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Cinco cosas a tener en cuenta sobre Spec Ops: The Line

Jugamos un poco más al próximo éxito de 2K.

La llegada del verano suele ser una época bastante tranquila, con pocos lanzamientos y aún menos juegos interesantes. Es el periodo del año en el que los usuarios tienen más tiempo disponible para jugar, pero curiosamente las distribuidoras parecen querer guardarse sus mejores cartuchos para el cuatro trimestre.

Este año, sin embargo, estamos bastante ilusionados con el lanzamiento de Spec Ops: The Line a finales de junio. El nuevo juego de 2K Games, desarrollado por el estudio alemán Yager Development, es uno de los títulos con temática bélica más interesantes de los últimos tiempos, con un énfasis en la narrativa que lo separa bastante de la competencia.

En la redacción llevamos unos cuantos días jugando con la última beta que 2K ha proporcionado a los medios, y a continuación os desgranamos los cinco aspectos que por el momento más nos han llamado la atención de ella.

Una historia cruda y adulta

Desde que se presentó oficialmente por primera vez en los Video Game Awards de 2009, Yager ha hecho especial hincapié en la historia como uno de los grandes pilares de Spec Ops: The Line. Y cuando llevas al menos un par de horas jugando te das cuenta de que no exageraban.

La locura de la guerra en su representación más visceral.

Claramente inspirado en la novela En el Corazón de las Tinieblas de Joseph Conrad (aunque también tiene toques de películas como Jarhead o los westerns de los 50), el argumento te pone en la piel de Martin Walker, un soldado americano destinado a Dubái para esclarecer la misteriosa desaparición de un condecorado militar, John Konrad, al que se da por muerto en la ciudad árabe cuando una misión humanitaria de evacuación acaba resultando ser un completo desastre. La historia, sin embargo, da un interesante giro tras los primeros capítulos, especialmente con una cruda escena que seguro levantará ampollas entre los tertulianos más conservadores de Estados Unidos.

Pero más que en la propia guerra, Spec Ops se centra en el particular descenso emocional a los infiernos de Walker. No te muestra un conclicto idealista y palomitero como el de Call of Duty, sino una narración profunda sobre los horrores a los que asiste durante la búsqueda de Konrad y como poco a poco eso va afectando a su salud mental. Es una visión muy descarnada del drama humano en su máximo exponente, en la que los desarrolladores no se imponen límites para suavizar unos hechos tan desagradables como polémicos (algo que intentó Infinty Ward con resultados más que discutibles en la famosa misión No Russian de Modern Warfare 2).

Un escenario atractivo

Dubái es prácticamente un protagonista más en Spec Ops y una ambientación poco habitual durante esta generación. La ciudad de los Emiratos Árabes, sinónimo de ostentación y riqueza, muestra en el juego de Yager su lado más decadente, engullida por el desierto tras una catástrofe natural de tintes apocalípticos. La arena es un elemento omnipresente durante toda la aventura, y el motor Unreal Engine 3 se muestra lo suficientemente versátil como para representar todo este caos de forma convincente.

Pero es un elemento que no se utiliza tanto a nivel jugable como cabría esperar, en un ejercicio de contención que seguramente está destinado a evitar su abuso. Hay, por ejemplo, alguna que otra espectacular tormenta de arena, pero sus apariciones son esporádicas y siempre scriptadas. Sí es más interesante, en cambio, cómo se utilizan las granadas para generar una nube de polvo que ciega a los enemigos y permite acercarte a ellos para asestar un mortal golpe cuerpo a cuerpo.

Lo mejor, en cualquier caso, es cuando todo esto confluye en la interacción con los escenarios. En un edificio sepultado bajo las dunas puedes disparar a una cristalera para enterrar con una ola de arena a un pelotón enemigo, o sepultar a un par de soldados derrumbando con una granada el muro de una autopista. No llega al grado de destrucción del motor Frostbite 2, desde luego, pero son secuencias efectivas que consiguen dejarte con la boca abierta.

'Bienvenido al infierno.'

La delgada línea de la moralidad

En Spec Ops las cosas no son blancas o negras, sino que siempre están teñidas de gris (y de sangre, pero eso es otro asunto). Yager te coloca a menudo ante situaciones en las que debes escoger entre dos opciones para más adelante pagar el precio de tu elección, pero nunca te sugiere cuál es la correcta o, al menos, la menos terrible. De hecho, el juego ni siquiera marca con algún elemento en el HUD la posibilidad de escoger, integrando de forma todavía más eficiente las bifurcaciones narrativas dentro del desarrollo de la partida. En las cinemáticas de Mass Effect, por ejemplo, se marcaba con color azul las elecciones de virtud y con rojo las de rebeldía, pero no esperes ver aquí ningún tipo de pista similar.

Este toque moral es algo que ya 2K ya había explorado en juegos como en BioShock (al cosechar las Little Sisters), pero aquí tus actos tienen una implicación mucho más directa e inmediata en la jugabilidad. Deja vivir a un soldado que pide clemencia y te encontrarás con que más adelante te tiende una emboscada con sus compañeros. Evita la ejecución de unos rehenes alertando a un pelotón cercano, pero se consciente de que probablemente acabarán muertos bajo el fuego cruzado que se desatará justo después. En Spec Ops, te guste o no, descubrirás el lado más amargo de lo que suponen las bajas colaterales y los límites de la psique de un militar.

Soldados humanos

Algo que me molesta bastante en la mayoría de shooters es la exagerada resistencia de los soldados, tanto protagonistas como enemigos. Evidentemente no espero que todos los juegos sean tan realistas como la saga ArmA, pero tampoco que la gente siga en pie después de vaciar casi todo un cargador en su cuerpo, como si fuesen un maldito T-800 llegado del año 2029.

Quizás por eso me ha sorprendido gratamente que en Spec Ops un par de tiros bien colocados puedan acabar con tu vida o la de los rebeldes. Te obliga a ser cauto, a utilizar de forma inteligente unas coberturas que tampoco son infalibles al 100%, e impregna de cierto realismo (el justo y necesario) a un juego que, por lo demás, podría pasar por una superproducción bélica de Hollywood, repleta de situaciones espectaculares y una efectiva pirotecnia.

¿Soldados pidiendo ayuda o avisando a más enemigos? Ante la duda, dispara.

Los NPCs controlados por la IA también son bastante humanos desde un punto de vista puramente psicológico, al menos los dos compañeros de Walker. Al principio bromean y sueltan numerosos chascarrillos, pero a medida que la situación se va tensando y se vuelve más desagradable empiezan a mostrarse contrariados y a quejarse amargamente. En cierto punto incluso empiezan a discrepar con algunas de las decisiones del protagonista, o se pelean entre ellos. No son máquinas de matar sin sentimientos, sino tipos normales envueltos en una situación aterradora y dantesca.

Campaña > Multijugador

Para muchos jugadores uno de los grandes males de esta generación ha sido la priorización en muchos títulos del multijugador por delante de la campaña individual. Mira, por ejemplo, juegos como Modern Warfare 3 o Battlefield 3, donde el modo para un jugador es poco más que un extra o un extenso tutorial para el plato fuerte, las partidas online.

Ese no será el caso del juego de Yager. Enrique Colinet, uno de los diseñadores de niveles de Spec Ops, nos explicaba hace unos meses que "al fin y al cabo lo que nosotros estamos vendiendo es una campaña relevante, que importe. Es en ese punto donde los juegos bélicos actuales flojean". No será extremadamente larga (calculamos que durará entre ocho y diez horas), pero al jugarla notas que está construida con mimo y que ha sido desde el primer momento el principal foco de atención de los desarrolladores. El multijugador parece quedar en segundo plano como si fuese un bonus para los fans, algo parecido a lo que ocurrió en Dead Space 2 o BioShock 2.

De hecho, aunque no sé si es casual o una declaración de intenciones premeditada, en la beta que corre por nuestra oficina ni siquiera está la opción del multijugador en el menú principal. Buena noticia para los que quieren un modo individual trabajado, pero intrigante para quien esperaba saber más sobre lo que ofrecerá Spec Ops en el terreno online.

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