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Skate 2

Nos hemos patinado media "New San Vanelona".

Hemos podido jugar a la versión de PlayStation 3 de Skate 2. ¿Es tan bueno o mejor que su predecesor? Intentamos resolveros algunas dudas mientras esperamos ansiosos que llegue finales de enero, que es cuando sale a la venta.

Skate fue una auténtica revelación que nos hizo olvidar completamente a Tony Hawk. Fue uno de los mejores juegos deportivos de 2007 y una sorpresa tremenda. La clave de su éxito residía en que el control se alejaba del camino ultra arcade, desgastado y arcaico que marcaba su competidor desde Activision. Con el sistema de control “Flick it” podías imitar con el stick derecho los movimientos del pie y hacer trucos de forma muy intuitiva.

Otra de las virtudes del juego era su honestidad y sencillez. No mejorabas tus atributos durante el juego y las distintas tablas no te ayudaban a patinar mejor –aunque podías comprar una infinidad de ellos por mero coleccionismo-. Todo se basaba en una curva de aprendizaje casi perfecta; lo que al principio parecía dificilísimo al final estaba chupado. Tú mismo ibas aumentando esos retos a medida que te notabas cómodo con el control. Genial.

En esta segunda parte se introducirán unas cuantas opciones extra que no tuvieron tiempo de añadir en el primero –y lo sabemos porque, hace un año, cenamos con el productor de Skate y nos comentó por dónde iría la cosa-.

Las novedades serán, básicamente, que podrás mover objetos para construir tus sets y que podrás bajar de la tabla para no tener que dar vueltas con el skate. Ahora bien… ¿era necesario? ¿Aportará algo? Nosotros, tras varias horas de juego, tenemos nuestras dudas... aunque le estamos empezando a pillar el truco. Con todo, preferimos esperar a la versión final para proclamar un veredicto.

Lo de poder girar y colocar mobiliario urbano parece, al principio, algo totalmente pesado. ¡No es nuestro trabajo eso de diseñar los niveles! Además ralentiza el ritmo de la partida: baja de la tabla, busca bancos o contenedores, muévelos, aléjate, salta… y si no lo has hecho bien vuelta a empezar para pensar qué más puedes añadir. Por suerte este proceso no se requiere demasiado a menudo y, cuando es fundamental, es bastante obvio lo que tienes que mover. Esperemos que no se caiga en el error de romper la sutileza del primer juego y esta opción no acabe siendo uno de esos añadidos que se hacen porque tienes que poner “más cosas y más grandes” en una secuela.

Lo de bajar de la tabla sí que está bien. El control parece que no será una delicia pero evitará que tengas que dar vueltas como un pelele porque no puedes subir unas escaleras.

En cuanto al argumento, volvemos, de nuevo, a San Vanelona (el nombre es una mezcla de San Francisco, Vancouver y Barcelona, ciudades en las que se inspira). Pero algo ha cambiado: ha habido un terremoto y han tenido que reconstruirla de nuevo y ahora se llama New San Vanelona. Y ahora viene lo mejor: está llena de policías y seguratas que persiguen a todo skater viviente. Ah, eso, y lo mejor: la empresa que los organiza se llama MongoCorp. y ellos son los MongoCops. Os dejamos una pausa para que las risas.