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Apache: Air Assault

Cabalgata de valquirias.

Durante los últimos tiempos, y a medida que los juegos casuales van ganando más y más espacio en las estanterías de las tiendas de videojuegos, las quejas de los jugadores tradicionales han ido en aumento. Queremos juegos complejos, dicen. Queremos juegos hardcore. Pues si queréis hardcore, Activision os trae dos tazas. Y no, no estamos hablando de Call of Duty: Black Ops.

Apache: Air Assault es un simulador de helicópteros, como los más avispados ya habréis deducido, con la particularidad de que además de en su hábitat natural, el PC, también se publica para Xbox 360 y PlayStation 3. Una decisión controvertida y peligrosa, puesto que el último intento de simulador que vimos para estas plataformas, Naval Assault, dejó bastante que desear. El caso que nos ocupa, sin embargo, es diferente, porque las tareas de producción han recaído en el estudio ruso Gaijin Entertainment, que ya demostró su buen hacer dentro del género con el notable el notable Wings of Prey y la adaptación para consolas HD de IL-2 Sturmovik.

Lo primero de lo que os tenéis que despedir es de un control tipo arcade como el de Ace Combat o Tom Clancy's H.A.W.X. En Air Assault con el stick derecho se controla la altitud y el giro, mientras que con el izquierdo se acelera, se frena y se realizan movimientos laterales. Es necesario combinar ambos, además, para realizar determinadas maniobras. Pero a pesar de que se ofrece un modo entrenamiento en el que el control es bastante laxo, es en el modo realista donde las cosas se complican de verdad, con la exigencia de compensar y estabilizar de forma continua. Los fans de los simuladores recibirán esta opción con los brazos abiertos, pero lo cierto es que para un usuario novel la dificultad es casi prohibitiva.

Estas diferencias se trasladan también al combate. Mientras que en el modo entrenamiento una vez agotados los misiles estos se recargan con el paso del tiempo, en el modo realista tenemos que aterrizar en alguno de los distintos helipuertos distribuidos por el mapa para rearmarnos y reparar los daños que hayamos sufrido por el impacto de proyectiles. Otra opción de la que también haremos uso frecuente es la que permite suspender en el aire el helicóptero para acceder a una visión térmica con zoom con la cual es mucho más fácil apuntar a los enemigos que hayan en tierra.

Las misiones empiezan de forma bastante asequible, con objetivos simples como sobrevolar desiertos o montañas para destruir convoys de vehículos enemigos o grupos de soldados, para más adelante poner las cosas más difíciles obligándonos a defender barcos en alta mar o arrasar bases de narcotraficantes. Si acabamos siendo derribados por fuego enemigo tenemos tres continuaciones para no tener que reiniciar el nivel, lo cual simplifica mucho las cosas en el modo entrenamiento pero se hace harto difícil en el veterano o realista.

La campaña se ambienta en la actualidad y con escenarios que evocan conflictos recientes (la guerra contra el narcotráfico en Colombia, la guerra de Irak, etc.) y tiene un mínimo de historia de fondo, aunque sirve más como pequeño pretexto que como otra cosa. Donde Gaijin sí que se ha esmerado muchísimo es en representar con el mayor realismo posible los helicópteros Apache, con un modelado excelente y plagados de pequeños detalles (lo podéis apreciar, sin ir más lejos, mirando los instrumentos en la vista interna). No es de extrañar, entonces, que hayan obtenido la licencia y la aprobación de Boing por su trabajo.

Pero a pesar de que las máquinas de guerra protagonistas se muestren con todo lujo de detalles, el aspecto visual global no es del todo consistente. Algunos efectos, como las explosiones, son bastante cutres, y los escenarios (creados a partir de datos topográficos reales) alternan momentos brillantes con otros que no consiguen mantener el tipo tan alto. El sonido pasa más desapercibido, con buenos efectos y una banda sonora tan Hollywoodiense como derivativa (muy apropiada, eso sí). El juego, por cierto, viene traducido y doblado al castellano, aunque la verdad es que la calidad de la interpretación de los actores es mediocre.

Apache: Air Assault es uno de esos títulos que apuestan por la experiencia cooperativa, tanto en la campaña (que pueden jugar dos jugadores en la misma pantalla, uno como piloto y el otro como artillero) y a través de las Squad Missions. Son trece misiones en las que hasta cuatro jugadores pueden participar colaborando para cumplir diferentes objetivos, todos ellos bastante similares a los que ya hemos visto durante la campaña. Este modo, además, puede disfrutarse en solitario, aunque por su diseño queda patente que las misiones se han pensado para jugar con varios amigos. Es extraño, eso sí, que con tanta atención por el cooperativo se hayan omitido por completo las opciones multijugador competitivas.

Reconozco que me causa no poca sorpresa que Activision, una distribuidora a la cual se ha acusado de apostar excesivamente por los títulos más comerciales y menos arriesgados, sea precisamente la que se haya tirado a la piscina trayendo un juego tan inusual en Xbox 360 y PlayStation 3. El resultado final es mejorable, aunque como simulador cumple sobradamente y ofrece una cantidad considerable de diversión que los fans del género sabrán apreciar. No es un juego para todos los públicos, desde luego, pero si te atrae la temática o te atreves a probar algo bastante más realista de lo que es habitual en una consola, ahora mismo no se me ocurre una mejor opción en la que invertir tu dinero.

7 / 10

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