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Warhammer 40.000: Space Marine

Los ángeles de la muerte.

¿Qué pasaría si cogiésemos un juego de PC como Dawn of War II y nos pusiéramos a programar un port de este para PlayStation 3 o Xbox 360? Probablemente –si pusiésemos todo nuestro empeño en esta tarea, y nos rompiésemos la cabeza para adaptarlo de forma correcta a las peculiaridades de una consola– podría acabar saliendo un muy buen juego. Al fin y al cabo, este título de estrategia creado por Relic nos dio una buena alegría el pasado mes de febrero y tiene base suficiente para triunfar en cualquier tipo de soporte. Siempre y cuando se toque lo justo y bien, por supuesto.

Quizás, hacer esto hubiera sido lo más sencillo, pero en Relic las cosas no funcionan así. Aunque a veces son un poco gamberretes su notas de clase siempre ha sido bastante altas (sólo tenéis que ver su historial de juegos), con la cual cosa les permitimos que den rienda suelta a sus ideas. Para que veamos que su desmadres a la canadiense son parte strico sensu de un proceso creativo global nos han invitado a sus oficinas en Vancouver para enseñarnos sus nuevos proyectos. Además de Homefront, vemos por primera vez su nuevo título sobre la saga que más dominan, Warhammer, y al verlo nos damos cuenta de que no estamos ante un juego que no aprovecha nada del buen trabajo anteriormente realizado, sino que se han decidido a crear algo absolutamente nuevo en todos los sentidos. Warhammer 40.000: Space Marine se parece más a God of War que a Dawn of War II, con eso os lo decimos todo.

“Obviamente estamos muy orgullosos de la franquicia Dawn of War, pero esto es algo completamente nuevo para Relic”, nos comenta el productor del juego Chad McFarlane. A diferencia de su anterior juego de estrategia en tiempo real, Space Marine se caracteriza por el “control directo” de los personajes. “Queremos asegurarnos de que la gente sepa que no es un RTS, es un juego de acción en tercera persona con toques de RPG”. Y es que, aunque pese a los fanáticos de Halo Wars y Civilization Revolution, al César lo que es del César, y hasta que no cambien mucho las cosas hay una cosa que está clara: los ordenadores son mejores para los juegos de estrategia y las consolas par los juegos que combinan acción y aventura.

De momento, nada mejor que ver el primer tráiler para ir abriendo boca, porque os podemos asegurar que lo que nos ha enseñado Relic pinta muy bien. Como podréis comprobar, el vídeo va alternando entre escenas con gráficos pre-renderizados y otras directamente ingame; la forma cómo se entrelazan entre si y el gran detalle de los gráficos hacen que casi no se note. De hecho el motor gráfico del juego, llamado Phoenix, ha sido creado específicamente, una muy buena señal. Lo que vemos nos resume en líneas generales por donde van a ir los tiros. Tenemos a un grupo de marines espaciales luchando a muerte –y en clara minoría– contra las hordas de orkos. La guerra es salvaje, las salpicaduras de sangre se convierten en grandes charcos, sentimos la dureza de los golpes y el aliento pestilente de nuestros enemigos. Los espectaculares Ultramarines juran dejar claro porque se les apoda “ángeles de la muerte”, los escuadrones de asalto retro-reactoares (gracias Alberto y Miguel Ángel, nuestros redactores “warhammerianos”, por la terminología técnica) saltan sobre sus víctimas y crean una honda expansiva con sus martillos. Al final la gran bomba baña de luz todo el escenario y fundimos a blanco.

Esta crudeza visual con la que se nos presentan las imágenes tiene que ver con el principal objetivo que persiguen en Relic, “capturar la naturaleza aspera y violenta del universo constantemente en guerra que es Warhammer”, nos comenta Chad. Y no sólo eso, porque también se han fijado en algo tan obvio como es la fascinación de estos personajes por la propia destrucción. “ Ya sabes, ellos son así de violentos por principios. Lo puedes ver en el vídeo, realmente queríamos expresar que realmente se sienten animados por la batalla. Cuando ven la explosión nuclear se giran y se emocionan, porque piensan 'Oh, ¡más muerte!' No les importa que puedan morir, simplemente quieren estar en la batalla”.

En lo que se refiere al argumento este Space Marine vendrá a añadir una nueva historia a la ya densa cronología de Warhammer 40.000, unos nuevos hechos que aunque tampoco diferirán mucho del canon de esta serie, siempre son de agradecer por el hecho de que amplían su universo. Resulta que una flota de orkos ha invadido un mundo Forja, que para los novatos en Games WorkShop es donde se fabrican las armas para el Imperio y que sirven como engranaje de esta guerra eterna. Nuestra misión, –si decidimos aceptarla, y va a ser que sí– será evitarlo y por lo tanto, recuperar esta gran factoría para que nuestro Dios Emperador no se enfade con nosotros y que esta gran economía de guerra no se vea obstaculizada.