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Final Fantasy XIII

Vislumbrando el futuro.

Las luchas son ágiles y atractivas, tanto visual como mentalmente. Es fácil entenderlas y experimentar con ellas. El HP (los puntos de vida) se recarga automáticamente después cada batalla. El juego te anima a que examines con cuidado los patrones de ataque de los enemigos, pues recibir un impacto en medio de un combo hace que este se rompa, con lo que tienes que esperar para vengarte. Al final de la batalla se valora la velocidad, el estilo y la técnica utilizadas en un escala que va de una a cinco estrellas –con recompensa si eliminas a los jefes con mareantes combos–. Después del combate, Lightening y Sazh son libres de recorrer la vía del tren destruida, a su alrededor todo tipo de engendros voladores sobrevuelan la zona, plagada de robots gigantes.

La forma en que el juego efectúa las transiciones entre las escenas de corte, las batallas y la exploración es impresionante; en un momento dado estás viendo una espectacular escena y de repente ves que hay un cambio súbito en el ángulo de cámara y te encuentras jugando. Cuando corres hacia un enemigo no hay nada más que una breve pausa antes del combate. El diseño es increíblemente bueno, bello a la vista a la vez que jugable, capaz de una inmersión inesperada. Transmite la sensación de ser un juego de acción de ritmo acelerado gracias a la explosiones, los disparos y el ambiente de estas primeras escenas.

Después de unas cuantas batallas aparece un mini-jefe y el final de la vía: Lightening, cortante e imperiosa, ignora los comentarios humoristas de Sazh, mientras los dos vuelan hacia la ciudad en un transporte que se mueve lentamente. Claramente se ve que ella es una mujer con una misión. Lástima que la demo no nos da demasiados detalles sobre de que puede tratarse –solamente que quiere acabar con Cocoon desde dentro y exponer la falacia que se esconde tras su sagrada gobierno.

A partir de aquí tomas el control del Equipo NORA, un grupo de resistencia rebelde de Cocoon que es perseguido. Está Snow, el chico de la bandana que parece tan seguro de si mismo que hemos visto en los tráilers, la atrevida chica Lebreau, ese fortachón de cabello pelirrojo llamado Gadot, y la pequeña Maqui, con detalles de neón rosa en su ropa. Jugar con Snow es muy diferente que hacerlo con Lightening; sus ataques son más lentos y físicos, no se desenvuelve con tanta agilidad por lo que está más expuesto a los combates.

Se escuchan anuncios sobre los peligrosos intrusos y sobre las fuerzas de la resistencia rebeldes y de cómo se han producido los hechos del descarrilamiento, después se ve a un grupo que parecen ser refugiados, niños asustados y adultos llevados por el pánico. Les piden ayuda al grupo rebelde y empieza aquí la lucha final de la demo, un combate contra gigantescos robots animales que hemos visto en algún tráiler. Lo que pasa a continuación es con toda probabilidad un spoiler demasiado bestia –es suficiente con decir que no todos sobreviven, una escena que nos sirve para hacernos una idea de cuan profundo puede acabar siendo el juego en cuanto a narración más allá de sus explosivas escenas de acción.

De momento el juego pinta abrumadoramente bien. Los personajes nos gustan –Lightening por todo su misterio, los miembros de NORA por su camaradería– el escenario es absorbente, y todo el conjunto es visualmente suntuoso, tal como esperarías de un juego de nueva generación de Square Enix. El argumento es la única cosa de la que no podemos daros nuestra opinión todavía, más allá del clásico punto de partida del régimen opresor, la lucha de los resistentes contra éste y los personajes con poderes misteriosos que cambiarán el destino. En cualquier caso, estos cuarenta minutos de Final Fantasy XIII solamente han conseguido crearnos más ganas de que finalmente llegue a las tiendas.

Final Fantasy XIII llegará a PS3 a finales de año en Japón. Lo más probable es que su lanzamiento en Europa para PS3 y Xbox 360 se retrase hasta 2010.

Traducción de Albert García.

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