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Diablo III

La beta, a fondo.

El Bárbaro es el único personaje rescatado de Diablo 2 (de hecho, se comenta que no es un bárbaro al azar, sino el mismo que acabó con Diablo en la precuela) y, aunque mantiene habilidades icónicas y el propio estilo de juego, lo cierto es que cuenta con muchas novedades. De entrada no cuenta con maná sino con furia, un medidor que se carga con ciertos ataques y se consume con otros. Además de sus gritos de guerra, ahora cuenta con algunos 'buffs' propios (aumento de daño o de armadura, por ejemplo), ataques de área o a distancia, diferentes tipos de golpes a melé, etc. Por último, las todavía inéditas runas le confieren un toque mágico a sus ataques (ya sean golpes flamígeros o hasta invocar tornados) que personalmente no me acaba de convencer, pero tampoco se me ocurriría una idea mejor.

Siguiendo en el cuerpo a cuerpo tenemos al Monje, que ya apareció en el Diablo original (en su expansión, de hecho). En cierto modo viene a sustituir al paladín, tomando parte de su rol pero también aportando cosas nuevas. Su medidor es el Espíritu, que de nuevo se rellena con unos ataques y se gasta con otros, pero que funciona de forma bastante diferente a la Furia. El Monje constituye un luchador excepcionalmente rápido que, gracias a sus poderes divinos, cuenta con una serie de recursos que van desde las curas hasta las auras beneficiosas, pasando por hechizos más convencionales como esferas de fuego. Sólo hay un par de cosas que no me convencen de la clase: primero, que la mayoría de sus ataques básicos (generadores de espíritu) se basan en combinaciones de tres golpes que se repiten hasta la saciedad, lo cual acaba cansando un poco. En segundo lugar, y es algo que se aplica a varias clases pero que en el caso del Monje es flagrante, al ejecutar prácticamente cualquier habilidad las armas que llevemos se "guardarán" mientras el personaje da puñetazos y patadas, comportando cosas como ver un escudo o una maza aparecer y desaparecer constantemente en la espalda del Monje mientras éste reparte puñetazos.

En los escenarios seguiremos encontrando detalles y escenas macabras.

El Mago, que no hechicero/a, guarda ciertos parecidos con su cuasi homólogo de Diablo 2, pero si ha cambiado de nombre es porque le han dado un aire un poco distinto. Tiene todo lo que podéis esperar; misiles y proyectiles, novas, armaduras mágicas, ataques de área y hasta invocaciones o transformaciones. Además, su mayor repertorio de hechizos (ya no se reducen solamente a hielo, fuego y rayo) dotan al Mago de una gran versatilidad en combate; por ejemplo, además de mantenerse en la retaguardia lanzando hechizos a distancia, ciertas combinaciones de habilidades pueden convertirlo en un verdadero "tanque" cuerpo a cuerpo. Su fuente de recursos es el Poder Arcano, que a diferencia del maná tiene un valor prefijado y se regenera rápidamente con el tiempo, o mediante ciertas habilidades a niveles más avanzados.

El siguiente en la lista es el Doctor Brujo, sucesor espiritual del Nigromante. Imagino que desde Blizzard pensaron que enviar hordas de muertos vivientes a combatir contra más muertos vivientes era algo redundante, por lo que han optado por rediseñar el personaje y darle un carácter propio. El resultado es un brujo tribal con muchas referencias a los fetiches que encontramos en Kurast, lo que a la práctica viene a ser un Mago con diferentes recursos, un poco más alocado y más centrado en invocar criaturas para que luchen a su favor (que no tienen que actuar necesariamente como 'pets'): perros zombie, arañas, ranas venenosas, murciélagos en llamas... Es una clase bastante variada, que no parece especialmente poderosa al depender tanto de pets y basarse en distancias cortas, pero que sin duda cuenta con sus herramientas. Y es la única que tiene la tradicional esfera de Maná azul en la parte inferior derecha de la pantalla.

Cada personaje cuenta con su estandarte, altamente personalizable.

Por último tenemos al Cazador de Demonios, un híbrido entre la Amazona y la Asesina de Diablo 2 que, aparentemente, está considerado por la mayoría de testers como la clase más floja de la beta. Su curioso sistema de maná (en realidad son dos contadores distintos, uno para habilidades defensivas y otro para ofensivas, que se comportan de forma diferente) lo hace una clase interesante de jugar, pero de nuevo las limitaciones de nivel merman gran parte de su potencial y lo llevan desenvolverse bastante peor a niveles bajos que el resto de clases. Tampoco me hagáis mucho caso pues es la clase que menos he jugado, pero no hablo por mí sino del sentimiento generalizado en los foros. Sea como fuere, se trata de un luchador versátil y escurridizo que, armado con dos ballestas de mano, es capaz de combatir tanto a distancias lejanas como en cuerpo a cuerpo, donde cuenta con trampas, artilugios y otros recursos propios que le confieren algo de variedad.