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Blocks That Matter

Tetris meets Minecraft.

Bloques que importan. Así se titula el primer juego de los franceses Swing Swing Submarine, y lo cierto es que no podían haber elegido mejor título para su opera prima, una pequeña gran aventura de puzles y plataformas que además rinde un delicioso homenaje al mundo del videojuego. Dicho esto, pudiera parecer que estamos ante el típico indie que intenta suplir su modestia presupuestaria con guiños al rancio abolengo videojueguil para intentar mejorar su prestigio global arañando esos gramitos de nostalgia en el jugador más o menos añejo. Pues no. Blocks That Matter se posiciona como un estupendo juego por méritos propios, su tributo no es nada más (o nada menos) que una dulcísima guinda (o lacasito, para el que no guste de las cerezas confitadas) en la cima del pastel.

Markus Persson (aka Notch, el creador de Minecraft) y Alexei Pajitnov (¿hace falta que diga quién es?) están en apuros. Los ínclitos desarrolladores se encuentran enfrascados en la creación de un nuevo y seguramente revolucionario videojuego cuando, infortunios de la vida, son secuestrados por unos malhechores anónimos que quieren adueñarse de su trabajo. Sin embargo, el nuevo proyecto de nuestros bienhallados creativos no era, finalmente, un videojuego, sino un prototipo robótico muy bonico llamado Tetrobot, el protagonista del meollo. Markus y Alexei, desde su cautiverio, lo pondrán en marcha con la misión de liberarlos.

La trama bien, como excusa. Sencillita, simpática y con el protagonismo justo para que nos centremos en lo esencial, los puzles, ¡y qué puzles, madre mía! Pero antes de perder las bragas con elogios, conviene explicar el funcionamiento del juego.

Blocks That Matter se posiciona como un estupendo juego por méritos propios, su tributo no es nada más que una dulcísima guinda en la cima del pastel.

Blocks That Matter consta de aproximadamente 40 fases de simetría laberíntica en las que aparecerán, repartidos estratégicamente, una serie de bloques. El objetivo de Tetrobot será recolectarlos, para lo cual deberá romperlos con el estupendo taladro que lleva incorporado y que será nuestra segunda herramienta más importante para avanzar; ya que nuestro ingenio será la primera. Y es que Blocks That Matter es un juego complicado, de los de pensarse las cosas dos veces antes de liarse a corretear a lo loco por los laberintos, perforando con el taladro todo lo que se nos ponga por delante. Como soléis hacer algunos los sábados por la noche, vaya. Bien, la cuestión es que los bloques que vamos recolectando nos servirán para colocarlos en otros lugares formando plataformas, pasarelas y demás estructuras que nos ayuden a avanzar. Parece fácil pero no lo es, porque aquí interviene la maestría desplegada en el diseño de niveles, que forman auténticas piezas de ingeniería, y en los que una mala gestión de tan sólo uno de los cubos, dar un paso en falso en su colocación, puede defenestrar por completo todos los progresos que hayamos conseguido hasta el momento, ya sea quedándonos encerrados en un callejón sin salida, o sin cubos suficientes para montar la plataforma que nos permita alcanzar el teletransporte que nos lleva al siguiente nivel.

Cabe señalar que no todos los cubos funcionan igual, sino que se regirán por determinadas físicas simples que modificarán su comportamiento (cubos de hielo que resbalan, cubos de arena que se desmoronan, cubos indestructibles, etc.) y por la capacidad de perforación de Tetrobot, que se verá mejorada como premio a nuestro progreso. Aparte de amontonar y destrozar cubos, podremos hacer uso de la física pajitnoviana, pudiendo eliminar 8 bloques colocados en línea recta como si de un movimiento de Tetris se tratara. Y repito, nada es tan sencillo como parece, el diseño es diabólico, preciso y brillante como un bisturí, sorprendentemente bien pensado. Todo esto además viene arropado y presentado con un estilo visual delicado y alegre, tremendamente agradable.

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¿Os sabe a poco? Aún hay más; coleccionables con homenajes (muchos homenajes) incluidos, una veintena de niveles bonus que os veréis negros para desbloquear, música, un editor de niveles y centenares de niveles de comunidad por si todo esto se os queda corto, que lo dudo.

Blocks That Matter es un título completo, largo, desafiante, y con una excelente relación calidad precio al que bien merece la pena que deis una oportunidad.

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