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Sniper: Ghost Warrior

Un disparo, un muerto.

Las partes en las que haces de francotirador en los FPS son de mis favoritas y creo que casi todos las solemos disfrutar. En medio de una acción casi sin tregua siempre hay un par de niveles en los que nos armamos con un riflaco que casi ni podemos agarrar y, desde la distancia, acabamos impecablemente con algún molesto criminal.

El reto al que se enfrenta City Interactive –de hecho este juego salió para PC y Xbox 360 hace un tiempo, pero lo analizamos ahora para su versión de PS3 y aprovechamos para revisitar los otros dos- es ver si funciona un juego entero basado en atacar de lejos, camuflarte y cubrir al soldado raso que se mete de lleno en la acción.

La idea es buena, de eso no hay duda, y el juego tiene algunos momentos bien divertidos. Normalmente nos indican una posición y desde ahí tenemos que darle a un blanco en movimiento, limpiar una zona para que tus compañeros puedan avanzar o simplemente retrasar el avance del enemigo.

Estás en Isla Trueno y eres, evidentemente, un francotirador. En este país sudamericano ficticio hay un malévolo dictador -¡BUU! ¡Susto!- que se ha hecho con el poder y está complicándole las cosas a las Fuerzas Delta, a los rebeldes y a tu ejército en general. Todo parece muy fácil hasta que empiezan a secuestrar a miembros de tu equipo, a escaparse, a traicionarte y a tenderte todo tipo de emboscadas.

Normalmente las puedes resolver desde la distancia y ahí Sniper: Ghost Warrior no funciona del todo mal. Es bastante divertido eso de "un tiro, un muerto" y de sentirte implacable y seguro. En tus mejores tiros hasta te ponen una cámara lenta que se recrea en el impacto. La mecánica es sencilla: apuntas y disparas. Hay un punto rojo alternativo al centro de la mira que te indica dónde debes disparar realmente para corregir la trayectoria, que varía según el viento y la distancia, y también puedes contener la respiración durante unos segundos para fijar el pulso. La imagen pasa a blanco y negro y los enemigos se destacan con un pequeño brillo que te hace mucho más fácil encontrarlos.

Esa es una de tus principales tareas, de hecho. Como si fuese uno de esos juegos de busca y encuentra te pasarás gran parte de las misiones resguardándote para evitar impactos y sacando el cañón de vez en cuando para intentar ver dónde hay destellos que destapan la posición de los malos, o incluso marcándoselos con prismáticos a otros compañeros para que ellos acaben el trabajo.