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Expediente Langdell

Mentiras y gordas.

El lado oscuro del copyright

No estoy en contra del copyright, los derechos de autor, las marcas registradas o las patentes, siempre y cuando se entiendan bien. Creo que son un fundamento básico y necesario para incentivar la creación y la innovación. Pero también creo que ya hace muchos años que las leyes muestran lagunas importantes, como demuestra todo el caso Langdell, y no se ha hecho nada para solucionarlo. Ya va siendo hora.

Es totalmente irracional, para empezar, que alguien tenga la capacidad de hacer suya una palabra que está en el diccionario y que es de uso común. En el caso que nos ocupa, 'edge' (que, como hemos dicho, en castellano significa 'filo') es un vocablo habitual en idioma anglosajón. Resulta entre bizarro y reprobable que Langdell, a día de hoy, pueda seguir manteniendo que cuando uno la nombra en el contexto del sector del videojuego está generando confusión y aprovechándose de la marca registrada de una compañía que hace ya más de quince años que nadie recuerda.

¿Estará registrada la marca 'Monstruo de las patentes'?

Lo grave es que las lagunas de la actual legislación permiten que parásitos como Tim Langdell sigan campando a sus anchas. Que un tipo lleve dos décadas viviendo del cuento no le hace ningún bien a una industria que se vanagloria de haber superado ya a otras como la del cine o la música. Y no dice nada en su favor que durante todo este tiempo nadie haya alzado la voz ni haya hecho nada por revertir esta situación. Con la influencia alcanzada en los últimos años, las grandes empresas del sector deberían impulsar una reforma de las leyes de derechos de autor, patentes y marcas registradas para adaptarlas al siglo XXI. Pero en el fondo, me temo, no les interesa.

Me entristeció ver en una de las pocas menciones sobre este tema que he visto en un medio español que algunos comentaristas alegaban que la situación se sacaba de quicio y que Langdell estaba en su derecho de defender una propiedad que le pertenece. Lo segundo es más o menos correcto: a día de hoy la ley le ampara en algunas de sus actuaciones. Pero en el primer punto no estoy de acuerdo. La denuncia de un hecho lamentable e injusto no es sacar las cosas de quicio. Es actuar correctamente.

Como periodistas del videojuego, nuestro trabajo está en el día a día: noticias, análisis, avances. Pero que un tema de tanta trascendencia como este únicamente haya sido tratado por un puñado de páginas de la blogosfera hispana no es aceptable. En los grandes medios no ha aparecido nada al respecto. Señores, no sólo estamos aquí para dar buenas noticias y actuar de voceros de los responsables de marketing y relaciones públicas de las empresas del sector, hay mucha porquería ahí fuera que merece la pena investigar. Y sacarla a la luz para que, con un poco de suerte, se le pueda poner solución.

Este es el primer granito de arena de Eurogamer.es por mejorar la situación. Y seguro que no será el último.

En un claro caso de justicia poética, dio la casualidad de que el redactor de este artículo escribió el texto llevando puesta una camiseta de Mirror's Edge. Desconocemos si esto traerá consecuencias legales para la página.

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