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Dark Souls 3 - Torreón de Farron y Vigilantes del Abismo

Guía Dark Souls 3 - Te ayudamos a vencer a los Vigilantes del Abismo y a sobrevivir a la zona pantanosa del Torreón de Farron.

Viaja al Bosque de la crucifixión y luego baja por la cuesta hasta el agua.

Ve por la derecha hacia el saliente de tierra evitando a los cangrejos gigantes en la medida de lo posible. Una vez en la costa, recoge el set Armadura de Caballero caído del cuerpo y dirígete hacia los escalones de piedra.

Hay dos enemigos por ahí - uno en los mismos escalones y otro cuando pasas el arco - así que acércate con cuidado para evitar tener que luchar con los dos al mismo tiempo. Son rápidos, así que mantén la distancia y ataca cuando salten hacia ti y sean vulnerables temporalmente.

Cuando estén muertos atraviesa el arco y desciende por la escalera para encontrar la hoguera del Torreón de Farron.

Esta zona es muy tóxica, así que no te quedes en el agua pantanosa durante mucho tiempo. Por la zona verás tres chimeneas muy altas con llamas en lo alto, y unas cuantas hogueras pequeñas repartidas en distintas isletas. Sigue el camino de los fuegos por el pantano, y luego sube por el camino de piedra en la primera chimenea.

Está custodiada por dos enemigos, uno sin armas y el otro con un escudo y una lanza, así que acaba con ellos y dirígete a la chimenea para extinguir la primera llama. Pasa por el arco y ten cuidado con el enemigo que aparece por la derecha.

Sigue el camino de la izquierda desde el arco y luego vuelve a bajar al pantano para volver a seguir las hogueras.

En la primera isla hay una variante más grande del enemigo sin armas que te encontraste antes. Si te agarra puede acabar contigo de una sola vez, así que esquiva siempre sus ataques de salto y ve a la siguiente rampa. Lucha con el enemigo solitario y extingue el fuego.

Cruza el puente y enfréntate a tres enemigos. El más grande puede lanzar una nube de veneno que puede causarte envenenamiento y que es bastante tramposo de esquivar cuando estás en el puente, así que intenta atraerlo hacia ti todo lo que puedas para tener espacio para maniobrar.


Enciende la hoguera de las Ruinas de Farron

Enciende la hoguera de las Ruinas del Torreón y sigue adelante. Al final de la cuesta gira a la derecha hacia otra torre. Está llena de babosas, y puede ser complicado determinar cuáles están muertas y cuáles están vivas porque hay un montón, así que no pares de dar golpes hasta que lo veas más claro.

Hay un Fragmento de hueso de no muerto ahí que puedes usar para mejorar la hoguera del Santuario y ampliar la vida que recupera un frasco de Estus, así que puede valer la pena volver a la hoguera que acabas de activar y usarlo de vuelta en el Santuario.

Desde el otro lado de la torre hay una escalera justo a la derecha de la primera isla. Primero ve al lado izquierdo de la torre para recoger la Espada de Sangre de Lobo del cadáver, y luego a la pequeña isla para recoger otro objeto. Ahora vuelve y sube por la escalera.


Enciende la hoguera del Viejo Lobo de Farron

Corre por la parte trasera de la torre para encontrar un insecto de gema, y luego entra en ella para encender la hoguera del Viejo Lobo de Farron. Ahora vuelve abajo y sigue las hogueras de nuevo.

El pantano se hace más profundo aquí, así que lo mejor es que esperes en cada isla a que el efecto del veneno se disipe antes de continuar.

Eventualmente te cruzarás con un enemigo podrido mucho más grande, y no es fácil esquivar sus ataques mientras te mantienes fuera del pantano. Lo mejor es que te dirijas a la isla sin fuego que está justo a la derecha de la zona que patrulla. Tiene algunos ataques con proyectil algo lentos y unos golpes potentes, así que es esencial que seas rápido.

Llegar al último tramo de escaleras sin estar envenenado es prácticamente imposible, así que si tienes algo de musgo lila, es el momento de usarlo.

Te atacará un segundo enemigo podrido, pero la prioridad es que encuentres tierra firme - no solo para evitar el envenenamiento, sino también para tener una zona segura en la que luchar. Una vez muerto, extingue el último fuego.

Vuelve a las grandes puertas que acaban de abrirse y atraviésalas. Toma el camino de la izquierda y acaba con la criatura que está descansando, luego déjate caer y destruye al resto - cambian de forma rápidamente, así que cuantos más mates antes de que lo hagan, mejor.


Enciende la hoguera del Perímetro del Torreón de Farron

Sube por la cuesta pero mantente a la derecha siempre que puedas. Hay algunos enemigos en la distancia que luchan entre ellos, así que ignóralos y atraviesa el arco de piedra para encontrar la hoguera del perímetro del Torreón de Farron.

Sigue avanzando y al final de las escaleras verás a un enemigo con un escudo y una lanza, y justo al otro lado dos más que se están echando una siesta.

La pila de cristales que hay más adelante está, de hecho, viva, así que propínale un buen ataque antes de que se despierte, y luego intenta mantenerte en su espalda. Tiene un ataque de embestida poente, y un movimiento de zona que hace que aparezcan cristales del suelo.

Abre la puerta del final para crear un atajo con el Camino de los Sacrificios, y luego vuelve sobre tus pasos hacia la hoguera y detente justo dentro del arco.

Espera un momento a que los enemigos se maten entre ellos y luego ve para acabar con los rezagados - son algo duros, pero deberían estar a punto de morir de todos modos.

Si tienes mucha paciencia puedes farmear almas aquí. No es muy eficiente, pero no hay riesgo. Simplemente da vueltas entre el arco y la hoguera, y recogerás las almas de las criaturas que están luchando entre ellas.

Antes de abrir las puertas, asegúrate bien de explorar la pequeña zona luego entra y mira la cinemática.


En la siguiente página explicamos cómo superar Irithyll del Valle Boreal y el Pontífice Sulhyvan.

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Cómo matar a los Vigilantes del Abismo

Esta, como no podía ser de otro modo, es otra lucha en dos fases, pero se desarrolla de forma ligeramente distinta a lo que hemos visto hasta ahora. A diferencia de los anteriores jefes, la primera fase dura lo que tarden los enemigos en morir, en lugar de basarse en reducir únicamente la barra de vida.

La primera fase empieza con un solo enemigo, pero en cuanto empieces a luchar se unirán otros a la fiesta. También se pueden herir entre ellos, así que mientras te mantengas fuera de su alcance cuando se enzarzan en una pelea todo irá bien - puedes también unirte a ellos para generar más daño, pero eso depende de lo prudente que quieras ser.

Se mueven bastante rápido y tienen ataques giratorios muy potentes, así como una embestida fuerte que deja una nube de polvo y que dificulta la visión. Recomendamos no fijar a ningún enemigo ya que con tanto movimiento es más fácil que pierdas detalle de lo que está pasando.

Cuando hayas acabado con ellos se iniciará otra escena cinemática en la que uno de los enemigos se elevará, y esta vez llevaá una espada llameante con él. Usa los mismos ataques que antes, pero también genera mucho daño por fuego.

Ten mucho cuidado con su ataque en carrera. Esquiva a los lados y sigue esquivando tras eso, ya que el ataque iniciar estará seguido por un rastro de fuego. Céntrate primero en la evasión, y luego ataca con mucho cuidado cuando tengas la oportunidad.

Cuando el Vigilante haya caído, enciende la hoguera y vuelve al Santuario para prepararte antes de seguir.