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Dead Space 2

En el espacio sí se pueden escuchar tus gritos.

Pero lo que hace que Dead Space 2 sea algo tan especial, al igual que ocurría con la primera entrega, es su soberbia ambientación. Pese a que estrechos pasillos de la Ishimura dejan paso a los grandes y variados escenarios de la estación espacial Sprawl, esa sensación de que en cualquier momento puede pasar algo (y no precisamente bueno) no solo se mantiene intacta, sino que ahora se ve todavía más potenciada.

Buena parte de la culpa la tiene un impecable diseño acústico que bien merecería por si solo la compra de un equipo surround 5.1: la forma en que pequeños y sutiles chirridos y murmullos acompañan continuamente a Isaac, poniéndonos los pelos de punta poco a poco pero con ritmo constante, es un ejemplo de libro sobre como usar algo tan simple y a menudo desaprovechado como el sonido para acrecentar la inmersión. La banda sonora también colabora a potenciar ese efecto: alterna momentos tranquilos pero tensos durante la exploración con estridencia y explosividad para marcar el tempo de la acción y los sustos inesperados.

Y visualmente tampoco es que le vaya a la zaga. Para empezar es más consistente que su predecesor (a unos casi siempre estables 30FPS y sin rastro de tearing) y se aprecia una clara mejora en la dirección artística, con una mayor variedad de escenarios y estilos diferenciados entre ellos, alejados de la monotonía de la nave de la primera entrega. Los efectos de iluminación, claro, son los que se llevan la palma: el excelente uso de los juegos de luces y sombras es vital para conseguir ese dramatismo y tensión que impregna la aventura. También el motor de físicas y detección de impactos merece un aplauso, destacando especialmente las espectaculares secuencias de ingravidez.

Otro factor muy bien calibrado son los niveles de dificultad. Fácil y normal son bastante accesibles (aunque cuentan con algunos momentos lo suficientemente complejos como para no ser un simple paseo) y permiten a los usuarios menos exigentes avanzar sin demasiados problemas. En difícil, sin embargo, el juego empieza a mutar y a provocar auténticas pesadillas si queremos sobrevivir en Sprawl. Y para los verdaderamente valientes (o temerarios, según se mire), existe un modo hardcore, sin checkpoints y en el que solo podemos guardar la partida tres veces durante toda la campaña. La idea es macabra: los enemigos no son más duros que en el nivel difícil, pero se elimina la zona de confort que suponen los puntos de guardado, aumentando todavía más la tensión.

Lo que resulta irónico es que la que estaba llamada a ser la gran novedad jugable de la secuela, el modo multijugador, es también quizás su apartado más prescindible y anecdótico. Que tampoco se me malinterprete: es una propuesta interesante y más que competente, pero carente de toda complejidad y los elementos necesarios para convertirlo en un gran éxito en Xbox Live o PlayStation Network. El objetivo es tan simple como superar dos rondas, una como humano (que deben cumplir diversos objetivos) y otra como necromorfo (con el único objetivo de cazar humanos), para tras terminar obtener puntos de experiencia y subir niveles con los que conseguir nuevas armas y armaduras. Como curiosidad, por aquello de ponernos en la piel de los enemigos de la campaña, no está nada mal, pero se nota que Visceral ha enfocado su desarrollo como algo totalmente accesorio y complementario de la aventura principal, en la que centran todos sus esfuerzos.

Dead Space 2 no es una nueva vuelta de tuerca (ni nos engaña pretendiéndolo, la verdad), sino una evolución muy bien calculada de todo lo que convirtió a su predecesor en el mejor survival horror de los últimos tiempos. Puede criticarse su evidente falta de innovación, pero lo cierto es que el resultado obtenido es extremadamente bueno y conforma una absorbente e inquietante aventura que encandilará a los fans del género y a todos aquellos que disfrutamos pasando un mal rato (en el buen sentido de la expresión). La generación de Saturn y PlayStation tuvo a los dos primeros Resident Evil, la de PS2, Xbox y Gamecube tuvo a Silent Hill 2 y la actual tiene a Dead Space. Larga vida al rey.

9 / 10

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Dead Space 2

PS3, Xbox 360, PC

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Josep Maria Sempere

Director

Jose es fundador de Eurogamer España y el director de su línea editorial y de contenidos. Ama el punk-rock, el cine palomitero de Hollywood, los simuladores de submarinos, la sci-fi, los cacharros de Apple y la década de los 80. Puedes leerlo también en Twitter o verlo charlar en su canal de Twitch.

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