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Bloody Good Time

¡Corre corre que te pillo!

Hoy en día resulta difícil sorprender con un videojuego. Por sus gráficos, por su creatividad, por su estructura... casi todo está inventado. Bueno, todo salvo un guión rebuscado. Eso nunca falla, o eso es lo que han pensado los desarrolladores de este Bloody Good Time, "juntemos unos cuantos clichés baratos y obtengamos la excusa perfecta para elaborar el guión".

Porque en realidad cuesta aceptar el argumento del juego: un director de cine convoca un concurso donde los participantes han de rodar escenas de terror "jugando" al gato y al ratón entre ellos. Un todos contra todos a lo largo de tres platós o escenarios diferentes, como si de cualquier FPS se tratase, pero con la salvedad de que en esta ocasión las armas tienen un color especial, mitad broma de mal gusto mitad crueldad abrumadora.

Tras un inicio débil, un tutorial individual donde se muestran los movimientos básicos y algunas de las armas disponibles, lo primero que haremos por pura intuición será recorrer los pasillos de la mansión en la que nos encontramos. Así descubriremos que necesitamos comer, dormir e ir al baño cada cierto tiempo o nuestra salud se verá afectada. También descubriremos que la mansión dispone de trampas que podemos usar contra el resto de participantes –y ellos contra nosotros. Y que el radar es una cosa indescifrable que nos "guía" en eso de sorprender al enemigo.

Además oiremos al director que nos apremia a encontrar al resto de participantes, vejarlos y ejecutarlos con alguna de las armas repartidas por toda la casa. Así que para ganar el concurso lo mejor es hacerle caso y equiparnos cosas tan variopintas como una katana, un fusil de asalto o una rata inmovilizadora. Cuanto más humillante resulte la muerte más puntos obtendremos. Y él obtendrá mejores escenas para su nueva película.

Seguramente si has logrado aguantar hasta aquí estés ya preparado para incorporarte al juego en línea. Bloody Good Time es un juego pensado casi al 100% para el online, donde el "gato y el ratón" con interfaz de FPS tienen mucho más sentido. Sus recurrentes bromas como detener la película para ir a echar una siesta o para aliviar necesidades fisiológicas o eliminar a otro participante y posar el trasero sobre su cuerpo inerte tienen gracia... los diez primeros minutos.

Los primeros 15 minutos del juego.

Pero no hay que olvidar que el objetivo sigue siendo acabar con el resto y vigilar los indicadores de nuestro organismo. Memorizar la posición de las armas, de las trampas o incluso de los disfraces –que los hay–, ahorrar munición y utilizar armas blancas siempre que sea posible, exactamente igual que en cualquier otro FPS.

Desgraciadamente Bloody Good Time se torna un juego del montón una vez transcurridas unas horas. Pese a que la idea de tender trampas o emboscadas sí resulta original le pierden sus formas, demasiado previsibles y monótonas, escenarios escasos y un argumento "no argumento", es decir, un pequeño lío donde uno no sabe muy bien cuándo empieza, qué hacer o contra quién actuar.

En la parte positiva sorprende el tratamiento gráfico. Está desarrollado bajo el motor Source, y si bien no destaca como los últimos capítulos de Half Life 2 sí tiene a bien un diseño de personajes divertidos y una ambientación muy colorista, en línea con el carácter desenfadado de todo el videojuego.

Bloody Good Time se convierte en un claro producto a tener en cuenta en una más que previsible rebaja. Tiene chispa en sus inicios pero le pesa como una losa el paso del tiempo, si hubiera pulido un poco algunos aspectos de su modo multijugador y hubiese ofrecido más escenarios sería realmente apetecible. ¡Lástima!

5 / 10

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