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Avance de Star Wars Battlefront

Fuerza aérea.

Star Wars son los Jedi, Darth Vader, la Fuerza y los extraños planetas de una galaxia muy, muy lejana. Pero para un servidor Star Wars es, sobre todo, el combate aéreo/espacial, las naves, el icónico Halcón Milenario y la adrenalina de un frenético dogfighting con lásers y torpedos de protones.

Cuando Electronic Arts levantó el telón para presentar en sociedad a Battlefront, el esperadísimo regreso de la franquicia de juegos multijugador, durante meses se mostraron únicamente luchas a pie entre los Rebeldes y las fuerzas del Imperio, lo cual generó preocupación entre algunos usuarios. ¿Había dejado DICE de lado uno de los ingredientes esenciales del universo creado por George Lucas en la década de los setenta? La respuesta es obvia: no.

Se ha hecho de rogar, pero en la Gamescom 2015 por fin hemos probar, tras enseñarse en la conferencia de EA, un modo -llamado Fighter Squadron- exclusivamente de combates con naves en el que se enfrentan veinte jugadores acompañados por bots en una lucha sin cuartel por la dominación del planeta Sullust. Gana el que consiga más puntos destruyendo naves enemigas (si están pilotadas por un humano valen el triple que si las controla la IA), y de vez en cuando aparecen objetivos secundarios que permiten engordar nuestra puntuación, como proteger un transporte o eliminar un carguero del bando rival.

En la build de la feria alemana solo estaba el X-Wing en el bando rebelde y el TIE Fighter en el imperial, pero en la versión final parece que, como mínimo, también se pondrán escoger el A-Wing y el TIE Interceptor. Las naves disponibles, en cualquier caso, tenían sus propias peculiaridades: el X-Wing era un poquito más resistente pero más pesado, mientras que el TIE Fighter tenía un puntito más de velocidad ideal para escapar de algunas escaramuzas. En ambos casos posees maniobras de evasión que se realizan pulsando los botones de la cruceta digital, la posibilidad de redirigir más energía a los motores o a los lásers e incluso un power-up (un escudo temporal para la nave rebelde y un boost temporal de velocidad en la imperial).

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El control de Battlefront es muy asequible (nada de estrellarse una y otra vez contra el suelo como con los helicópteros de Battlefield 4), pero tiene sus particularidades a tener en cuenta. Una de ellas es que no puedes dejar apretado el gatillo y disparar a lo loco, porque las armas se calientan; esto no solo te exige identificar oportunidades, sino que ayuda a que el ritmo de las partidas sea más equilibrado. Otra, que si te atreves a volar a ras de suelo entre torres de comunicaciones y edificios, puedes recoger power-ups para recargar escudos y torpedos, enfriar los lásers o incluso volar con el Halcón Milenario o el Slave I de Boba Fett. Un detalle curioso es que esta versión no permitía invertir los controles (lo cual me dejó un poco descolocado en los primeros compases), pero apostaría a que esta necesaria función estará en el menú de opciones cuando el juego salga a la venta.

La demo que probamos a puerta cerrada en el stand de Electronic Arts corría en PlayStation 4, y una vez más el motor Frostbite demuestra un potencial sin fisuras. Todo se mueve a unos fluidísimos sesenta frames por segundo, pero lo hace además con un espectacular acabado gráfico en el que ni siquiera las escenas más complejas, con montones de naves en pantalla, efectos e iluminación dinámica, sufrían esos temidos tirones que comprometen un control que exige la máxima precisión posible. Battlefront entra por los ojos, especialmente cuando sigues la acción desde la vista dentro de la cabina, pero lo importante es que se juega de lujo.

Si os soy sincero, no tengo especial interés en las partes a pie, pero el combate aéreo de esta demo me ha encandilado y ha hecho que me haga a la idea de que a finales de año voy a dedicarle muchas horas. Muchísimas. Hacía años que esperaba un X-Wing o un TIE Fighter, y aunque el juego de DICE es obviamente diferente a los clásicos de LucasArts, sí genera unas sensaciones parecidas; marcar con la mirilla del HUD un Tie Fighter, disparar los míticos lásers rojos y ver como tu rival explota mientras suena la música compuesta por el maestro John Williams es algo que provoca un enorme subidón de adrenalina. DICE ha conseguido que creas estar en la piel de Luke Skywalker o, si lo prefieres, Wedge Antilles.

Pese a ser una alpha, Star Wars: Battlefront ya apunta maneras y se muestra sólido como una roca. Si EA y DICE han aprendido de los errores cometidos en el lanzamiento de Battlefield 4 (Hardline ya nos deja esperanzadoras pistas al respecto) y preparan una infraestructura capaz de aguantar la enorme demanda que seguro tendrá este Battlefront, tienen todos los números para tener entre manos no solo uno de los bombazos comerciales de 2015, sino también uno de los mejores juegos del año. Crucemos los dedos y que la Fuerza esté con nosotros.

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