Monster Hunter Freedom Unite

Aquí prima la competitividad para con uno mismo. El desafío de acumular mayores ganancias para comprar mejores armaduras, la obsesión por combinar raros objetos que produzcan armas totalmente únicas o el simple hecho de completar toda una retahíla de misiones a la busca y captura de final bosses para subir rango.

La clave, y esto es fundamental para entender porqué MH consigue enganchar una vez que pones tus manos encima de él, radica tanto en la ambientación como en lo grato que resulta jugarlo.En estos tiempos donde continuamente se abren debates sobre la "casualización" del videojuego o la falta de interactividad real causada por el exceso de cinemáticas, suponemos que este título será muy bien recibido por aquellos que defienden la inmersión de antaño.

Todo es juego aquí, y el resto depende tan solo de tu imaginación. De cómo respondes ante la impecable factura técnica en el modelado de monstruos y recreación de paisajes. El tono afable y permanentemente cómico de los personajes (inequívocamente nipón) ayuda a que todo entre por los ojos, pero la épica y frenesí del combate en niveles avanzados raya también el drama puro.

¿Playa o Montaña?

Si acaso, el principal escollo a solventar radica en los métodos que decidas emplear para aniquilar a tus presas. Dentro de las especialidades que existen en armamento, hay subcategorías y combinaciones sólo posibles si dedicas buena parte de tu tiempo en exclusiva para ellas. Y podéis dar por hecho que cada una cuenta con atributos suficientes como para querer tenerlas todas. Como es de esperar, las mas espectaculares por su tamaño ofrecen baja velocidad y no son muy recomendables en los primeros compases, pero, ¿cómo rendirse a un cuerno de caza descomunal con el que además podemos tocar notas para activar habilidades especiales? ¿Qué trampa de las diez que llevamos equipadas utilizaremos para inmovilizar al enemigo?

A poco que uno sea consciente de las muchas horas que hay por delante en Freedom Unite, al final todo es una cuestión de paciencia. Por no hablar de las otras tantas que andaremos despistados reclutando Felynes y organizando sus turnos en la cocina o abonando la huerta para que nuestras hortalizas crezcan sanas y vigorosas.

El clima y nuestra barra de resistencia son siempre un handicap que nos hará expertos en el manejo de ítems. Ninguna de las posibilidades que ofrece el juego en ese sentido (por combinación, compra o recolección) están dejadas al azar. De nuevo, lo que éste nos exige es persistencia pero sobre todo constancia.

Un detalle a tener en cuenta es que a pesar de su gran devoción por el modo ad-hoc (hasta cuatro personajes simultáneos y única manera en la que es disfrutado por cientos de miles de fans en Japón), la experiencia nunca se degrada en solitario. Contamos con los ya mencionados Felynes para que nos sirvan de apoyo en las misiones más peliagudas (esas donde el enemigo ocupa prácticamente toda la pantalla, exprimiendo al máximo las capacidades técnicas de PSP con brillantez absoluta), lo cual se agradece pese a los ocasionales bajones de IA que ocurren en dichos momentos.

Es éste, en definitiva, un título que requiere de algún descanso entre temporadas pero al que sin duda volverás una y otra vez por la enorme adicción que es capaz de generar. El más largo de la saga hasta la fecha y que cae como agua de mayo en el catálogo de una portátil que parece despertar de un letargo gracias a lo que se le viene encima.