Kingdom Come: Deliverance - Trucos y consejos: guía para sobrevivir a la Bohemia medieval

Kingdom Come: Deliverance tiene muchas peculiaridades. Sus sistemas son inusuales y muchas veces no están del todo claros, y su jugabilidad está construida alrededor de ellos de forma que prima siempre la idea de realismo. Solo dependes de ti mismo.

Debido a eso, hay cosas que funcionan de forma ligeramente distinta a lo que esperarías de un videojuego, ya sea guardar o crear pociones o incluso combatir. En esta página hemos reunido unos cuantos consejos y trucos de Kingdom Come: Deliverance que desearás haber conocido antes, y también las demás guías individuales de Kingdom Come: Deliverance para que no te pierdas nada de lo que estamos preparando.

Guarda cuando puedas

Explicamos este punto en más detalle en nuestra guía en la página correspondiente a cómo conseguir Schnapps redentor y dónde encontrar una cama, pero para resumir, diremos que no es que haya muchas oportunidades para guardar la partida en este juego.

Cuando tengas la opción de hacerlo, ya sea en una casa de baños o en una taberna, o simplemente cuando puedes viajar rápido fácilmente para llegar a tu cama antes de alguna tarea peligrosa, deberías hacerlo.

Recuerda reparar tus objetos

Procura tener kits de armadura, de herrero y de sastre encima, y reparar tu equipo tras cada lucha. Los podrás encontrar en los mercaderes más relevantes. No solo mejorará tu habilidad de mantenimiento, sino que hará que tu equipo no se deteriore hasta el punto de que solo un vendedor pueda repararlo, que no es algo barato.

Si dejas las reparaciones para el final del juego es posible que te encuentres con equipo demasiado avanzado para tu nivel, así que empieza lo antes posible.

Además, tu equipo vale más dinero si está en buen estado.

Una forma fácil y sin coste de aumentar tu habilidad es recoger espadas dañadas de enemigos caídos y llevarlas a una piedra de afilar para repararlas. Sabrás que están afiladas cuando las muescas y la sangra desaparezcan, y quede una hoja brillante. Si salen chispas, bien; si sale humo, mal. Algunas espadas tienen marcas indelebles, no obstante, así que puedes estar horas afilándolas para nada.

También puedes aumentar tu habilidad afilando una espada hasta destrozarla, y luego haciéndolo correctamente. Recuerda que la pista visual para saber que lo estás haciendo bien son las chispas.

Aprende a leer

Leyendo, o mejor dicho, estudiando, puedes aumentar más habilidades aparte de la lectura. Es una forma fácil y barata de aumentar tu habilidad. Puedes comprarlos de escribas y otros mercaderes. También puedes aprender recetas de libros para crear pociones útiles, aunque no son baratos.

Para estudiar un libro, búscalo en tu inventario, úsalo, selecciona estudiar y especifica durante cuánto tiempo quieres hacerlo. Verás un contador de progreso en el centro de la rueda. Completar un libro requiere unas cuantas horas del juego, y curiosamente, recibes un extra de velocidad de lectura y de aprendizaje si lees en lugares de lectura, que normalmente es en sitios en los que puedes sentarte. Tu cama es el mejor lugar para hacerlo.

Lleva siempre una pala

En el juego hay búsquedas de tesoros enterrados, y vas a necesitar una pala para poder hacerte con ellos. No hace falta que la tengas equipada siempre, con que esté en tu inventario ya podrás cavar cuando quieras.

Para más guías como esta de Kingdom Come: Deliverance, echa un vistazo a nuestra página principal de la guía de Kingdom Come Deliverance, donde también te explicamos cómo guardar tu partida en Kingdom Come: Deliverance y reunimos la lista de comandos para añadir retículas, eliminar el HUD y mucho más.

Entrena para aprender a combatir cuerpo a cuerpo

Hace falta un poco de tiempo para acostumbrarse al sistema de combate de Kingdom Come: Deliverance. Normalmente mantener la distancia y atacar cuando el enemigo se acerca es una buena forma de asestar un golpe. Mantener la distancia también significa que puedes esquivar más fácilmente los contraataques, que son más comunes en enemigos con mejor armadura y habilidad.

Vale la pena destacar, ahora que hablamos de los combates, que puedes activar la retícula de tu arco para apuntar, algo que explicamos en detalle en la página Kingdom Come: Deliverance - Lista de comandos de consola. Va genial en los enfrentamientos.

Para el entrenamiento puedes comprar puntos de habilidad en determinados vendedores repartidos por el mundo del juego. También puedes usar las arenas de combate, indicadas en el mapa por dos espadas, para recibir muchas lecciones útiles y gratuitas sobre movimientos más avanzados, particularmente a las afueras de Rattay. Entrenar así hace que aumenten todas tus habilidades de combate. O simplemente puedes participar en una lucha de espadas de madera para lograr beneficios similares.

El sigilo también suele ser una opción

Tratándose del tipo de juego que es, en Kingdom Come: Deliverance las situaciones pueden abordarse de distintas formas. Eso incluye la ruta del sigilo, que está construida alrededor del ruido, la luz y la visibilidad, estadísticas de personaje que puedes ver en el menú.

Si lo que te interesa es abrir cerrojos, próximamente publicaremos una página con todo lo que debes saber sobre el uso de las ganzúas y dónde encontrarlas.

Usa los caballos adecuados

En Kingdom Come: Deliverance no hay un detallado sistema de combate cuando montamos sobre un corcel, pero puedes agitar la espada mientras lo haces. También puedes embestir a la gente mientras galopas. Tendrás más de un tipo de caballo disponible en los establos que hay en el mundo.

Los caballos rápidos son divertidos, pero no necesitas uno. Quizá te interese más conseguir un caballo más fuerte para que pueda cargar con más equipaje, lo que puede hacer que ganes mucho más dinero. Si tienes problemas, próximamente publicaremos una guía para encontrar un caballo y conseguir la armadura de caballo.

Recuerda comer, ¡pero ten cuidado con lo que te metes en la boca!

En los calderos repartidos por el mundo hay alubias que puedes comer sin ningún coste, pero si amlmacenas mucha comida en tu inventario tienes que tener en cuenta que se irá deteriorando rápidamente, y que te puede acabar envenenando. Si el estado de un alimento no es bueno, ¡no lo comas!