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Análisis de la Nvidia GeForce GTX 650 Ti Boost

¿El equilibrio ideal entre precio y rendimiento?

Aunque es difícil ignorar los ríos de tinta que ha generado la espectacular GeForce Titan de Nvidia, las ventas de una tarjeta con especificaciones tan altas - y un precio prohibitivo - suponen inevitablemente una fracción muy pequeña del mercado. Es una demostración de fuerza, pero en realidad los beneficios de los grandes fabricantes están en otro sitio - específicamente en dominar el segmento con mejor ratio rendimiento-precio entre los 120 y los 250 euros. AMD suele obtener muy buenos resultados en este mercado en particular, con una 7850 que actualmente cuesta poco más de 160€ y una recién lanzada 7790 con un coste todavía menor.

El problema para Nvidia es el hueco que queda en la gama Kepler, entre los 140€ que cuesta una GTX 650 Ti y los 200€ que cuesta una 660. Ahí entra en juego la nueva GTX 650 Ti Boost, con un precio de lanzamiento que ronda los 175€. Sin embargo, considerando que el precio es mayor que el equivalente de AMD y que cuesta tan solo un poquito menos que la 660, ¿puede considerarse que ahora mismo tiene una buena relación calidad/precio?

Antes de empezar veamos que significa el sufijo "Boost". Como lanzamiento es una anomalía en la gama Kepler, la cual ha ido reduciendo de forma progresiva las especificaciones de la GTX 680 estándar inicial para ajustarse a precios más bajos. La GTX 650 Ti invierte algunos de los recortes hechos el año pasado en la 650 Ti: recupera el modo GPU Boost, el cual permite que la tarjeta ajuste la velocidad de reloj de su núcleo de forma dinámica según los requisitos gráficos de cada aplicación. Esta característica mejora el rendimiento de la tarjeta cuando hay un exceso en su TDP, pero también ahorra energía cuando está en reposo.

También regresa la compatibilidad con SLI, pese a estar limitada a un máximo de dos GPUs en vez de tres - lo cual no supone un gran problema. Aún así, esto hace que sea la tarjeta compatible con SLI más asequible en su rango de precios.

"La GTX 650 Ti Boost es un buen producto que corrige el agujero que había en la línea Kepler entre la GTX 650 y la más potente 660."

Hay otras mejoras respecto a la GTX 650 Ti estándar. El número de rendering output units (ROPs) sube de 16 a 24, y la velocidad de reloj aumenta de 928MHz a 980MHz. Por otro lado, el ancho de banda de la memoria sale beneficiado del paso de un bus de 128 bits a uno de 192 bits - un paso importante para juegos que funcionen a resoluciones más altas. También vemos que los 2GB de memoria RAM GDDR5 funcionan a 6GHz en vez de los 5.4GHz de la tarjeta más barata. Es una gran mejora, y según Nvidia eso aumenta el rendimiento en un cuarenta por ciento. La única pega es el tamaño de la PCB, que aumenta de unos convenientes 14,5 centímetros hasta 24 centímetros, y un TDP máximo de 134.

Pero quizás haya otro enfoque: la comparación con la 660. Parece que el asunto es mucho más simple, y que quizás revele el auténtico origen de la tarjeta. Lo que vemos es una PCB con el mismo tamaño, con un chip GK106 que funciona a la misma velocidad y el mismo boost hasta los 1033MHz.

Así que en vez de ser una 650 Ti mejorada, es más fácil describir esta Boost Edition como una 660 recortada. La verdad es que los datos son idénticos excepto por el número de procesadores de stream, que descienden de 960 a 768 - lo lógico si se recorta uno de los cinco chips SMX. El efecto que esto provoca es una caída en el fill-rate de la Boost de 78.4 Gigatexels hasta 62.7. Este pequeño detalle resultará muy revelador en nuestras pruebas, especialmente al ejecutar juegos con el detalle al máximo y a 1080p.

"El nombre puede sugerir que se trata de una GTX 650 Ti mejorada, pero en realidad la Boost tiene muchos más puntos en común con la superior GeForce GTX 660."

En términos de especificación de diseño volvemos a estar otra vez cerca de la 660, excepto por la solución personalizada de Gainward con dos ventiladores de 75mm. Es una unidad de dos slots que utiliza un único conector PCIe de 6 pins, compatible con hasta cuatro monitores mediante conectores DVI-I, DVI-D, HDMI 1.3 y DisplayPort. Esto no era posible con nuestra 650 Ti de referencia, mucho más limitada en cuanto a su selección de conectores al ser una tarjeta de un solo slot.

El sistema de refrigeración de la Boost es discreto, y ofrece una temperatura constante de 29 grados Celsius en reposo, mientras que al jugar a títulos exigentes como Crysis 3 durante una hora esa temperatura aumenta hasta los 70 grados. Esto es un poco superior a la norma, pero no lo suficiente como para necesitar que los ventiladores funcionen a tope. Comparada con la veterana HD 6870 o la más potente GTX 670, las cuales producen un ligero zumbido, el sonido que emite esta tarjeta no casi no es audible, un punto muy positivo.

Análisis de gameplay: probando la Kepler de gama media

Situada justo en el centro de la gama media Kepler la 650 Ti Boost se marca como objetivo los títulos más exigentes de 2013 a 1920x1080 - 1080p. Ésta se ha convertido en la resolución estándar debido a que el mercado lo dominan los LCDs más barato, incluso los modelos IPS. Hemos utilizado esta resolución en todas las pruebas, mientras buscábamos la configuración gráfica ideal para alcanzar los 60FPS. La tarjeta funcionaba con nuestro equipo Core i5 2500k, con velocidad de reloj de 4.2GHz y 8GB de DDR3 RAM a 1600MHz. También se ha usado los drivers más actualizados, siendo la versión 314.22 la que teóricamente ofrece aumentos de rendimiento de hasta un 60% en Tomb Raider.

Para empezar enfrentamos la Boost Edition de la 650 Ti contra la HD 7850 de 1GB, con Crysis 3 como campo de pruebas DirectX 11. El juego se escala bien gracias a sus flexibles opciones gráficas, y al final vemos que la opción de detalle medio es la que ofrece el grado más razonable de rendimiento sin sacrificar demasiada calidad gráfica. El post-proceso y los efectos de partículas de la opción alta reducen el frame-rate hasta los 25FPS durante la fase Post-Humano, así que es necesario un compromiso. En detalle medio se alcanzan los 60FPS sin demasiados problemas incluso con las texturas en alto y añadiendo FXAA. Aunque hay caídas hasta 40FPS en ambas tarjetas, el rendimiento final se muestra favorable con la arquitectura Kepler de la 650 Ti Boost durante los tiroteos.

Los efectos de agua parecen dar problemas al juego durante las batallas en la jungla, y vemos una visible reducción de animaciones alpha durante una cinemática inicial con Psycho. Esto provoca un frame-rate más bajo con los efectos de humo y explosiones en la distancia. Aún así la 650 Ti Boost se comporta bien, y en el nivell de detalle bajo cualquier bajón de rendimiento desaparece por completo. Es sorprendente ver que la 650 Ti original también mantiene el nivel medio con su giga de GDDR5 con menor ancho de banda. Aunque ni siquiera se acerca al rendimiento la última tarjeta de Nvidia, Crysis 3 sigue funcionando por encima de los 30FPS, lo cual no está nada mal y ofrece una experiencia muy superior a la de cualquier consola de la actual generación.

"Crysis 3 es lo más parecido que tenemos a un juego 'next-gen' ahora mismo, y la Ti Boost produce resultados más que decentes: entre 50 y 60FPS con detalle medio."

Cover image for YouTube videoGeForce GTX 650 Ti Boost 2GB vs. Radeon HD 7850 1GB Frame-Rate Tests
Empezamos fuerte las pruebas con la GTX 650 Ti Boost: Crysis 3 con detalle medio y 2x MSAA, Battlefield con detalle alto y Skyrim en Ultra.

Análisis alternativos:

Aunque el shooter de Crytek es uno de los juegos más exigentes del momento, el Battlefield 3 de DICE sigue siendo también un buen campo de pruebas. La configuración gráfica alta está al alcance de esta tarjeta, con AA por post-proceso, screen-space ambient occlusion y efectos de motion blur. El tiroteo en el parking de la Operation Swordbreaker quizás no tenga la gran escala que prometen los escenarios de Battlefield 4, pero hace un buen trabajo a la hora de dar una ligera idea sobre lo que podemos esperar con el motor Frostbite 3 a finales de este año.

Las físicas de destrucción y los efectos DirectX 11 son estándar en este juego, con lo cual tanto la 7850 como la 650 Ti tiene dificultades para mantener 60FPS sólidos. Sin embargo, la 650 Ti Boost se acerca más al rendimiento de la 660, con el juego en detalle alto manteniendo un rendimiento uniforme buena parte del tiempo. Para distinguir a las dos tarjetas un poco mejor hicimos pruebas con Battlefield 3, Crysis 2 y The Elder Scrolls: Skyrim con detalle al máximo, lo cual implica 4x MSAA en Battlefield. Los resultados son reveladores: la 650 Ti Boost se queda siempre por detrás de la 660, a menudo con una diferencia de 10FPS en Crysis 2 o de 8FPS en Battlefield 3 y Skyrim.

El contraste entre el rendimiento de la 650 Ti Boost y la 660 es tremendo dada la pequeña diferencia de precio entre ambas tarjetas. La reducción del veinte por ciento en los procesadores de stream de la Boost tiene un claro impacto en juegos más complejos. Aunque en detalle bajo no se nota tanto, estos resultados reflejan que la 660 se adaptará con mayor facilidad a los juegos que llegarán en un futuro próximo que la 650 Ti Boost.

Para hacernos una idea aproximada de cómo rinde la 650 Ti Boost con títulos más modernos, hemos recopilado una serie de benchmarks con títulos como BioShock Infinite, Tomb Raider y Hitman: Absolution. Es reconfortante ver que la tarjeta aguanta detalle alto con 2x MSAA alcanzando a menudo a los 60FPS.

Teniendo en cuenta los precios nos hubiese gustado incluir en las pruebas la versión con 2GB de la 7850, pero desgraciadamente la tarjeta no estaba disponible. Sin embargo, múltiples análisis apuntan a que casi no hay diferencia a 1080p - algo que seguramente no cambiará hasta la llegada de la nextgen, momento en el que el uso intensivo de GDDR5 se convertirá en costumbre. El problema de Nvidia es que aunque la 650 Ti Boost producirá más o menos los mismos resultados contra la 7850 de 2GB, la versión de 1GB de esta última se puede llegar a comprar por menos de 150€.

"Probando la Ti Boost en varios benchmarks hemos visto como se cumple la promesa del buen rendimiento a 1080p y se plantaba cara a la Radeon HD 7850."

Cover image for YouTube videoGeForce GTX 650 Ti Boost 2GB: 1080p High Setting Benchmarks
La GTX 650 Ti Boost pasa bien las pruebas con benchmarks, donde hemos querido ver si su promesa de ofrecer 1080p con detalle alto era cierta.

Análisis alternativo:

Veamos todos los resultados y hagamos un resumen al final.

GTX 650 Ti Boost 2GB Radeon HD 7850 1GB
BioShock Infinite 81.9 81.5
Hitman Absolution 41.3 46.7
Batman: Arkham City 98 89
Tomb Raider 67.1 69.4
Sleeping Dogs 49.1 56.3
Metro 2033 29.4 32.6
Crysis 61.7 61.8

Comparada con la 7850, el único gran déficit de la 650 Ti Boost se encuentra en juegos de Square Enix como Sleeping Dogs, Hitman: Absolution o Tomb Raider. En todos estos casos gana la tarjeta de AMD, siendo la mayor diferencia los 56.3FPS de media de Sleeping Dogs, frente a los 49.1FPS de la Boost. En los otros, el gran número de NPCs en pantalla de Hitman hace que la tarjeta de Nvidia ofrezca 41.3FPS, mientras la 7850 alcanza unos superiores 46.7FPS. Esto quizás se deba a un tema de optimización de drivers en los juegos más modernos, pero resulta sorprendente y consistente con las pruebas de Skyrim donde la 7850 era la clara vencedora.

Tal y como era de esperar, el duro benchmark de Metro 2033 saca los colores a ambas tarjetas, con 29.4FPS en la 650 Ti Boost y 32.6FPS en la 7850. En este caso optamos por 4x MSAA, y dado el nivel de destrucción y efectos de iluminación en juego estos resultados suponen una sorpresa agradable. Obviamente el motor no sufre tanto en el juego real, pero estos resultados sientan un buen precedente para el gameplay. También es positivo ver que juegos como Batman: Arkham City, BioShock Infinite y Crysis alcanzan los 60FPS con ambas tarjetas.

Para tener una idea de dónde está cada GPU, hemos actualizado nuestras pruebas con FRAPS en juegos antiguos usando el detalle al máximo, 2x MSAA siempre que sea posible, sin v-sync y a 1080p, incluyendo además alternativas de la gama Kepler. La GTX 660 de Nvidia vuelve a demostrar sus ventajas frente a la 650 Ti Boost en títulos como Saints Row: The Third. En este caso es un 19% superior con DirectX 11, mientras que en DiRT 3 la ventaja se reduce a un 7%.

"La nueva tarjeta Kepler de gama media tiene un buen rendimiento, pero su precio de lanzamiento se acerca demasiado al de su hermana mayor, la GeForce GTX 660."

GTX 650 Ti 1GB GTX 650 Ti Boost 2GB GTX 660 2GB Radeon HD 7850 1GB
Call of Duty: Modern Warfare 3 121.7 143.9 157.4 140.6
Diablo 3 84.0 101.5 108.5 101.8
DiRT 3 66.2 89.7 109.2 96.8
Portal 2 159.6 202.7 240.4 198.4
Saints Row: The Third DX11 31.9 42.1 50.2 41.5
StarCraft 2 70.9 86.5 86.8 75.4

Comparada con la 7850 - incluso con su configuración de 1GB - los resultados son bastante heterogéneos. Por lo general el rendimiento de la 650 Ti Boost es un poco mejor en la mayoría de casos, excepto por la amplia ventaja en el replay 2vs2 de StarCraft 2. Curiosamente en esta prueba es donde la diferencia con la 660 fue menor.

Nvidia GeForce GTX 650 Ti Boost: El veredicto de Digital Foundry

En la práctica, la diferencia entre la GTX 650 Ti y la 660 demuestra ser suficiente como para justificar la existencia de una tarjeta intermedia como la 650 Ti Boost. Pero decir que es una actualización de la tarjeta de gama baja es una falacia, porque tanto sus especificaciones como su precio tienen poco en común con la Ti original. No nos equivoquemos: esto es una versión reducida de la 660, con todos sus ROPs intactos. Recuperar la tecnología Boost también aporta grandes dividendos al sacar el máximo de cada juego que hemos probado, con una velocidad de reloj que alcanza los 1072MHz en la edición Super Sample.

Pese a ofrecer un rendimiento mejor en Crysis 3, para ser una tarjeta que cuesta un poco más que la HD 7850 de AMD no aporta una ventaja palpable en todos los juegos. Lo peor, en cualquier caso, es que la 660 ofrece una mejor relación calidad/precio, puesto que ya está asentada en el mercado desde el año pasado. Por apenas diez o quince euros más vemos una ventaja de hasta 10FPS más en títulos creados con motores de nueva generación como el CryEngine 3 o el Frostbite 2.

Pero esto es habitual con las nuevas GPUs. A la 650 Ti Boost le ocurre lo mismo que a muchas tarjetas gráficas en su lanzamiento, presentando un precio más alto del esperado y acercándose demasiado al de otra tarjeta del mismo fabricante. 175€ quizás sea demasiado, y eso hace que las viejas Kepler como la 660 ofrezcan un mejor ratio rendimiento-euro. Ya vimos esto con la GTX 660 Ti - una versión reducida de la GTX 670 - la cual necesitó un mes para distinguirse tras una rebaja de 25€ en su precio. En el momento de su lanzamiento, pagando un poquito más te llevabas la 670, una opción mucho mejor. A día de hoy, en cambio, la 660 Ti ofrece un valor mucho mejor, especialmente si 1080p es tu límite.

Esta situación se repetirá cada vez que salga al mercado una GPU reducida para abaratar costes. Si se produce una rebaja similar en el mismo periodo de tiempo, la GTX 650 Ti Boost ofrece unos resultados estupendos para la gama media en la que se encuentra, pero mientras es mejor optar por alternativas como la GTX 660 o la HD 7850.

Traducción por Josep Maria Sempere.

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Thomas Morgan

Senior Staff Writer, Digital Foundry

32-bit era nostalgic and gadget enthusiast Tom has been writing for Eurogamer and Digital Foundry since 2011. His favourite games include Gitaroo Man, F-Zero GX and StarCraft 2.

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