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Análisis de PES 2013

Más "Pro" que nunca.

Supongo que estaréis hartos de las típicas introducciones sobre la nueva temporada y demás; hartos de oír las mismas frases hechas con los estrambóticos nombres de las nuevas funciones -que luego no son nada del otro mundo- y de las típicas promesas incumplidas. Así que vamos al grano. PES 2013 es mejor, más divertido y, por fin en esta generación, podemos decir que es un buen juego.

Konami se encuentra en una complicada tesitura. Por un lado luchar contra un competidor sin precedentes como es FIFA, y por el otro luchar contra su maltrecha imagen por culpa de los últimos PES. Pero este año Konami ha dejado el juego en manos de otros, con John Murphy a la cabeza y, sinceramente, el cambio es de agradecer. Este es el año de ser comprensivos y darle una oportunidad de verdad al juego que promociona Cristiano Ronaldo; si se lo ha merecido en alguna edición es, sin duda, en esta.

Los cambios son visibles desde el primer contacto. La cruceta ha dado paso al joystick para permitir moverse a los jugadores en 360º reales, todo un acierto. Las transiciones entre cada animación ya no son tan bruscas y eso influye en la fluidez del juego que no solo es más vistoso -o menos cutre- sino que da lugar a una jugabilidad más agradecida y nos permite ir a donde queramos y cuando queramos, como siempre debería haber sido.

Todo se siente mejor, más rápido, más serio. Si en los últimos juegos encarar y regatear era una tarea tosca y complicada debido a la falta de posibilidades o de control, e incluso por falta de animaciones, este año podemos volver a driblar y encarar como hacíamos en PS2 pero con un montón más de recursos. De nuevo podemos dejar atrás a los rivales con movimientos precisos sin necesidad de los "regates prefijados" que, aunque funcionan bien, no están tan bien ajustados como nos gustaría. Siguen siendo un poco bruscos y la manera de ponerlos en práctica es algo confusa; algunos se hacen con el gatillo pulsado, otros no, algunos necesitan los dos joysticks, otros solo uno... se echa en falta una unificación de estos regates. No solo serían más fáciles de recordar sino que harían mucho más fácil el aprendizaje del jugador, que podría descubrir nuevos regates por sí mismo.

En resumidas cuentas, el nuevo control al primer toque es complicado de manejar y requiere bastante práctica pero el simple hecho de dejar parte de esta aleatoriedad en manos del jugador es otro gol a favor de PES.

El control ha sido el aspecto en el que más se han centrado los nuevos responsables. No solo se trata de una mejora sino también de una ampliación. Dejando pulsado L2/LT activamos el control manual, un modo inteligente de hacer que el jugador medio evolucione. Siempre he querido jugar en manual, pero el cambio era demasiado brusco y al final optaba por volver al modo clásico. Gracias a la posibilidad de activar el manual cuando queramos podemos practicar sin dejar de jugar como siempre, haciendo más llevadera la transición de un control a otro; realmente fantástico.

La defensa también juega con esta mezcla de automático y manual. Si bien podemos defender con la X/A pulsada sin más ahora contamos con la defensa manual para poder meter el pie en el momento justo. Al igual que con los pases, esta mezcla de ambos sistemas funciona a la perfección.

Otra gran novedad es el control del balón con R2/RT. Cuando lo tenemos presionado el jugador pisa la pelota y se mueve siempre encarando al defensor, y eso da lugar a un montón de nuevas posibilidades: podemos driblar hacia cualquier lado con un cambio de ritmo, podemos esconder el balón, esperar a que nuestros compañeros se desmarquen y seguir bien situados para pasársela. Podemos echarnos la pelota en largo y aprovechar la velocidad de los más rápidos o incluso tirar el caño -gratificación pura-.

Me llama mucho la atención como unos y otros se acusan de copiones y luego vemos como parte de las novedades de cada juego son las mismas; no sé quién copia a quién pero lo cierto es que ninguno sería lo que es, o ha sido, sin el otro -todos sabéis a qué me refiero-.

PES siempre ha tenido el don de la aleatoriedad, eso que está tan moda ahora. Quizás este tema se les fue de las manos en los últimos juegos -más por la tosquedad del control que por diseño- así que este año han corregido este aspecto de la mejor manera, dejando parte de la responsabilidad al jugador. A la hora de controlar la pelota podemos hacerlo como siempre pero también podemos intentar sincronizar el control con un toque de R2/RT para orientar la pelota o simplemente controlar el balón sin que se separe mucho de nuestro cuerpo. Además, aparte del gatillo, podemos picar la pelota al controlarla pulsando R3/RS. La técnica del jugador también influye, y el Player ID entra en juego en este tipo de situaciones. Esta nueva característica diferencia a los jugadores más destacados haciendo sus movimientos distintos a los de los demás. No es un cambio que se note demasiado pero algunos jugadores, en especial Ronaldo, juegan y se mueven clavados a la realidad.

En resumidas cuentas, el nuevo control al primer toque es complicado de manejar y requiere bastante práctica -para eso está el modo entrenamiento- pero el simple hecho de dejar parte de esta aleatoriedad en manos del jugador es otro gol a favor de PES.

Además de estas aportaciones sobre el control hay algunas menos trascendentes como el nuevo pase bombeado, los porteros se mueven mejor y no cantan tanto como otros años -pero siguen cantando- o la posibildiad de llamar a un compañero para que reciba en corto los córners (algo que carece de sentido cuando tenemos la posibilidad de manejar libremente a los jugadores). Pequeños ajustes que completan un buen control, rápido, preciso y por fin fiable -vuelven los amagos de toda la vida, no os digo más-.

Las transiciones entre cada animación ya no son tan bruscas y eso influye positivamente en la fluidez del juego

Y ahora pasamos a los despachos. PES 2013 ha vuelto a los terrenos de juego con toda su artillería recién reparada, pero parece que fuera del campo se reencuentra con los problemas de siempre. Las licencias dejan que desear como de costumbre. Seguimos sin liga inglesa (solo el Manchester United está licenciado) y sin liga alemana, que no solo no está licenciada sino que ni aparece (solo Bayern de Munich y Shalke 04) con lo que nos quedamos por ejemplo sin el Borussia Dormund. El aliciente de la Champions está presente, pero se empaña con los "Man Blue" y "North London" de toda la vida -bendito editor-, al igual que La Copa Libertadores que, pese a contar con todos los equipos, solo nos deja usarlos para jugar entre ellos, por lo que no podremos jugar amistosos con sus equipos y los del resto del mundo, algo realmente desconcertante y absurdo. En total el juego cuenta con la licencia de la liga italiana, española, francesa, holandesa, la brasileña -por primera vez- y buena parte de la portuguesa. Por lo menos nos queda el consuelo para los españoles de contar, mediante DLC el día de lanzamiento, con todos los estadios de primera.

En lo que se refiere a los modos de juegos hay pocos cambios destacables. La Liga Master sigue siendo el modo estrella, aunque cuenta con pocas novedades, al igual de los demás modos a los que nos tiene acostumbrados la saga. El online intenta animar a la comunidad con la aplicación de Facebook que nos permite ver los resultados de nuestros amigos, así como el modo comunidad que registra el historial de partidos con nuestros amigos en la misma consola.

El nuevo PES mejora todo lo que se refiere al control, lo más importante al fin y al cabo, pero sigue con los demás problemas de siempre. El mayor de todos, ya un clásico, es el motor del juego. Pese a todos los arreglos de este año siempre va a seguir dando esa sensación de inferioridad frente a su rival por culpa de un motor obsoleto. PES pide a gritos un reinicio técnico, un cambio radical que comience desde cero con las animaciones, los choques entre jugadores y el apartado gráfico en general -las texturas de las caras de los jugadores ya cantan mucho-. Posiblemente tengamos que esperar a una nueva generación para poder disfrutar de estos cambios pero, mientras tanto, los arreglos y novedades que Konami ha puesto sobre la mesa esta temporada sirven de bálsamo para una afición demasiado desanimada en estos últimos años. Este año toca darle una oportunidad, toca confiar en PES.

8 / 10

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