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Eurogamer: Nuestros diez videojuegos favoritos de 2015

La redacción al habla.

5. Metal Gear Solid V (Konami / PS4/One/PS3/360/PC)

"Los grandes lanzamientos suelen caracterizarse por alejarse lo máximo posible del riesgo, por reforzar las expectativas del jugador y evitar que salga de su zona de confort un solo segundo. Quizá por ello muchos de ellos me resultan tan olvidables y me sorprende tanto que cuatro meses después sigo pensando en Metal Gear Solid V casi a diario (cuando me meto a invadir algún POA, sobre todo).

MGS V desafió mis expectativas y jugó con las posibilidades del medio para dar lugar a una de esas historias que solo pueden contarse mediante la interactividad. Sigo metiéndome al subforo de Reddit dedicado en exclusiva a sacar a la luz toda clase de detalles escondidos en el juego que dan pie a toda clase de teorías conspiranoicas. Pienso en lo que cuenta sobre la industria y en lo que nos dice sobre la misma todo lo que ha rodeado a su lanzamiento.

Aunque al final, si sigo volviendo es porque no puedo parar de dar vueltas en torno a su gameplay, el control milimétrico sobre los gestos y el apuntado que tanto cuesta alcanzar. Decía nuestro compañero Víctor en el Podcast Reload que en Super Mario 64 se empezó con una habitación en blanco y no se salió de ahí hasta que el personaje se movía a la perfección. Puedo imaginarme algo parecido con Venom Snake." - Jaime San Simón


Metal Gear Solid 5 no es un juego común, es algo excepcional que probablemente no debería haber ocurrido. La conclusión de la saga de Hideo Kojima es un juego improbable porque es una superproducción de autor, una rara avis que sabe tratar la acción y el sigilo como ningún otro sin tomarse demasiado en serio a sí mismo y guiñando constantemente el ojo al jugador. Es un juego encorsetado dentro de un mundo abierto gigantesco con una historia excéntrica repleta de detalles, y dirigido por alguien que entiende de forma única el medio y sus entresijos, así como el desarrollo de la acción. Una historia íntima y personal, al fin y al cabo, salpicada de mecánicas que funcionan exactamente como esperas (pedir suministros aéreos y marcar a un enemigo para que caigan encima suyo y lo dejen inconsciente no tiene precio, por poner un ejemplo) en un mundo que reacciona de forma constante a nuestras acciones y se adapta a ellas, en el que puedes crear tus propias pequeñas anécdotas. Puede que la historia no consiga cerrarse del todo o que la falta de (aún más) tiempo extra en su desarrollo se haga demasiado evidente en determinados puntos, pero es uno de los juegos de sigilo más divertidos que he podido jugar nunca y, todavía más importante, uno que sabe premiar la creatividad a los mandos. - Borja Pavón

4. Batman: Arkham Knight (Rocksteady / PS4/One)

"Su calamitoso lanzamiento en PC y el trabajo de Rocksteady a la hora de trabajar en el DLC han condenado a la tercera parte y final de la trilogía del hombre murciélago al olvido en la mayor parte de listas de lo mejor del año, por no hablar del justo enfado de los miles de aficionados que, satisfechos con lo que el estudio inglés había ofrecido hasta ahora, confiaban en un cierre que, aquí viene el giro, merece mejor suerte de la que ha corrido. Defenderlo no es tarea fácil, pero quién dijo miedo habiendo hospitales.

Tener algo que decir tras casi 80 años de cómics, 7 películas y varias series de televisión no es fácil; como tampoco lo es llenar de grandes momentos una historia larga que debe apelar tanto al novato como al experto. Rocksteady lo consigue, porque si algo ha caracterizado hasta ahora a los juegos de Batman es el respeto al personaje, una mezcla entre entenderlo a la perfección y desarrollar una serie de mecánicas a su alrededor que funcionan como un tiro y son coherentes por encima de todo. Al introducir el Batmóvil, rápido en los desplazamientos y contundente en los enfrentamientos, Rocksteady añade nuevas piezas a un puzzle que crece alrededor de la figura del vigilante y que nos permiten alcanzar una simbiosis con el personaje impensable hace años. Arkham Knight pone su broche a una trilogía capaz de hacernos olvidar las miles de adaptaciones desastrosas de antaño, y aunque todo lo que lo rodea ha hecho que pierda lustre, su legado seguirá brillando con fuerza en el oscuro cielo de Gotham." - Diego Pazos


"Rocksteady nos tenía tan mal acostumbrados con los anteriores Batman que el continuismo de Arkham Knight puede haber acabado sabiendo a poco (o incluso atragantándose, como a los jugadores de PC). Pero que el árbol no os impida ver el bosque: el cierre de su trilogía sobre el caballero oscuro es, una vez más, una brillante aventura de acción que entiende a la perfección el personaje creado por Bob Kane y Bill Finger, posee unas mecánicas jugables depuradísimas -con el Batmóvil, por fin- y un acabado audiovisual intachable. Arkham Knight es el último y definitivo paso dentro de esa evolución que ha ido sufriendo la saga desde los cerrados confines de Asylum a la amplitud de una Gotham más atractiva e imponente que nunca. Ahora, a otra cosa. ¿La Liga de la Justicia, quizás? El tiempo lo dirá." - Josep Maria Sempere

3. Fallout 4 (Bethesda / PS4/One/PC)

"Fallout 4 no es Fallout New Vegas. Diré más: es sensiblemente inferior. Los diálogos se han simplificado, el diseño de misiones también, y la ausencia de Avellone a los mandos de la nave deja un hueco en el medio campo de esos que te pueden costar un Mundial. Se ha hablado mucho de que Fallout 4 no es el juego de Obsidian, y a nadie le duele más que a mi. Sin embargo, puede que vaya siendo hora de hablar de todo lo que sí es.

Porque, para empezar, Fallout 4 es un regalo. Un juego que, más allá de quinielas y rumorologías, ha sabido ser lo suficientemente generoso para ignorar la maquinaria del hype anunciándose apenas unos meses antes de su lanzamiento, y desembarcar de repente en un mundo de semejante magnitud tiene que valer algo. Y sí, es cierto que por el camino hemos perdido profundidad, pero hemos ganado otro yermo inabarcable de esos que solo Bethesda sabe construir. Otro paraíso de roña y coches volcados en el que apetece quedarse a vivir, y que de nuevo podemos afrontar como queramos, incluyendo esta vez la posibilidad de hacerlo con más tiros y menos excusas. Un Fallout para las masas, es posible, pero también uno del que escucho hablar a amigos que jamás hubieran mirado a su predecesor. Fallout 4 es muy Fallout, y por eso me cuesta condenar todos sus compromisos: Porque New Vegas siempre estará ahí, íntegro, perfecto... y minoritario. Y porque a veces es bonito ver como ganan los buenos". - Enrique Alonso


"Podría estar líneas y líneas hablando de todos esos detalles que se pueden mejorar en Fallout 4 o de aquellas características que posiblemente eran mejores en New Vegas. Pero, y aquí está la gracia del asunto, ni siquiera así podría evitar llegar a la conclusión de que la nueva aventura en el yermo post-nuclear de Bethesda es -y con diferencia- mi juego del año. Porque, al final, en un videojuego todo se reduce diversión y sensación, y ningún otro ha logrado producir tantas y tan intensas como Fallout 4. Tras casi cien horas de juego, me sigue maravillando. Me sigue atrapando. Me sigue mostrando cosas nuevas. Y me sigue incitando a volver. Fallout. Fallout nunca cambia." - Josep Maria Sempere

2. Nuclear Throne (Vlambeer / PS4/Vita/PC)

"Si hace un par de años hubiese sabido las horas que le iba a dedicar a Nuclear Throne, lo hubiese comprado nada más entrar en Early Access. Para los que hemos seguido las actualizaciones casi semanales (en mi caso solo durante el último año), cada partida ha sido un tiempo bien invertido y una experiencia enormemente didáctica sobre los desafíos de un desarrollo.

Una vez concluido el mismo, sigue siendo un juego del que se puede aprender muchísimo. Sobre cómo dotar de personalidad a cada arma, cómo unos efectos de sonido bien trabajados pueden cambiar tu percepción del mundo, cómo distintos personajes pueden dar pie a juegos diferentes, cómo generar una profundidad progresiva para que cien horas después sigas aprendiendo algo en cada partida de cinco minutos.

Para ser un juego en el que cada partida depende de un generador de niveles procedural, los detalles que se han dejado al azar son prácticamente nulos. Día tras día nos lanzamos de cabeza a unas partidas donde un solo error es fatal porque el progreso no se mide en porcentajes, sino en habilidades, conocimiento y seguridad en uno mismo. It's not fair, it's not right." - Jaime San Simón


"Nuclear Throne es uno de los juegos más sólidos que he jugado en muchísimo tiempo. Así de sencillo y así de contundente. Su sistema de juego no lo es menos: aniquila a todo lo que se mueva, recoge la radiación que suelten los enemigos para subir de nivel y trinca nuevas armas para matar más fuerte hasta que llegues al final. Su control es preciso como un reloj y sencillo como un botijo, sus niveles se generan proceduralmente para que cada partida sea diferente y la práctica totalidad de sus elementos conspiran para que en cuanto des un sólo paso en falso tu partida se vaya al traste.

Y con semejante cóctel, la sensación de inmediatez, de urgencia, es imponente. Los enemigos y los escenarios pueden oscilar desde la calma y el uso de las coberturas hasta el bullet hell más loco, forzándonos a realizar maniobras imposibles e incluso perdiendo el control de nuestra partida en décimas de segundo. Y eso sin entrar en el terreno de las mutaciones, los personajes o las armas, que hacen que toda esa variedad se amplíe exponencialmente. En última instancia, Nuclear Throne es ese juego que encarna las principales virtudes del desarrollo independiente: un early access mimado al extremo y la importancia del núcleo jugable sobre cualquier otra consideración." - Pablo Casado


"A estas alturas empieza a no tener sentido seguir hablando de Nuclear Throne, de su control perfecto por sencillo y accesible por el mismo motivo, de su personalidad arcade grabada a fuego, de su excelente música o de su capacidad de enganchar como pocos durante horas pese a que las partidas no excedan, en el mejor de los casos, los quince-veinte minutos. Él solito se ha encargado de darse a conocer con cada actualización, con cada novedad, desde que Vlambeer puso en marcha su early access hace dos años y dejó que fuera la comunidad la que aportase el mejor feedback posible, aquel que solo se obtiene dedicando horas a estudiar concienzudamente niveles, secretos, armas y personajes en cada partida.

Decir que este roguelike-like recupera el espíritu de los mejores arcade es una obviedad repetida ahora hasta la nausea, lo cual no hace que sea menos verdad. Haced la prueba: Poneros al lado de un amigo que lleve unas cuantas horas de vuelo e intentad apartar la vista, no emocionaros cada vez que se abre un portal, no resoplar si recibe un balazo justo cuando estaba a punto de limpiar la pantalla, no discutir si una mutación es mejor que la otra o si es mejor ir con armas láser o ballesta. Donde otros apabullan con opciones, Nuclear Throne lo hace con hechos; ninguno de ellos comparable a la experiencia de sentirlo con nosotros al mando. Compradlo y dejad que sea él quien hable. Pocos tienen tanto que decir y enseñar." - Diego Pazos

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