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Avance de Warhammer 40,000: Chaos Gate - Daemonhunters

X-Knights: Enemy Daemons.

Es complicado abrir un texto sobre Warhammer 40,000 sin hacer referencia a que en el oscuro futuro del cuadragésimo primer milenio únicamente hay guerra. ¿Veis? Si es que sale solo. Ahora bien, el Imperio de la Humanidad disputa sus batallas en muchos y muy diversos frentes; mientras las inabarcables filas de la Guardia Imperial ocupan planetas enteros o las quirúrgicas escuadras de Exterminadores limpian pecios espaciales de la amenaza Tiránida, otros libran sus batallas envueltas en secretos y sombras. Ese es el camino de los Caballeros Grises, capítulo de los Marines Espaciales nacido de la mano del mismísimo Emperador, cuyo firme propósito es eliminar las amenazas surgidas de la Disformidad y todas sus espantosas ramificaciones.

Y, ya de paso, protagonizar Warhammer 40.000: Chaos Gate - Daemonhunters.

Pues que hace unos días tuvimos la suerte de poder contemplar una presentación con gameplay de la alpha de este nuevo título ambientado en el universo de Games Workshop, vamos a poner encima del tablero de juego qué elementos aportará este título que actualmente está desarrollando Complex Games.

Nuestra escuadra de Caballeros Grises se enfrentará, a sangre, fuego y habilidades psíquicas, contra una plaga desatada por Nurgle, la entidad del Caos. Todo el sector Tyrtaeus estará amenazado por este asalto caótico y nosotros - y, por extensión, nuestros paladines del Emperador - tendremos que expurgar al repugnante demonio y sus secuaces. La manera de llevar a término nuestros planes será mucho más interesante, como de costumbre, que la premisa, puesto que lo que vimos de Daemonhunters presenta una visión que intentará ir un poco más allá de ese estándar en los juegos de estrategia por turnos que es el popular XCOM de 2012.

Ni que decir tiene que, al formar parte de universo de Warhammer 40,000, en Daemonhunters todo está pasadísimo de rosca. Empezando por nuestro transporte: como buenos Marines Espaciales que son, la escuadra Xiphos de los Caballeros Grises no viaja en clase turista sino en una suerte de gargantuesca catedral gótica sideral que les permitirá desplazarse por el sistema a toda velocidad, albergar barracones donde mejorar y personalizar a sus tropas, elaborar precisas estratagemas o desplegar a su equipo allá donde sea necesario. O sea, justo en el meollo de la batalla.

Es sobre el terreno donde apreciamos que Chaos Gate - Daemonhunters aspira a imprimir un ritmo más ágil y más brutal a sus turnos. Pese a que los Caballeros Grises no dejan de ser como el resto de sus hermanos Astartes - es decir, acorazados con patas-, se desplazan por el terreno con rapidez y aprovechando todas las ventajas tácticas que este les ofrece. Y es que tanto les dará sortear ruinas, cajas y demás elementos de la escenografía como emplearlas de parapeto para bloquear las acciones enemigas. Unas acciones enemigas, además, que podrán entorpecer el paso de nuestras unidades y hacernos replantear nuestra estrategia. Ahora bien, esa carretera tiene dos direcciones y si los abyectos lacayos de Nurgle podrán fastidiar nuestro cuidadísimo plan de batalla bloqueando secciones, nosotros también podremos volar sus coberturas o, por qué no, mandar a hacer puñetas puentes y tirarles encima algo que pese una buena tonelada.

Y es que a la hora de tirar del gatillo, los favoritos del Emperador no tienen rival. Los Caballeros Grises no fallan sus ataques. Punto. Olvidaos de esos porcentajes locos a medio metro de distancia del enemigo o de fallar disparos con un rifle de francotirador y 99% de probabilidad de acierto. Los Marines Espaciales tienen tantas mejoras, servo-fluflos y sistemas de apuntado que probablemente acertarían el tiro con los ojos cerrados y disparando de espaldas. Por si todo esto fuera poco, Daemonhunters incorporará una mecánica de apuntado de precisión que nos indicará en todo momento cuánto daño haremos desde nuestra ubicación actual y, cuando el combate llegue a las distancias cortas, nos permitirá elegir dónde ubicar nuestros ataques. Así, podremos aturdir a los oponentes, inhabilitar su armamento o causarles efectos adicionales que, en ciertas situaciones, podrán dejarlos listos para una vistosa ejecución.

No hubo tiempo para mucho más, pero en opinión de este humilde siervo del Emperador, las impresiones que nos dejó esta versión alpha de Warhammer 40,000: Chaos Gate - Daemonhunters fueron bastante satisfactorias. Con una premisa sencilla y un desarrollo respetuoso con el material de origen, Complex Games parece haber dado con la tecla para llevar un paso más allá la estrategia por turnos. Las mecánicas y el ritmo incorporados al género parecen acertados y pocos universos se prestan tanto a experimentar con estas dinámicas como el del oscuro cuadragésimo primer milenio. Donde solo hay guerra. Ya lo he dicho otra vez.

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