Skip to main content
Si haces clic en un enlace y realizas una compra es posible que recibamos una pequeña comisión. Lee nuestra política editorial.

Primeras impresiones de Oxygen Not Included

Lo nuevo de los creadores de Don't Starve.

Esta claro que hay alguien que Klei Entertainment con un gusto por el castigo. Invisible Inc., Don't Starve y Mark of the Ninja son juegos crueles, a su manera, escondiendo su maldad y dificultad bajo una capa visual simpática, y Oxygen Not Included no es una excepción. Con una serie de ingeniosos sistemas que son a la vez intrincados y profundos, se trata de un juego que constantemente se burla de ti, que constantemente te calma antes de presentar otra crisis ante ti, que constantemente te recuerda que eres, de hecho, un tipo duro. Y yo debo tener cierto gusto también por ese castigo, porque me parece un juego brillante.

En Oxygen Not Included empiezas la partida escogiendo un planeta en el que te dejan abandonado (una novedad en el juego tras su reciente paso de acceso anticipado a lanzamiento final, el cual sirve para retocar las opciones del mundo). Tras ello apareces en él, bajo la superficie de un lugar extraños, con tres Duplicados, el nombre que reciben los pequeños clones que forman los cimientos de tu colonia. Y a partir de ahí tu objetivo es sobrevivir.

Esa es toda la ayuda que recibes, lo cual es fantástico si buscas un reto, pero también algo que intimida si te esperas un comienzo algo más gentil. Esto hace que los descubrimientos producto de las buenas prácticas sean emocionantes, para los que os consideréis tecnócratas, pero también que los malos hábitos se van formando a medida que aprendes sobre la marcha, excavando hacia el interior buscando cámaras de aire repletas con tu propio CO2, sin saber que hay todo un sistema para los niveles de oxígeno, o que si construyes una caseta (una de las pocas pistas que te dan al principio) sin un lavabo, pensando que eres muy listo, acabarás con toda la colonia muriendo por una intoxicación alimenticia al no haberse lavado nadie las manos.

De hecho, tuve que buscar ayuda en algunas guías, algo para lo cual ayuda bastante que Oxygen Not Included haya estado un par de años en acceso anticipado (y que también dice mucho de su complejidad, dado que personalmente me dedico a escribirlas en esta, vuestra web de confianza). Cuando lo hice la experiencia cambió significativamente, y descubrí que Oxygen Not Included funciona con una especie de ciencia interna, brillante y sistémica. El oxigen se eleva, el dióxido de carbono desciende y el hidrógeno se deposita arriba del todo. No puedes insuflar oxígeno con un aparato si no excavas para reducir la presión del aire, pero no debes excavar demasiado, al menos al principio, para no elevar la temperatura o descubrir una bolsa de gas tóxico para el que no tienes equipo, al encontrarse tu colonia en su infancia a nivel técnico.

Ver en YouTube

Todo esto, la verdad, es rascar la superficie. Si te sumerges por los menús y submenús hay todo un mundo de opciones esperándote, incluyendo un fantástico giro a la fórmula de administración, crafteo y gestión de la colonia con un útil sistema de prioridades, el cual te permite otorgar a las tareas un valor entre uno y diez según su urgencia, ese tipo de detalles que parece complicado al principio pero que después se convierte en una poderosa herramienta para aquellos que se atrevan a usarla con cabeza. Si lo dominas puede que, brevemente, alcances un equilibrio antes de que salte otra alarma y vuelvas al redil, solo que en esta ocasión estarás un poco más preparado.

Supera estos primeros y duros intentos a la hora de sobrevivir y, ya sea aprendiendo sobre la marcha o comportándote como un auténtico burócrata, descubrirás que Klei ha creado otra pequeña joya. Pronto te descubrirás a ti mismo pensando, quizás peligrosamente, como un expedicionario científico y como un dictador, lo cual deberías ver como un halago dentro de otro inteligente videojuego desarrollado por un estudio que todos deberíamos reconocer ya como un equipo de maestros a la hora de crear oscuros simuladores de supervivencia.


Traducción por Josep Maria Sempere.

Read this next