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Blood Bowl

Un domingo cualquiera.

What style! What profession! What a hammerblow!!!

Todo esto se lo sabrá de memoria cualquier aficionado al juego de mesa. Es obvio que con su estructura tan sólida y bien planteada cualquier conversión ha de ser divertida, pero es eso y mucho más. El aspecto gráfico es espléndido; veintidós detallados personajes poblarán los numerosos campos disponibles, todos ellos muy característicos y trabajados. Todo, desde el balón hasta las animaciones de los jugadores, está acoplado perfectamente al juego en tablero, resultando ante todo divertido y simpático, a la par que brutal. Para rematarlo, además de los geniales modelados encontramos artworks que pueblan los menús, uno sobre cada raza, donde de nuevo vemos a los ausentes elfos oscuros.

Al excelente apartado gráfico hay que sumarle una música discreta y unos efectos sonoros gloriosos, sobre todo gracias a los comentaristas Jim Johnson y Bob Bifford que conseguirán arrancarnos más de una carcajada cada vez que digan algo, aunque lo hayan repetido ya treinta veces (en perfecto inglés, por cierto, aunque los textos están en castellano). Como decía, la música brilla por su ausencia durante los partidos y únicamente encontramos algunos temas en los menús, bastante acordes al mundo Warhammer.

En cuanto a los diferentes modos, tenemos el clásico modo campaña en el que ir ganando torneos con nuestro equipo mientras sube de categoría, siempre contra la IA, la cual por cierto muchas veces tomará decisiones equivocadas (o se arriesgará inútilmente) a nuestro favor.

Un reto mayor lo supondrá el modo online, divertido hasta decir basta. Tras crear el equipo iremos compitiendo, ya sea en partidos sueltos o en ligas organizadas, subiendo de nivel nuestro equipo y escalando posiciones en un ranking global. Estos partidos serán un espectáculo de habilidad estratégica, sangre fría y altas dosis de suerte; poco pudo hacer un equipo elfo impresionantemente bien clasificado en el ranking cuando le había lesionado a más de medio equipo. Otra fue fallar un ¡A por ellos! con reroll incluido para anotar un touchdown en el último turno… La suerte se encargará de hacernos reír, llorar y en general dar un poco de variedad a los partidos.

Por supuesto, también se da la posibilidad de jugar dos personas en el mismo ordenador con el modo “Hotseat”, que sin embargo nos obligará a escoger un equipo por defecto o uno nuestro exportado, siempre perdiendo la posibilidad de subir niveles o sufrir lesiones, al tratarse de un partido suelto en lugar de una liga.

¡Por poco me olvido! Como gran novedad, los chicos de Cyanide han añadido un modo de juego llamado 'Blitz' o "Penetración", donde además de abrirse nuevas posibilidades –equipar a nuestros jugadores, hacerlos entrenar, usar hechizos...– podemos jugar en tiempo real. Sí, Blood Bowl en tiempo real, podéis imaginar qué barullos se montan. Lamentablemente, es bastante injugable y queda a años luz de la fórmula clásica, que es divertida a rabiar.

No puedo acabar sin comentar un pequeño defecto inherente al juego en sí, pero que ahí está. SecuRom, ni más ni menos, dispuesto a verificar online cada instalación y restringiéndolas a sólo tres. Por lo demás, el juego funciona sin el DVD así que una vez pasado el mal trago inicial no molestará más. Personalmente, es algo que no tengo en cuenta a la hora de valorar un juego, aunque no se puede negar que resulte molesto. Lo que sí se nota un poco más es el lioso menú de multijugador donde sudaréis sangre antes de conseguir hospedar un partido, mientras el descontrol campa a sus anchas.

En resumen, al no ser un asiduo de la franquicia no puedo –ni creo que debiera– comparar el videojuego con el juego de tablero. A los que no conozcáis la saga, sólo puedo deciros que se trata de un título divertidísimo, atractivo para cualquier jugón en general. Salvo por el hecho de que muchas partidas se alargan más de hora y media, es un título apto para cualquiera, que proporciona tanto diversión directa como vicio a largo plazo, dada la posibilidad de crear equipos y “subirlos” cual MMO. Además, con Warhammer detrás las risas y la brutalidad están aseguradas. A los conocedores y aficionados al juego de tablero, poco podría decirles, más que ¿cuándo echamos un partidillo online?

8 / 10

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