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Neverdead

Katamari Demente.

Hemos llegado a un punto en el que innovar no es tan fácil como parece. Hay fórmulas claramente definidas que funcionan, y normalmente el espectro en el que nos movemos es siempre el mismo pero cambiando la ambientación, algún detallito y ya. Por suerte hay unos cuantos estudios que deciden dejarse llevar y salir con algo estrambótico. Y parece, además, que Japón es ahora mismo el epicentro de este estilo punkarra e irreverente.

NeverDead entra en esta última categoría con una propuesta jugable demencial. Es un shooter en tercera persona, con toques de hack and slash, en el que nuestro personaje se ira desmembrando cada dos por tres.

Si nos disparan a los brazos o a las piernas los perderemos. Imagina que alguien te da en la pierna derecha: saldrá disparada y caminaremos a la pata coja, más despacio, y dando saltitos. Lo mismo con los brazos, el tronco... hasta quedarnos solo con la cabeza. Podrá rodar y, como si estuviésemos en Katamari, recoger lo que hayamos ido perdiendo en el orden que mejor nos parezca. Es fabuloso en sí mismo ver una cabeza con un brazo pegado -e ir disparando por el camino-.

Esta pérdida de extremidades no es solo una penalización por recibir daño, sino que también implica cierta estrategia y hasta puede ser voluntaria. De hecho hay un botón que permite arrancarte partes de tu cuerpo para luego lanzárselas a los enemigos o resolver algún puzzle. Por ejemplo, hay salas en las que hay que activar un interruptor y solo podremos acceder a ellas a través de un hueco del tamaño de nuestra cabeza. Una vez dentro abriremos una puerta y podremos reunirnos felizmente con el resto de nuestro cuerpo. También podemos utilizar brazos como señuelos, como bombas...

El protagonista se llama Bryce Boltzmann y en el siglo XV le dieron la inmortalidad -un rey demonio-. Ahora, en la actualidad, se ha decidido a cazar demonios por dinero y venganza. En esta misión, en la que intentarán frenar una invasión algo más chunga de la normal que casi ha destruido su ciudad, le acompañará una detective privada llamada Arcadia.

Tráiler del E3 2011

Ella será un elemento importante que deja claro que, por más inmortales que seamos, todavía podemos perder la partida. Si acaban con ella o con quien nos acompañe veremos un game over como una casa. También lo veremos si no somos capaces de superar algunos puzzles con limitación temporal o si nos encontramos con algunos enemigos con especial apetito por cabezas rodantes.

Por lo que pudimos probar, y a pesar de esta premisa tan esperpéntica, los combates son bastante tradicionales, y acabaremos con los demonios con espadas, disparos y ataques cuerpo a cuerpo. Es interesante el uso del escenario, que a veces se derrumbará y otras nos dará poderes especiales que ayudarán a aumentar nuestro potencial destructivo: si hay fuego podemos encendernos y quemar a los enemigos, por ejemplo.

Los gráficos son bastante tradicionales, también, sin ninguna floritura especialmente notable y con un toque japonés reconocible a primera vista -a pesar de que el juego lo hace Rebellion, que son ingleses, está dirigido por Shinta Norita, que ha estado involucrado en varios juegos de Konami-. Vimos pantallas de noche, otras con luz natural, interiores, mazmorras...

Queda por ver si la historia durará las 12 horas que prometen y con qué otros modos de juegos nos sorprenden. Y, más importante, si esta mecánica basada en los desmembramientos se aprovechará con gracia durante todo este tiempo para generar situaciones inteligentes y divertidas o si será más una carga que otra cosa.

NeverDead no tiene pinta de que tenga ganas de competir contra los grandes juegos de su género, y ya está bien así. Es un juego bastante de nicho, con humor y muy peculiar, y con potencial de ser suficientemente divertido como para que no le quitemos el ojo de encima.

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