Rock Band Blitz

El género de los juegos musicales, concretamente aquellos que requerían de un periférico con forma de instrumento, murió hará unos 2 años con la salida al mercado de Rock Band 3; después de ese juego, las cosas no han vuelto a ser como antes. Es normal: si habitualmente se critica que sagas como Call of Duty, FIFA o Assassin's Creed tengan una entrega anual, la idea de sacar de 2 a 3 juegos similares en el mismo periodo de tiempo acabó por cansar a todo el mundo, incluso a los mayores seguidores del género.

Por lo tanto, después de la bajada progresiva de ventas de estos títulos, Activision prescindió de la saga Guitar Hero (cuya última entrega, Warriors of Rock, no estaba nada mal), Ubisoft decidió que el género tenía que evolucionar con su Rocksmith y Harmonix optó por cambiar las guitarras de plástico de Rock Band por los juegos de baile, como demuestran Dance Central 1, 2 y 3.

O eso parecía, hasta que, recientemente, Harmonix anunció una nueva entrega de la saga: Rock Band Blitz. Eso sí, esta vez los de Massachusetts evitan complicaciones con este título: prescinden de instrumentos y copias físicas y lanzan un título descargable y que rememora los primeros títulos de la compañía. Como ya comenté en el repaso a la historia de Harmonix, esta empresa nació con títulos muy parecidos a Guitar Hero, pero sin periféricos. En estos juegos (Frequency y Amplitude) controlábamos todos los instrumentos que participaban en una canción con el mando y, no nos vamos a engañar, esto es exactamente Rock Band Blitz.

Al comenzar cualquier partida de Rock Band Blitz encontramos en pantalla 4 o 5 pistas verticales que representarán cada uno de los instrumentos que participan en la canción: batería, voz, guitarra, bajo y, en algunos casos, piano. Controlando una barra horizontal nos desplazamos por los distintos instrumentos y en cada uno de ellos tocaremos las notas que forman la canción.

A primera vista, Rock Band Blitz parece un juego complejo, ya que en pantalla nos aparecen las notas de todos los instrumentos a la vez, pero una vez nos demos cuenta de que nos debemos centrar únicamente en el instrumento que estemos tocando la cosa se vuelve muy simple. Eso sí, si queremos conseguir grandes puntuaciones, el tema se complica.

En primer lugar tenemos los multiplicadores. Aquí no es como en Guitar Hero o Rock Band, donde el multiplicador total dependía de activar la energía estrella o el éxtasis respectivamente; aquí el multiplicador dependerá de tocar una cierta cantidad de notas de cada uno de los instrumentos que forman parte de la canción. De este modo, antes de que acabe una parte de la canción, tendremos que haber subido el multiplicador de todos los instrumentos al máximo, y si no es así solo subirá hasta el instrumento con el multiplicador más pequeño, y la cosa no será fácil, porque no todos los instrumentos sonarán constantemente.

Esto le da gracia al juego, pero también se la quita, porque deberemos conocer bastante el tema que tocamos para saber cuáles son los instrumentos que dejarán de aparecer en algún momento. Incluso, en algunas canciones descargadas, no tendremos la posibilidad real de subir el multiplicador de todos los instrumentos en algún momento. Otro factor que hará variar las canciones y nos permitirá conseguir una mayor cantidad de puntos son los potenciadores. Estos se irán desbloqueando a medida que vayamos jugando y tendremos que elegir cual de ellos usamos para cada canción. Conseguir una gran puntuación en una canción dependenderá de ellos, así que tendremos que tener cuidado a la hora de escojerlos. Finalmente tendremos el modo Blitz, que acelerará la velocidad a la que pasan las notas por la pantalla. Lo conseguiremos al encadenar una buena racha de notas y nos permitirá conseguir aún más puntos.

Una vez explicado el funcionamiento del juego, puede que os preguntéis: ¿pero, esto es realmente divertido?  La respuesta es clara: sí. El juego acompaña perfectamente a la música, y desde la primera partida nos creeremos que estamos controlando 4 instrumentos a la vez. Es más, si cogemos cualquier canción y la comparamos con jugarla "guitarra en mano", lo normal es que nos lo pasemos mejor con Rock Band Blitz, ya que es un juego más fácil y simple. Y precisamente por esto, el juego se vuelve bastante repetitivo y acaba cansando.

Es cierto que los Rock Band, o Guitar Hero, no son el súmmum de la complejidad, pero al menos al tener 5 notas por instrumento hay más variedad y el juego se vuelve un poco más complicado. Esta sensación de repetición no seria tan exagerada si hubiera alguna motivación para seguir jugando, pero una vez hayamos desbloqueado todos los potenciadores ya no habrá nada más que hacer en el juego y, por mi parte, lo único que me ha empujado a seguir jugando ha sido conseguir logros.

Entonces, ¿merece la pena el juego? Para responder esto tenemos que pensar que Rock Band Blitz incluye de serie únicamente 25 canciones. Pero si tenéis Rock Band 3 estáis de enhorabuena: podéis exportar gratis estas canciones a la tercera parte de la saga y tocarlas con vuestros instrumentos de plástico. Visto en perspectiva, estamos hablando de 25 canciones nuevas para vuestro juego a un precio bastante bajo.

Si tenéis otros títulos de la saga: también podéis celebrarlo, porque podréis disfrutar de estas canciones en Rock Band Blitz y poder sacarle todo el jugo al juego.

Pero los que no tengáis otro Rock Band (o The Beatles, al cuál no se le pueden exportar las canciones) mal lo lleváis, porque vuestro juego se reduce a 25 canciones y, porque no decirlo, bastante sosas la mayoría, por lo que, probablemente, el juego os acabe sabiendo a poco.

Por todo ello, si sois amantes de la saga, queréis algo diferente y tenéis una gran inversión hecha en canciones de Rock Band, Rock Band Blitz es un juego muy recomendable para vosotros. Pero para todos aquellos que no seáis muy amantes de la saga o que ya hayáis gozado de otros juegos musicales mucho más interesantes como Rhythm Paradise o Beat Hazard, Rock Band Blitz no os parecerá más que un juego musical bastante corriente.