Aragorn (si no habéis leído la otra reseña os comentamos dos cosas: primero que la leáis, y segundo que llegados a ciertos momentos clave de las batallas el juego da la posibilidad de controlar a los héroes de ambos bandos).

En cuanto al control podemos optar por jugar con la cruceta y los botones, como estilaban los caballeros del píxel, o utilizar el genuino stylus y la pantalla táctil. Aquí confieso que se me presenta una encrucijada a la hora de reseñar porque A) o yo soy muy malo con el puntero en la mano, lo cual no es indicativo de una mala adaptación pero sí de que soy más bien pureta, o B) el control táctil es bochornoso. En cualquier caso el pad digital funciona a la perfección, siendo mucho más recomendable para mantener con vida al avatar que su alternativa táctil.

Para ir cerrando, los entendidos tal vez afirmen que estamos ante un juego del montón sin llegar a ser malo, “un juego de seis o siete”; pero como dice Albert Pla en uno de sus discos, aquí estamos para cantar canciones. ¿Qué quiero decir con esto? Que de lo que se trata es de transmitir impresiones, porque a fin de cuentas, si a nosotros nos gusta (o no) a ti quizá también.

En este sentido, el título de Pandemic para DS nos ha causado un profundo aburrimiento. Francamente, daba pereza ponerse a jugar con él a pesar de sus limitadas virtudes (como el sonido en general o las cinemáticas sacadas de la película), dado su carácter simplista. Por otro lado también habría que preguntarse qué interés tiene la licencia a estas alturas de cara al fan, pero claro, eso en la portátil de dos pantallas es una cuestión arriesgada dado el amplio rango de edades que comprenden los usuarios. Por ello dejamos la respuesta en manos de cada uno, aunque la nuestra sea un no rotundo, hasta que se demuestre lo contrario.

En definitiva, El Señor de los Anillos: La Conquista es un juego más bien olvidable por un cúmulo de factores que van desde lo técnico a lo jugable y que lo arrastran irremisiblemente al fracaso. Una lástima. Otra mancha que ensucia el historial de adaptaciones de esta magnífica obra literaria.

5 / 10

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