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Así son los nuevos procesadores Comet Lake de décima generación para escritorio de Intel

Desde el Core i3-10100 hasta el Core i9-10900K.

Intel anunció ayer de forma oficial su décima generación de procesadores Core para ordenadores de escritorio, que van desde el Core i3 10100 de 122 dólares hasta el Core i9 10900K de 488 dólares. Al igual que en los procesadores Comet Lake H para dispositivos portátiles, anunciados a principios de abril, el enfoque con esta nueva gama se centra en incrementar las frecuencias - con varios modelos que superan los 5GHz y uno que alcanza los 5.3GHz - pero también aumenta el número de núcleos e hilos en muchos modelos. Intel también ha desvelado algunas funciones para entusiastas y overclockers que parecen bastante prometedoras, pero la pregunta es evidente: ¿van a logran revertir la ventaja que tienen ahora los Ryzen de AMD entre los jugadores y los creadores de contenido?

Para empezar, veamos la gama Comet Lake al completo. En casi todos los chips podemos apreciar frecuencias más altas en comparación con los Coffee Lake de 2019, pero también hay algunos cambios a nivel de diseño que resultan interesantes.

Los procesadores i9 poseen ahora diez núcleos con hyper-threading, en vez de los ocho que tenían en la anterior generación, mientras que los Core i3, Core i5 y Core i7 mantienen el mismo número de núcleos de la novena generación (cuatro, seis y ocho, respectivamente), pero ganan hyper-threading y duplican los hilos. El precio mayorista se mantiene exactamente igual que en la anterior generación, con lo cual esperamos que el precio final para el consumidor también sea parecido, pese a la actual situación mundial causada por el coronavirus.

Procesador Núcleos/Hilos Velocidad base Velocidad turbo (1 núcleo/todos) TDP Precio
Core i9-10900K* 10/20 3.7GHz 5.3GHz/4.9GHz 125W $488
Core i9-10900*† 10/20 2.8GHz 5.2GHz/4.6GHz 65W $439
Core i7-10700K* 8/16 3.8GHz 5.1GHz/4.7GHz 125W $374
Core i7-10700*† 8/16 2.9GHz 4.8GHz/4.6GHz 65W $323
Core i5-10600K* 6/12 4.1GHz 4.8GHz/4.5GHz 125W $262
Core i5-10600† 6/12 3.3GHz 4.8GHz/4.4GHz 65W $213
Core i5-10500† 6/12 3.1GHz 4.5GHz/4.2GHz 65W $192
Core i5-10400*† 6/12 2.9GHz 4.3GHz/4.0GHz 65W $182
Core i3-10320 4/8 3.8GHz 4.6GHz/4.4GHz 65W $154
Core i3-10300† 4/8 3.7GHz 4.4GHz/4.2GHz 65W $143
Core i3-10100† 4/8 3.6GHz 4.3GHz/4.1GHz 65W $122

Para no hacer eterna esta tabla y facilitar su lectura, tened en cuenta que hay asteriscos (*) para marcar los procesadores que tienen una versión 'F', la cual viene sin GPU integrada y posee un coste ligeramente inferior, como sería el caso del 10900KF. También hemos usado cruces (†) para indicar los procesadores con versiones 'T', las cuales operan con un TDP altamente reducido de 35W y menores velocidades de reloj, los cuales están destinados a equipos all-in-one o de pequeño tamaño. Como de costumbre, el sufijo 'K' indica que el procesador no está bloqueado y que, por lo tanto, se puede overclockear.

Hay varias tecnologías que contribuyen a alcanzar esas altas velocidades turbo. Los modelos Core i7 y Core i9 están equipados con "Turbo Boost Max Technology 3.0", un sistema que identifica los dos núcleos más rápidos de tu procesador y hace que funcionen a frecuencias más altas (pero no voltajes más altos) priorizándolos en tareas que no requieran muchos hilos. Este sistema se implementó por primera vez en los chips de la serie Core X en otoño del año pasado, pero ahora es la primera vez que lo vemos en un procesador de consumo. Los modelos Core i9 también implementan "Thermal Velocity Boost", o TVB, un sistema que incrementa la frecuencia del procesador si los límites energéticos y térmicos lo permiten. Esto sugiere que se necesitará un buen sistema de refrigeración en los Core i9, como un cooler de dos ventiladores o un sistema AIO de 240mm o más, para alcanzar de forma consistentes esas velocidades para un núcleo o para todos.

Al incrementar el número de núcleos, de hilos y la frecuencia, la temperatura se resiente y aumenta, razón por la cual Intel ha aplicado cambios en su STIM (soldered thermal interface material) para aliviar la situación. El fabricante produce ahora obleas de silicio más finas, usando esparcidores integrados de calor (IHD) más gruesos y con una mayor cantidad de cobre para garantizar que se mantiene el tamaño total. Estamos hablando de una diferencia de apenas unos micrones, pero cambiar una pequeña cantidad de silicio térmicamente resistente por cobre térmicamente conductivo debería permitir una mayor transferencia de calor y, con ello, un incremento en el rendimiento sostenido.

La gran pregunta es, claro, si todos estos cambios supondrán una gran diferencia a nivel de rendimiento. Los materiales para prensa de Intel sugieren mejoras en el frame-rate de entre el 10%, con el popular PlayerUnknown's Battlegrounds, y el 30%, con Mount and Blade 2: Bannerlord, pasando del Core i9-9900K al Core i9-10900K. Puede que veamos mejoras de rendimiento mayores con los nuevos Core i3, Core i5 y Core i7, gracias a la inclusión de hyper-threading, pero no podremos comprobarlos hasta que no tengamos en nuestras manos esos chips.

Aparte de incrementar el rendimiento de fábrica, Intel ha dedicado bastante tiempo en mejorar el overclock con su nueva generación de chips. Hay varias características nuevas o mejoras en Comet Lake, pero aquí lo más destacable es la posibilidad de activar o desactivar el hyper-threading (HT) por núcleos individuales. El hyper-threading es útil porque permite a los procesadores ejecutar más rápido las aplicaciones multihilo más exigentes, pero tenerlo activado a menudo reduce el rendimiento en tareas que no dependen de muchos hilos y también incrementa el calor disipado. Siendo así, si sabes que un juego o aplicación en concreto utiliza solo un número determinado de hilos, puedes ajustar tu sistema para que ofrezca exactamente dicho número. Por ejemplo, si tienes un juego que usa hasta seis hilos y tu sistema tiene un procesador de cuatro núcleos y ocho hilos, puedes desactivar el hyper-threading en dos núcleos para maximizar el rendimiento. Con CPUs modernas que cada vez poseen un mayor número de núcleos e hilos, la posibilidad de adaptar la cantidad de hilos según la tarea a realizar puede ofrecer un sólido incremento en el rendimiento.

Hay otras opciones nuevas en la renovada aplicación Extreme Tuning Utility de Intel. Por ejemplo, con PEG/DMI se pueden overclockear los gráficos integrados del chip, y también hay controles más precisos para la curva de voltaje/frecuencia, lo cual permite ajustar mejor tu sistema según si quieres optimizar el consumo o el rendimiento. Aparte de las nuevas características, la aplicación también es visualmente más atractiva y proporciona registros de telemetría en tiempo real, lo cual puede resultar muy útil para los entusiastas del overclocking.

Cuando Intel lanza nuevos procesadores al mercado, a menudo se necesitan nuevos chipsets, y aquí vuelve a ser el caso. Estas nuevas CPUs requieren un nuevo socket, el LGA1200, y también habrá varios chipsets de la familia Intel 400, siendo el primero disponible el Z490 de gama alta, al que seguirán el H470, B460 y H410, progresivamente más baratos.

Los chipsets de la serie 400 son compatibles con memoria DDR4 de 2933MHz como estándar (aunque muchas placas permitirán usar memoria más rápida) y muchos también incorporarán un controlador Ethernet I225 de 2.5 gigabits y Wi-Fi 6 Gig+ integrada. Nótese que no hay mención alguna a compatibilidad con PCIe 4.0, lo cual nos hace sospechar que a corto plazo esta seguirá siendo una característica exclusiva de las plataformas recientes de AMD. Tampoco se ha anunciado el precio final, aunque las primeras placas Z490, como la Asus Maximus 12 Extreme que podéis ver aquí abajo, tendrán un coste premium.

Y eso es lo que tenemos: una nueva generación de procesadores de Intel, fabricados una vez más con el familiar proceso de 14nm++ pero con más núcleos, mayor número de hilos y frecuencias más rápidas, así como mejoras en el turbo automático, en las funciones de overclocking y toda una nueva familia de chipsets.

El efecto que ha tenido el arrollador éxito de los procesadores Ryzen de AMD es innegable, y será fascinante ver si Intel es capaz de plantar cara a su máxima rival en tareas de creación de contenido, al tiempo que mantiene su ventaja con juegos. En cuanto podamos lo comprobaremos nosotros mismos y os traeremos nuestros resultados.

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