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Street Fighter IV

Honor hipervitaminado.

Desbloqueando la Luna

Como en la mayoría de juegos de hoy, en el desbloqueo de multitud de contenidos escondidos es donde encontraremos ese aliciente que nos enganchará a jugar más allá de los combates en la modalidad Versus. Así, tanto en los modos Arcade como el de Desafíos (Survival, Time Attack y Trial) están infestados de extras que, a priori, estarán desactivados. Nos referimos a personajes (empezarás con 16), hasta escenarios, trajes, colores para los vestidos, escenas de vídeo, etc.

Si te decides a jugar unas partidas en solitario una de las primeras opciones a tener el cuenta si quieres pulir algo tu técnica es darte una vuelta por el modo Trial, donde te enseñan a dominar las técnicas en un tutorial individualizado para cada personaje. Sin duda, parece una opción muy acertada para toda la nueva generación de jugadores. Una vez controles lo básico (aunque te enseñarán cosas realmente difíciles si quieres) es un buen momento para o bien lanzarte con el modo Arcade/Historia o bien probar lo aprendido en el robusto modo Training (que podrás personalizar al milímetro).

La dificultad es siempre un factor determinante, especialmente si tienes pensado jugar una gran parte del tiempo solo. Así, como ya es habitual SFIV nos ofrece hasta 8 niveles de dificultad que van de lo muy fácil hasta la relativa pesadilla masoquista. En cualquier caso, si que notaremos cierta descompensación en lo que respecta al enemigo final –¡que sí, que ya sabemos que es el último combate!– cuyo desajuste en el nivel (al alza, claro) siempre supondrá un nuevo reto.

Aunque no hay placer más elevado que el placer de ver la cara de nuestra víctima comiéndose lo de que “yo soy invencible en este juego”, el online será una de las opciones que más dará a hablar del juego, y también de las que más alagará su vida. Es otra de las principales novedades de esta cuarta entrega y esperamos ansiosos ver como se desarrolla su actividad por parte de la comunidad de usuarios. Sólo encontramos una pega en este aspecto, y es la ausencia de un modo para grabar las partidas como si podemos disfrutar en juegos como Halo 3. Suerte que Capcom ha prometido una actulización en breve que lo solucionará ¿Qué mejor forma que imaginar ese supercombo de dos millones de golpes que dices que te salió el otro día que viéndolo en directo?

Blanka y Dan, posiblemente los dos personajes con los que más nos reiremos. Pegan bien, pero caen mejor.

En lo que respecta al apartado técnico de SFIV no hay ninguna queja. El paso a las 3D se ha llevado a cabo con un lavado de cara cargado de personalidad que nos hará ver como nuevos personajes con los que llevamos luchando la friolera de 20 años. Todo ello moviéndose con una gran fluidez y con uno efectos especiales con las justas estridencias. Respecto a los nuevos contendientes (Abel, Crimson Viper, Rufus y El Fuerte) lo cierto es que cuesta acostumarse a ellos, pero también hay que tener en cuenta la dificultad de tener al lado al que seguramente sea el plantel de personajes más carismático jamás creado para un videojuego. Se agradece en cualquier caso, la opción de escoger en que idioma queremos escoger que hable cada uno, ya sea en inglés o japonés.

Donde si se nota algo de descuido es la clásica identificación de cada personajes con su escenario. No ya por el hecho de que haya menos escenarios que personajes, sino sobre todo por decisiones tan absurdas como que cada luchador no venga (en la opción por defecto) con un stage prefijado. La música, con clásicos remezclados y otros temas completamente inéditos, tampoco es tan brillante como en las entregas más clásicas de la serie. Pero hay que apuntar que en sus momentos más álgidos es capaz de acompañar bien los combates más épicos, especialmente en aquellos escenarios más siniestros y oscuros, donde hallamos melodias acompañadas con unos coros que motivan bastante. Nada que ver con el especialmente hiriente tema estilo Back Street Boys del menú principal del juego, desde Eurogamer solicitamos una actualización inmediata. Y por favor, que esta vez no sea de pago (como sí lo será el pack de trajes para ver a las luchadores en sus trapitos más sexys).

Conclusiones

Las cutre-escenas de anime que veremos en el modo Arcade son lo peor de SFIV, con diferencia.

Este SFIV tiene todas las papeletas para convertirse el primer ejemplo de un SF en el que su primera iteración ya resulte en un juego compacto y con una experiencia de juego sólida como una roca. Recordemos que las anteriores sagas requirieron de revisiones para llegar a pulir su propuesta. Este título, en cambio, nos llega tan pulido y con tanto mimo por parte de Capcom que parece que tardaremos en ver una versión Turbo, Hyper, o como quiera que bauticen su continuación.

Más que un juego revolucionario es la evolución de una fórmula y unos mecanismos con 20 años de tradición. Así, SFIV nos evoca irremisiblemente a cierta añoranza a salón recreativo pero sin descuidar que es para unas consolas que por si solas ya mueven más polígonos que todas máquinas de aquellos locales juntas. La perfecta depuración de su control (aún jugando con los pads) y su citada precisión lo convierten en el título perfecto para a medir como ninguno la pericia de los jugadores. Lo que está por ver es si el honor continuará presente en los jugadores de hoy. Porque no nos engañemos, pegar al rival cuando le salen las estrellitas encima de la cabeza es muy feo.

9 / 10

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