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Grand Theft Auto IV

Life is complicated.

El clásico personaje atormentado es tan frecuente hoy en día en cualquier tipo de videojuego de acción que ya poco más se puede inventar. Sin embargo, en el caso de Niko Bellic, se subraya una conexión especial con el jugador, sobre todo gracias a una construcción del personaje soberbia. Niko transpira carisma por los cuatro costados, y eso que para nada se podría decir que es el alma de fiesta a lo largo de esta aventura. El jugador que se involucre en la historia sentirá proximidad y compasión hacía la impotencia de este anti-héroe de chándal roído, aspecto dejado y glamour accidental. Del mismo modo, a su alrededor tiene a una galería de personajes excelentemente caracterizados y que no le van a la zaga en cuanto a presencia sobre la pantalla. Empezando por Roman y sus sueños de grandeza, el traficante rasta Little Jacob, el bocazas musculado de Brucie, una familia de irlandeses adictos al delito o un auténtico jefazo de la mafia. Apenas unos cuantos ejemplos de un reparto coral que hace de las escenas de diálogo de GTA IV la quintaesencia del particular lenguaje del mundo mafioso, una herencia de la mejor tradición de películas y series. Desde Raoul Walsh y sus “Violentos Años Veinte”, pasando por el gag de corte tarantiniano, el homenaje al mito entendido a la forma de David Chase y el pesar sombrío de las “Promesas del Este” de Cronenberg.

Para relacionarse e interactuar con todos estos personajes GTA IV incorpora como principal novedad una herramienta que será imprescindible a lo largo de las 40 horas de media que se tarda en completar la historia principal: el teléfono móvil. Gracias al celular Niko podrá comunicarse con sus contactos en cualquier momento ya sea para recibir misiones, solicitar ayuda o simplemente charlar con sus amigos para asistir a diferentes mini-juegos de habilidad (billar, bolos,dardos, emborracharse, etc). Además, a lo largo de la aventura y a medida que conozca a más personajes la agenda de su teléfono se llenará cada vez más y más. La presencia de este elemento dota de mayor verosimilitud a la historia y aporta más motivos para que el jugador se sumerja en la trama. De hecho, es tal la importancia del teléfono que hasta las clásicas opciones de juego y el acceso a los menús se realiza también mediante este dispositivo.

Niko tiene un don natural para meterse en problemas.

La gran pregunta es: ¿Tiene GTA IV zonas oscuras? Sí. Al menos, así lo han hecho notar todos aquellos -y no son precisamente pocos- que a grito pelado se han quejado de lo rutinarias que pueden acabar siendo las misiones, un aspecto que ensombrece muchos de los puntos positivos del juego. Sin duda, se trata de una pesada losa que hay que analizar con cuidado pero que muy probablemente hará que muchos jugadores jamás puedan completar la historia por simple aburrimiento. Hay que tener presente que la mayoría de las misiones se desarrollan siguiendo un esquema de recibir encargo, desplazarse al lugar y hacer el trabajo sucio. El progreso en el juego sigue casi siempre un esquema similar a este, y aunque las misiones van acompañadas de un envoltorio cinematográfico capaz de hacer olvidar cierta monotonía muchas veces el jugador puede llegar a aborrecer la rutina. A todo esto se suman los trayectos por la ciudad, y es que Liberty City es tan grande que se suelen emplear varios minutos en cada recorrido. Afortunadamente los diseñadores de juego han tenido la idea de incluir un servicio de taxis que agiliza los transportes, y además el control sobre los vehículos ha sido mejorado ofreciendo una experiencia más divertida y realista al volante.

Turismo digital

El plano típico de Tarantino no podía faltar a la cita.

Jugar a GTA IV es una experiencia visual y sonora que puede llegar a ser hipnótica en algunos momentos. La recreación del ambiente de la ciudad está lograda de tal manera que uno podría hacerse una idea de lo que es pisar la Gran Manzana apenas echando una partida. Todo se ha hecho pensando a lo grande y con una idea muy clara: cuidar hasta el más pequeño detalle. Este mimo extremo se nota en un poderoso apartado técnico capaz de mostrar una Nueva York como nunca antes se había visto. El motor gráfico RAGE de Rockstar consigue que en todo momento la acción se desarrolle con extrema suavidad, sin importar que la pantalla esté repleta de personajes deambulando por las calles, coches en circulación y masas abrumadoras de cemento alzándose a los pies de Niko. Cada barrio dispone de una personalidad propia y refleja los diferentes contrastes en el nivel de vida que tan claramente se observan en la ciudad de los rascacielos, y en lo que respecta a los monumentos más conocidos también se han incluido casi todos, por lo que la ciudad es absolutamente reconocible. Destacan especialmente los efectos climáticos y el elegante cambio de luz apreciable a lo largo del día, manteniendo siempre un tono sombrío y ciertamente crepuscular que añade mayor dimensión dramática. Por su parte, los personajes cuentan en general con un buen modelado y hacen gala de esa mezcla de realismo ligeramente caricaturizado extraído directamente de la iconografía pop de la saga. También resulta un acierto el uso del motor de animaciones Euphoria, que gestiona de maravilla las físicas en tiempo real y dota a los personajes de reacciones y movimientos muy realistas.