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Red Faction: Armageddon

Nos vamos a Dublín a probar el multijugador.

A pesar de todo, y aunque parezca ideal para ello, la Magnet Gun se queda un poco fuera de esta ecuación de destrucción: hay otras armas, principalmente la pistola de plasma, que sirven mejor para el propósito que nos plantea el modo, aunque inevitablemente tenderemos a probar todas las opciones para encontrar los recovecos y puntos concretos que nos den más puntos. Estudiar y conocer bien el terreno es aquí clave para conseguir la máxima puntuación; así, el Ruin Mode parece un auténtico vicio que hará las delicias de los que adoren las experiencias rápidas, competitivas y muy intensas; recuerda un poco en ese sentido a los Flashbacks de Bulletstorm, y eso no es más que buenas noticias.

Pero para aquellos que quieran su ración de destrucción con amigos de por medio está el Infestation Mode. Aquí estamos ante una versión del cada vez más habitual modo Horda: series de enemigos nos abordan en distintas rondas y tenemos que sobrevivir la mayor cantidad de tiempo posible. En este caso hay dos puntos positivos muy definitorios: por un lado, tener a cuatro personas usando la Magnet Gun y el resto del arsenal del juego, no menos letal, en un mismo espacio trae consigo una cantidad de destrucción que hace muchísimo bien a la experiencia de juego; cada ronda es un frenesí de paredes y columnas cayendo, enemigos volando, aliados abatidos y necesitados de asistencia y demás bondades del tipo de combate que propone Red Faction: Armageddon, y eso apasionará a los más amigos de hacer el loco.

Por otro lado, no sólo tendremos que sobrevivir a los ataques enemigos: en según qué mapas nuestro objetivo, además de salvarnos nosotros mismos, será que uno o más edificios del escenario se mantengan en pie mientras las hordas enemigas se esfuerzan en intentar derribarlos. La buena gestión de la habilidad de reparación y la cooperación activa serán aquí esenciales para que las partidas lleguen a buen puerto. Tanto en un caso como en otro (supervivencia pura y protección de edificios), el modo Infestation dejó con buen sabor de boca y promete dar mucho juego.

Todavía nos queda hablar de la campaña para un jugador (también pudimos jugarla un buen rato; os contaremos todo lo que necesitáis saber sobre ella en otro artículo), pero por lo pronto las cartas que nos enseña Red Faction: Armageddon son bastante potentes: se descubre como un juego de acción frenético, intenso y que no dejará ni un respiro. Tanto el modo Ruin como el Infestation son buenas muestras de lo que nos espera en el resto del juego, y deja claro que, aunque no atienda a sus convenciones y se posicione más como juego de acción en tercera persona más clásico, una cosa no ha cambiado tanto: Armageddon es, en el sentido más psicoterapéutico, un verdadero sandbox de la destrucción.

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